El Banco Central divulgó el viernes su último Informe de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional, correspondiente al cierre de 2017.
Emiliano Cotelo (EC): Los datos contenidos en esos informes permiten monitorear algunas dimensiones clave de la economía uruguaya y de sus relaciones con el resto del mundo. Por ejemplo, la balanza de pagos nos permite analizar cómo es el saldo entre las exportaciones y las importaciones de nuestro país, nos informa también acerca de cómo está evolucionando la Inversión Extranjera Directa … o en términos más generales… qué está pasando con los flujos de capitales entre nuestro país y el resto del mundo.
Es siempre información muy importante para el análisis económico, pero en la coyuntura actual, en que se habla tanto de falta de competitividad y caída de la inversión, el análisis de estas cifras resulta aún más interesante … Para eso estamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Florencia, Emiliano comentaba a grandes rasgos algunos de los aspectos centrales de la Balanza de Pagos, pero brevemente expliquemos qué es y cómo debe interpretarse esta información…
Florencia Carriquiry (FC): Bien. En términos simples, la balanza de pagos es un registro de todas las transacciones que se dan entre un país y el resto del mundo en un determinado periodo de tiempo y se divide en dos grandes componentes… la cuenta corriente y la cuenta financiera…
El Saldo final de la Balanza de Pagos (que es la suma del saldo de sus cuentas) termina siendo equivalente a la variación de los Activos de Reserva del Banco Central… Cuando es un saldo negativo, implica que perdimos reservas en el período analizado y si el saldo es positivo, es porque ganamos reservas.
RA – Vayamos por partes entonces repasando las cifras que se divulgaron el viernes. El informe destaca en particular una mejora bastante importante del resultado de la cuenta corriente en 2017… ¿Cómo fue concretamente el saldo de la cuenta corriente el año pasado?
FC – Efectivamente vimos una mejora importante a nivel de la cuenta corriente. Recordemos Romina que esta cuenta tiene tres componentes… En primer lugar, está el balance comercial, que es básicamente la diferencia entre todo lo que Uruguay exporta y todo lo que Uruguay importa, considerando tanto bienes como servicios… Luego tenemos una segunda parte que corresponde a lo que se llaman rentas de factores productivos desde y hacia el exterior, que en Uruguay tiene un saldo muy negativo, reflejando que parte de lo que se produce en nuestro país se produce con capital extranjero y eso obviamente se remunera. En esta cuenta de rentas se incluyen, por ejemplo, los intereses de deuda y las utilidades que las empresas de capital extranjero giran al exterior. Y finalmente hay un tercer componente de la cuenta corriente que es el saldo de transferencias (ahora denominado “Ingreso secundario”), que incluye cosas como por ejemplo donaciones desde y hacia al exterior, pero que es muchísimo menos relevante en magnitud.
Concretamente, y yendo a las cifras, en el conjunto del año pasado hay una mejora de algo más de US$ 500 millones en la cuenta corriente, que dejó un superávit de 1,6% del PBI, el doble que el registrado en 2016. Es importante tener presente que a partir del año pasado el Banco Central comenzó a divulgar estas cifras con una nueva metodología, que cambió significativamente algunas cuentas. En particular, hubo cambios importantes en la forma de computo de las exportaciones (logrando una mejor estimación de las exportaciones a nivel de varios servicios e incluyendo dentro de los ingresos por ventas al exterior los ingresos asociados a las actividades de trading). Y estos elementos supusieron una corrección al alza significativa de las cifras de exportaciones de bienes y servicios, que se terminaron relejando en un mayor saldo comercial y por ende de cuenta corriente.
A partir de estas cifras, entonces, Uruguay ya había cerrado 2016 con un superávit corriente, de 0,8% del PBI y ahora en 2017 dicho superávit se duplicó como recién decía, alcanzando a 1,6%. Son números que marcan una mejora muy fuerte de la cuenta corriente en los últimos años… Entre 2012 y 2015 según esta misma metodología de cálculo la cuenta corriente era deficitaria y ese déficit era de casi 4,5% del PBI en 2014…
RA – ¿Y cómo se explicó ese fuerte aumento del superávit en la cuenta corriente?
FC – La mejora del último año, en particular, se explicó por un aumento significativo del saldo comercial, es decir, del balance entre exportaciones e importaciones. Lo que sucedió es que las exportaciones totales (de bienes y servicios) registradas en Balanza de Pagos superaron los US$ 16.000 millones el año pasado y aumentaron en más de US$ 1.500 millones frente a 2016… Mientras que las importaciones de bienes y servicios también subieron pero mucho menos… fueron unos US$ 340 millones mayores a las de 2016… Por eso el saldo comercial aumentó en casi US$ 1.200 millones en la comparación con 2016 y alcanzó un superávit de poco más de US$ 4.000 millones, equivalente a casi 8% del PBI (un registro récord).
Sin embargo, al mismo tiempo aumentó mucho el déficit de rentas, ubicándose en casi US$ 3.400 millones. Son unos US$ 770 millones más que en 2016, reflejando básicamente un aumento de las utilidades devengadas al exterior por parte de las empresas extranjeras.
RA – Florencia, pasemos a la otra parte de la balanza de pagos, la cuenta financiera… ¿qué tipo de movimientos se registran en esta parte de la balanza de pagos?
FC – En la cuenta financiera es donde se registran todas las transacciones del país con agentes del exterior asociadas a inversiones de capital y financieras… allí están tanto los flujos de inversión extranjera directa (que es cuando extranjeros invierten en la compra de activos uruguayos, ya sea en tierras, en adquisición del paquete accionario de empresas existentes o instalando nuevas empresas) como en la forma de otras inversiones financieras (por ejemplo a través de la compra de bonos u otros instrumentos de deuda).
RA – Está claro. ¿Y qué conclusiones se extraen entonces del análisis de esas cifras? ¿Qué está pasando con los flujos financieros entre nuestro país y el exterior?
FC – En el análisis de las cifras de 2017 un elemento clave es que volvimos a ver muy malas cifras de Inversión Extranjera Directa el año pasado, que de alguna manera son consistente con el panorama de caída fuerte de la inversión que marcaron los datos de Cuentas Nacionales. Ahora, en relación a estos datos, Romina, también aquí hay que hacer una puntualización acerca de la nueva metodología. Básicamente, el tema central es que en las nuevas cifras el cómputo de los flujos de Inversión Extranjera Directa o IED contempla que, si las empresas extranjeras ya radicadas en el país remiten al exterior más utilidades de las devengadas en el año, eso es una “desinversión” en el país. Este efecto, junto con el hecho de que estamos viendo flujos de nuevas inversiones extranjeras en el país muy reducidos en el último tiempo, hace que desde 2016 estemos viendo un saldo de IED negativo según esta nueva metodología…
Concretamente, la IED en términos netos fue negativa en unos US$ 232 millones en 2017…Como decía, se trata del segundo año consecutivo con IED negativa, aunque el saldo del año pasado fue bastante menor al de 2016, cuando la IED neta había sido negativa en más de US$ 800 millones. En cualquier caso, Romina, estas cifras de 2016 y 2017 contrastan radicalmente con lo visto hasta 2015. Incluso con esta misma metodología de cómputo las cifras de 2012, 2013 y 2014 marcan flujos netos de ingreso de IED por más de US$ 2.000 millones (equivalentes a más de 4% del PBI) y en 2015 ya se había visto un freno fuerte de los ingresos de IED, pero el saldo había sido aún positivo en poco más de US$ 800 millones.
RA – O sea que, si entiendo bien, no sólo no tuvimos ingresos de divisas por IED el año pasado, sino que el país registró una salida de divisas por este concepto… ¿es así?
FC – Es exactamente así.
RA – ¿Y qué pasó a nivel del resto de los movimientos financieros?
FC – El resto de los movimientos financieros (si incluimos allí lo que figura como Errores y Omisiones, que son movimientos no registrados), supusieron ingresos de divisas al país por más de US$ 1.700 millones. Es una cifra que contrasta fuertemente con lo visto en 2016, cuando habíamos visto una salida de divisas por el canal financiero por casi US$ 1.800 millones. Según marca el mismo informe esto refleja que durante 2017 vimos compras fuertes de títulos de deuda pública por parte de no residentes. Hay que recordar que el año pasado el gobierno aprovechó el buen panorama de financiamiento para realizar emisiones de deuda importantes y esto sin dudas jugó un papel clave en esa cifra de más de US$ 1.700 millones de ingreso neto de capitales financieros.
RA – Entonces, Florencia y ya para terminar, ¿Cómo cerró la balanza de pagos en 2017? Según decías al inicio, el saldo de la Balanza de pagos equivale a la variación de los activos de reserva… ¿El país ganó o perdió reservas el año pasado?
FC – De los números que comentaba antes surge que el saldo de balanza de pagos fue positivo en casi US$ 2.500 millones… O sea que después de dos años de pérdida fuerte de reservas, el año pasado tuvimos un aumento importante del stock de reservas.
***
Enlace externo
Informe de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional, en el sitio web de Banco Central del Uruguay