El Banco Central divulgó los datos de cuentas nacionales del segundo trimestre del año. Según esas cifras, el PBI permaneció estable en relación al primer trimestre y se situó 1,4 % por encima del nivel de un año atrás. ¿Cómo fue el comportamiento por sectores? ¿Cómo se comportaron el consumo, las inversiones y las exportaciones?
EMILIANO COTELO (EC) —Les proponemos repasar las principales cifras con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Florencia, ¿cómo vieron los datos? ¿estuvieron en línea con lo esperado?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC) —En términos agregados sí. Proyección para la variación trimestral era -0.1 % y terminó siendo 0 %.
También esperábamos un dato bastante pobre desde el punto de vista sectorial, y efectivamente terminó siendo así. En la comparación con el primer trimestre, sólo crecen las telecomunicaciones y lo que las cuentas nacionales agrupa bajo el nombre de “otras actividades”, que son esencialmente servicios de distinta naturaleza. En todos los demás macro sectores la evolución fue a la baja.
RA —¿Podemos repasar esos números? ¿En dónde estuvieron las caídas más importantes?
FC —La construcción cayó 2 % en el trimestre… Este es un sector que viene atravesando un contexto claramente recesivo. En los últimos 3 años sólo tuvo 3 trimestres con avance… Si miramos la actividad respecto a un año atrás, la caída es del orden de 5 %.
En la industria hubo caída de 2,6 % en relación a enero-marzo. En este caso se trata de la tercera caída consecutiva. En la comparación interanual, la baja acumulada es de 3,6 %. El comunicado señala que estuvo la parada de mantenimiento de Montes del Plata, pero la información desagregada por ramas que publica mensualmente el INE permite ver que hay varios sectores que vienen con un desempeño negativo este año. Lo hemos comentado varias veces con ustedes en este espacio.
También destaca un descenso de 0,8 % en el sector primario. Eso también era bastante esperable, porque tanto la agricultura como la ganadería tuvieron un mal trimestre. De hecho, en este caso también es el tercer trimestre con la actividad en baja. En la comparación con un año atrás, hay una baja promedio de la actividad del orden del 5 % y eso es consistente con menos producción de cultivos, menos producción de carne y menos producción lechera.
RA —¿Qué pasó con el comercio?
FC —También cayó. Este trimestre en 0,6 %, pero como en los casos anteriores lo llamativo no está en la magnitud sino en la persistencia de la tendencia. Si tomamos los últimos diez trimestres, vemos que bajó en 7 de ellos.
RA —Florencia, con esta evolución sectorial… ¿cómo es que el PIB no cae? ¿Cómo se explica que en la comparación con el segundo trimestre del año pasado incluso tenga un aumento de 1,4 %?
FC —En la comparación trimestral, lo que “sostiene” el PIB ese ese rubro de otras actividades que mencionaba antes. La verdad es que no tenemos muchos elementos para explicar esa suba en los sectores de servicios. De hecho, si uno mira la historia es una serie que tiene bastante volatilidad. El aumento de este trimestre parece ser un “rebote” de una caída también relevante en el trimestre anterior. De hecho, si comparamos con un año atrás, en este sector no hay crecimiento en términos acumulados.
En la comparación del PIB con un año atrás, como tú decías hay un avance de 1,4 %. Lo que explica esa suba es la evolución del valor agregado en el sector de producción de electricidad.
Hay un doble efecto en ese sector. Por un lado, crece la producción de energía. Y por otro lado, dentro de la producción de energía crece mucho la generación hidráulica y la eólica, que son las de mayor valor agregado. Recordemos que cuando se usan las centrales térmicas para producir la misma energía la contribución al PIB es menor, porque hay consumo de combustibles importados.
El sector de electricidad, gas y agua más que duplicó su valor agregado en relación a la situación del segundo trimestre de 2015, que a su vez estaba afectado por la sequía del año pasado. Eso generó una contribución al PIB de 1,6 %, que es incluso un poquito más de lo que creció el PIB. En otros términos, el PIB sin electricidad es ligeramente más bajo que un año atrás; cayó 0,2 %.
En definitiva, Romina, los datos fueron muy consistentes con el diagnóstico que veníamos comentando con ustedes en otras oportunidades. Dejando de lado la producción de energía, la economía se encuentra mayormente estancada… E incluso hay varios sectores que al menos hasta el segundo trimestre venían en una tónica claramente descendente de su producción.
RA —¿El consumo también siguió cayendo?
FC —PIB desde la perspectiva de la demanda sí tuvo algunos matices que vale la pena destacar.
El consumo privado tuvo cierto avance en la comparación interanual, pero se ubica solo 0,2 % por encima de un año atrás. Podríamos decir que sigue siendo un panorama de virtual estancamiento.
Donde estuvo la mayor novedad fue en la evolución de la inversión. La inversión bruta fija subió 6 % en el sector privado y casi 60 % en el sector público, frente a caídas de más de 20 % en la medición anterior. Es obviamente un giro muy bienvenido, pero no tenemos que apresurarnos a concluir que comienza una tendencia ascendente. De hecho, el reporte del Banco Central asocia el aumento a inversión en parques eólicos tanto a nivel público como privado y dice que la inversión en construcción sigue cayendo.
En ese sentido, las cifras de importaciones de bienes de capital, que habían mostrado un alza en abril-mayo asociada a mayores compras de aerogeneradores, volvieron a caer significativamente en junio-julio… lo que nos hace pensar que ese repunte de la inversión del segundo trimestre es mayormente transitorio.
RA —¿Qué sucedió a nivel de las exportaciones y las importaciones? Te lo pregunto porque en el segundo trimestre fue cuando empezó a caer de nuevo el tipo de cambio. ¿Eso tuvo efectos negativos en las cifras de PIB?
FC —Las exportaciones cayeron 7,2 % respecto a un año atrás y las importaciones, que habían caído en el trimestre previo, subieron 1,6 %. O sea que el sector externo, mirado en su conjunto, tuvo una contribución negativa al PIB en el segundo trimestre de 2016.
Ahora, eso no lo podemos atribuir tan linealmente a la reversión en la tendencia del dólar. Las exportaciones tuvieron una baja particularmente importante en los primeros meses del trimestre (sobre todo a nivel de granos), pero las cifras más recientes (de junio y julio) mostraron un mejor desempeño, con lo cual probablemente no se repita una contracción de las exportaciones de esa magnitud en los siguientes trimestres.
RA —Con estas últimas cifras, entonces, ¿Cómo quedan las proyecciones, Florencia?
FC —Aún estamos trabajando en nuestros pronósticos, pero como decía al inicio, en lo sustancial la cifras no modifican nuestra visión de que la economía uruguaya se mantiene estancada y con varios sectores en recesión.
De todos modos, hay un elemento que no mencionaba antes, que sí puede modificar en algunas décimas los pronósticos, que es que junto con las cifras del abril-junio se publicaron datos revisados del primer trimestre, que corrigieron al alza en unas cuatro décimas la variación del PBI originalmente publicada para enero-marzo.
Pero al margen de esa aclaración, entendemos que nuestras proyecciones no cambiarán significativamente y seguirán apuntando a una variación prácticamente nula del PBI este año.
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