El Ministerio de Turismo informó que en el primer trimestre de 2018 ingresaron al país más de 1.500.000 visitantes, lo que supuso un aumento de 10 % frente a el mismo período de 2017 y marcó un nuevo récord histórico. Sin embargo, el gasto de esos turistas en el país sumó poco más de US$ 1.000 millones, lo que en términos corrientes implicó un incremento de solo 1 % frente a la temporada anterior.
Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se explica esa diferencia? ¿Cómo fue el comportamiento por zonas? ¿Y por origen de los visitantes? En los próximos minutos les proponemos analizar las últimas cifras con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Tamara, los datos oficiales que se conocieron esta semana confirmaron que este año tuvimos una temporada récord en materia de visitantes. ¿Fueron mayormente argentinos? ¿O también tuvimos mayor ingreso de turistas de otras nacionalidades?
Tamara Schandy (TS): Fueron mayormente argentinos. Los argentinos siempre son una porción mayoritaria de los visitantes que recibimos cada verano, pero este año además fueron los que más crecieron. Concretamente, del millón y medio de visitantes que mencionaba Emiliano, 1.160.000 fueron argentinos. Esa cifra supone un nuevo récord también para la cantidad de argentinos, que subió 11 % respecto a la temporada anterior. También subió en forma muy fuerte el ingreso de uruguayos residentes en el exterior, donde probablemente hay una cantidad importante que viene justamente desde Argentina. Esas dos categorías (argentinos y uruguayos residentes en el exterior) representan más del 80 % de los turistas que ingresaron a Uruguay en enero-marzo y es donde reside la explicación del aumento.
En otros orígenes, de hecho, no se vieron incrementos. Por ejemplo, la cantidad de chilenos bajó casi 20 %, la de paraguayos cayó 30 % y la de brasileños se mantuvo sin cambios. Justo es decir, de todas formas, que estamos comparando con un 2017 que había sido particularmente bueno también. Por ejemplo, los brasileños se mantuvieron estables en torno a 137.000, pero ese número es casi 30 % superior al de hace dos años.
RA – Ahora, Tamara, fue una temporada récord en términos de visitantes, pero las cifras de gasto de esos turistas no fueron tan buenas. ¿Cómo analizan ustedes esos datos?
TS – Es cierto. Emiliano mencionaba al inicio que esos turistas gastaron poco más de US$ 1.000 millones de dólares en enero-marzo y que eso es un aumento de solo 1 % respecto al mismo período de 2017.
Si consideramos que en el último año además hubo inflación y que el tipo de cambio prácticamente estuvo en el mismo nivel que un año atrás, esos números en realidad pautan que el gasto medido en términos reales de hecho cayó alrededor de 5 %.
Y, además, hay que considerar que este año la semana de turismo cayó en marzo (dentro del trimestre), cuando el año pasado había caído en abril (fuera del trimestre). Por ende, la comparación en todo caso se ve “beneficiada” por tener una semana intensa de ingreso y gasto en 2018… y ni aun así hubo crecimiento respecto a 2017.
De todos modos, Romina, reitero que estamos comparando con un 2017 que fue extremadamente bueno en materia de ingreso de divisas por turismo.
RA – Tamara, quizás valga la pena comparar esos US$ 1.000 millones de gasto con otros años, no con 2017.
TS – Si comparamos con 2016, por ejemplo, los ingresos de divisas en enero-marzo de 2018 son 40 % superiores en términos corrientes y 10 % mayores si lo medimos en términos reales.
Si nos vamos todavía más atrás, los US$ 1.093 millones de este año son en términos corrientes casi idénticos al récord anterior, que se había dado en 2011 (con ingresos de US$ 1.072 millones). En términos reales, la cifra de este año no alcanza al récord de 2011 pero es muy parecida al número de 2012 (que también fue bueno) y es superior a los ingresos por turismo de 2013, 2014 y 2015…
Así que, en síntesis, Romina, diría que la cifra de gasto es un poco “decepcionante” (tuvimos caída en términos reales pese a tener a favor el efecto calendario de semana de turismo), pero estamos con niveles muy buenos en una perspectiva histórica.
RA – Tamara, de las cifras que venimos comentando se desprende que el gasto per cápita bajó respecto a la temporada anterior… ¿Eso se vio en el turismo argentino o también de otras nacionalidades?
TS – El gasto per cápita en dólares corrientes bajó 8 % en promedio. El gasto per cápita de los argentinos cayó más o menos eso… recordemos que los argentinos son más de tres cuartas partes del total, con lo cual es difícil que el promedio se separe mucho de lo que sucede con los argentinos.
Si miramos otras nacionalidades, el gasto promedio per cápita de los brasileros también cayó (5 % en dólares corrientes), pero en otros casos hubo aumentos. Por ejemplo, antes decía que este año recibimos menos chilenos, pero el gasto per cápita de los que vinieron fue en promedio 4 % mayor.
RA – Tamara, te propongo cambiar ahora la mirada a los diferentes destinos turísticos. ¿En qué zonas recibimos más visitantes? ¿En dónde hubo más gasto?
TS – El incremento en la llegada de turistas fue bastante generalizado entre los principales destinos de temporada. Como siempre, Punta del Este fue el destino que nucleó más visitantes, con un récord de 385.000 turistas (25 % del total). Sin embargo, los crecimientos más fuertes estuvieron en Piriápolis y la Costa de Oro, con subas de 29 % y 23 % respectivamente. El litoral termal también volvió a subir de forma importante (16 % frente a 2017), marcando también en ese caso un récord histórico de visitantes.
Cuando miramos la información del gasto por destino turístico, también hay matices relevantes. Decíamos antes que en el promedio país hubo un aumento de sólo 1 % en el total de gasto en dólares corrientes, lo cual es una caída en términos reales. Piriápolis, la Costa de Oro y el litoral termal, con los aumentos de la cantidad de visitantes que antes mencionaba, escaparon a esa dinámica y se vieron beneficiados de mayores ingresos de divisas por turismo. En cambio, en Rocha hubo una caída de casi 10 % en dólares corrientes y en Punta del Este una de 3 %. Punta del Este, de todos modos, se mantiene como un destino con gasto per cápita sensiblemente mayor que otros destinos. Decíamos antes que recibió el 25 % de los visitantes, pero capturó la mitad del ingreso de divisas (aproximadamente US$ 500 millones en el trimestre).
RA – Tamara, más allá de los datos de la llegada de turistas al país, ¿qué pasó con la salida de uruguayos al exterior?
TS – En el primer trimestre de 2018 la cantidad de viajes de residentes uruguayos al exterior fue de unos 488.000. Eso supone un 4 % más que en el mismo período de 2017. En este caso no estamos hablando de un nuevo récord. En 2013, 2014 y 2015 se registraron más de 600.000 viajes en los respectivos primeros trimestres. Ese número luego bajó mucho con la baja general del gasto de los hogares que se vio con el enfriamiento de la economía, y recién desde mediados del año pasado empezamos a ver un repunte en el turismo emisivo.
A diferencia de lo que sucedió con el turismo receptivo, en el caso del turismo emisivo hubo un aumento del gasto per cápita en 2018. O sea, viajamos más pero también gastamos bastante más. El gasto per cápita se incrementó 13 % en términos corrientes, incluso cuando la estadía promedio cayó casi 10 % en la misma comparación.
RA – Con esos números, ¿cuál es el saldo neto de divisas por turismo para Uruguay?
TS – Es ampliamente positivo. En total los uruguayos gastaron en el resto del mundo unos US$ 340 millones en el primer trimestre de 2018. Eso es un aumento de 18 % frente al mismo período de 2017, pero que igual nos deja con una cifra holgadamente superavitaria si comparamos con los US$ 1.000 millones que como comentábamos antes recibió el país de los visitantes que ingresaron en este primer tramo de 2018.
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