Como suele ocurrir en instancias de discusión del Presupuesto, a nivel político se intensifican los debates sobre el espacio para incrementar los gastos del gobierno y sobre las prioridades para utilizar ese eventual espacio… Este año, además, tenemos el ingrediente adicional de que, con el cambio del escenario económico externo y local, los analistas económicos pero también las autoridades, han hecho bastante énfasis en la necesidad de una mayor austeridad fiscal en el Presupuesto del próximo quinquenio. En ese marco, la decisión de suspender (al menos por el momento) las obras del Antel Arena generó duras críticas del PIT-CNT e incluso de algunos sectores del mismo partido de gobierno, que volvieron a levantar el planteo, que tampoco es nuevo, de utilizar alguna parte de las reservas del Banco Central para financiar este proyecto, algo que el Ministro Astori rechazó…
En medio de estos debates, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a entender un poco más de qué hablamos cuando hablamos de reservas internacionales… ¿Qué rol tienen estas reservas en la economía? De esto conversaremos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Florencia, para ordenar algunas ideas, expliquemos en primer lugar qué son las reservas internacionales… para qué se usan…
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
Bien, Romina… Las reservas internacionales están compuestas por activos financieros que el Banco Central tiene en su poder… La característica de esos activos es que se pueden transformar rápidamente en medios de pago aceptados internacionalmente… Para ser activos de reservas deben estar nominados en divisas (en monedas aceptadas en el mundo como el dólar, el euro o el yen)… Normalmente, esos activos son depósitos en instituciones bancarias del exterior o inversiones en títulos de deuda pública de gobiernos con una elevada calificación crediticia… En el pasado el Uruguay tenía también reservas de oro entre sus reservas internacionales… hoy son prácticamente inexistentes.
¿Para qué se usan? Los activos de reserva son recursos que el país tiene para enfrentar momentos de necesidad. Son un respaldo, que entre otras cosas da “tranquilidad” a los acreedores del país, en relación a la capacidad de pago, la solidez financiera del gobierno. De esa perspectiva, si debido a turbulencias en los mercados internacionales se vuelve difícil emitir deuda pública para financiar el déficit fiscal o para pagar la deuda pública que va venciendo, el gobierno podría apelar al uso de algunas de sus reservas, aunque sólo por cierto tiempo y con muchos límites.
RA: – Ahora volvemos a eso Florencia, pero una pregunta previa… ¿A cuánto ascienden las reservas? ¿Y cuánto le rinden esas reservas al gobierno?
FC: – Las reservas del Banco Central están actualmente en torno de los US$ 18.000 millones actualmente. Esas reservas están invertidas en instrumentos nominados en monedas extranjeras… Como las tasas de interés en el mundo, para las inversiones en dólares, en euros o en yenes son muy bajas, los rendimientos o los intereses percibidos son pequeños… A su vez, los plazos de esas inversiones suelen ser bastante cortos, lo cual refuerza el resultado de una baja rentabilidad… No tenemos un dato preciso pero estamos hablando sin dudas de rendimientos muy reducidos.
RA: – Te hacía esa pregunta porque justamente a veces se sostiene que el gobierno obtiene muy poca rentabilidad por esas reservas y de algún modo eso puede reforzar el planteo de darles un uso mejor…
FC: – Es verdad, es un planteo frecuente… Lo que no se debe perder de vista, sin embargo, es que las reservas se tienen, como decía recién, para cubrir eventos excepcionales y son un respaldo para el mercado monetario…
Y esto ya nos dice algo importante de las reservas… Se pueden utilizar en momentos excepcionales pero no deberíamos pensar en utilizar las reservas de modo repetitivo o sistemático.
RA: – ¿Por qué decís eso, Florencia?
FC: – Porque con cierta frecuencia en el debate político uruguayo, sobre todo en instancias de discusión del presupuesto, se plantea que una forma de incrementar el gasto en alguna área de prioridad es recurriendo a las reservas. El tema es que si todos los años se va a realizar un gasto y ese gasto no es cubierto con ingresos tributarios sino que se emplean reservas para eso, más tarde o más temprano las reservas se van a resentir…
Detrás de esos planteos hay confusiones conceptuales importantes…
RA: – ¿Cuáles son esas confusiones?
FC: – En primer lugar y en línea con lo que decía recién cuando se sostiene que una forma de financiar una suba del gasto es utilizando las reservas se confunde el concepto de ingresos del gobierno con el concepto de financiamiento del gobierno…
Es un hecho que el gobierno uruguayo está teniendo todos los años un déficit fiscal… Eso quiere decir que sus ingresos tributarios (y otros ingresos como las utilidades de las empresas públicas) son menores que sus gastos… Sin embargo el gobierno puede hacer frente a ese déficit porque obtiene financiamiento en los mercados… ¿Cómo lo hace? Emitiendo deuda… La realidad es que el gobierno no tiene problemas de financiamiento actualmente…
Si el gobierno quisiera gastar más eso supondría seguramente más déficit fiscal… Ahora, si se usan las reservas o si se emite deuda pública adicional para financiar ese mayor déficit es un tema que no debería confundirse con la decisión de aumentar el gasto…
La otra confusión tiene que ver con la noción de que las reservas son un patrimonio o un recurso de libre disponibilidad del gobierno.
RA: _ – ¿A qué te estás refiriendo, Florencia?
FC: – A lo siguiente… que el gobierno tenga reservas no quiere decir que pueda disponer de ellas a su antojo… El Banco Central tiene hoy, como mencionaba antes, unos 18.000 millones de activos de reserva pero esos activos de reserva no son su patrimonio…
¿Cómo adquirió esas reservas el Banco Central?… Si miramos el patrimonio contable del Banco Central al 31 de diciembre de 2014, el patrimonio del banco era de algo más de US$ 1.000 millones… En su activo tenía reservas por unos US$ 17.500 millones en aquel momento… Pero el Banco Central también tiene obligaciones… Parte de esas reservas el BCU las obtuvo de los depósitos que en el Banco Central realizan los bancos comerciales… los llamados encajes… Parte de esas reservas el Banco Central las obtuvo comprando dólares en el mercado y emitiendo deuda en moneda nacional… En ese sentido, por ejemplo, al 31 de diciembre el Banco Central tenía deudas con el sistema financiero por unos US$ 8.900 millones y había realizado emisiones de títulos de deuda en moneda nacional y unidades indexadas por US$ 8.300 millones… Al final lo que tenemos es que la diferencia entre los activos (derechos) y pasivos (obligaciones) del Banco Central son su patrimonio… que como decíamos ascendía al cierre del 2014 a unos US$ 1.000 millones… una cifra relativamente menor en relación al gasto del gobierno y a lo que se maneja en general en el marco de los debates en torno al uso de reservas…
En definitiva, Romina, si el Banco Central gastara una parte significativa de las reservas en financiar gastos o inversiones del gobierno, obviamente en algún momento no podría hacer frente a sus obligaciones… Por eso es que las reservas se pueden usar con limitaciones en momentos más o menos excepcionales.
RA: – Entonces, Florencia, para terminar, ¿qué camino tiene el gobierno para aumentar el gasto público en este Presupuesto?
FC: – A nuestro juicio, la pregunta clave es si hay espacio para aumentar el gasto. Como hemos comentado muchas veces en el programa, en el contexto actual a nuestro juicio es necesario moderar sustantivamente el gasto público. El país ya tiene un déficit fiscal relativamente alto (de más de 3 % del PBI), que por ahora puede financiar sin dificultades. Pero el gobierno enfrentará en este quinquenio un contexto económico y financiero bastante más complicado. Además, el país tiene una inflación alta que está limitando la capacidad del Banco Central para flexibilizar su política monetaria y favorecer un dólar más alto… Pese a todo lo que subió el dólar en las últimas semanas, la competitividad del país sigue muy comprometida… y nuevos aumentos del gasto público contribuirán a agravar este problema de competitividad…
Con lo cual, más allá del debate en torno al eventual financiamiento de algún gasto o inversión con reservas, a nuestro juicio, en este contexto no es prudente pensar en subas significativas del gasto público…