El aumento de 5,1 % es sensiblemente mayor al del primer mes de años anteriores, lo que puede traer aparejadas complicaciones inflacionarias e incluso de empleo
EMILIANO COTELO (EC): El Instituto Nacional de Estadística divulgó ayer que el Indice Medio de Salarios subió 5,13 % en enero, acelerándose frente a mediciones anteriores.
Con este nuevo dato sobre la mesa y con el tema de las negociaciones colectivas de salarios en el tapete de la discusión pública en estos días, nos pareció oportuno repasar qué muestran las últimas cifras, cómo viene siendo el comportamiento por sector de actividad y qué perspectivas se manejan para este año en función de los convenios vigentes. Les proponemos conversarlo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
Tamara, ¿cómo vieron las cifras que divulgó ayer el INE? ¿Sorprendió el aumento que tuvo el Indice Medio de Salario en enero?
TAMARA SCHANDY (TS): La verdad que sí. Enero tradicionalmente es de los meses “fuertes” de ajuste salarial. Ajustan la mayoría de los salarios públicos y es mes de ajuste también para muchísimos convenios colectivos del sector privado.
Pero este aumento de 5,1 % fue sensiblemente más alto que el que habíamos visto en los últimos eneros. En enero de 2018 el INE había registrado un aumento de 4,5 % y en enero de 2017 uno de 4 % mensual.
Fruto de esto, con este último dato se vio una aceleración apreciable si medimos el crecimiento interanual del Indice Medio de Salarios. Diciembre había cerrado con un aumento de 8,2 % respecto al diciembre previo, y ahora enero de 2019 resultó 8,9 % más alto que enero del año pasado. Descontando la inflación que hubo en el período, eso implica un crecimiento del salario real de 1,4 %.
EC: ¿Cómo son los números a nivel de sectores? ¿Es generalizada esa aceleración?
TS: Bastante generalizada. En el sector público, que como decía antes suele tener el grueso del ajuste anual este mes, vimos una suba promedio de 8,3 % en enero. En términos interanuales el incremento es de 9,6 %, superior al promedio de la economía.
En particular, este enero vimos un incremento del orden del 10 % a nivel promedio del gobierno central, casi dos puntos porcentuales mayor que el que se había registrado en enero de 2018 (que había sido de 8 % nominal). La verdad es que esta aceleración en los salarios del gobierno central, que supone un crecimiento real de 2,8 %, llama bastante la atención dado el contexto de las cifras fiscales en Uruguay.
Del lado de los salarios de las empresas públicas también se dio una aceleración. Se vio un aumento de 8,1 % este enero, que no deja tanto crecimiento en términos reales como en el gobierno central, pero que igual es más de un punto porcentual superior al que se había registrado en enero del año pasado.
EC: ¿Y qué pasó en el ámbito privado?
TS: Los salarios en el sector privado se aceleraron en promedio, pero no en forma tan marcada. El IMS privado subió 3,5 % en enero frente a 3,2 % en enero de 2018. La variación interanual quedó en 8,5 %, que supone un aumento de 1 % en términos reales…
A nivel de los grandes macrosectores hubo aceleración en la mayoría, quizás con las excepciones más notables (aunque muy intuitivas) en el comercio y en el sector hotelero y de restaurantes. Allí los aumentos de este enero resultaron menores que los de enero pasado, lo cual es el resultado esperable dada la coyuntura que atraviesa el sector, con mucho menor actividad turística y un consumo local que probablemente también se ha venido aflojando.
Ahora, en otros sectores hay algunas sorpresas, al menos desde nuestra perspectiva. La industria manufacturera mirada en su conjunto es uno de los sectores en los que vimos una aceleración. El salario medio allí marcó un incremento interanual de 9,3 %. Esto significa un aumento de 1,8 % real… En un sector que está en recesión si se miran los indicadores de actividad que periódicamente difunde el INE, que viene perdiendo empleo en forma casi sistemática y que en 2018 operó con el menor nivel de horas trabajadas desde el año 2003, es realmente muy llamativo el ritmo al que suben los salarios.
EC: ¿Cuáles son las proyecciones que manejan para el resto del año, Tamara?
TS: Como decía antes, para los salarios públicos el partido queda esencialmente jugado con el incremento de enero. Para los privados los aumentos están más repartidos en el año, con otro punto estacional importante en julio, cuando se da el segundo ajuste de los sectores que ajustan semestralmente.
Nosotros en general veníamos previendo que 2019 iba a ser un año de suba muy modesta del salario real. En el promedio del año pasado habíamos visto que el salario real había dejado de crecer por primera vez desde 2004. Y nuestros pronósticos apuntaban a que 2019 iba a tener un aumento muy ligero, del orden de 1 % real… que a su vez no era tanto por la dinámica que esperábamos para este año sino por el hecho de que los convenios colectivos de salarios se terminaron cerrando tarde el año pasado, muchos aumentos se terminaron concediendo sobre el final del año y por lo tanto dejaban un piso más alto para la comparación de promedios anuales este año.
Ahora, como decía recién, estos datos de enero nos sorprendieron un poco… Fueron aumentos más altos de los que anticipábamos y abren un escenario en el que el salario nominal podría terminar subiendo más este año.
EC: ¿Y el salario real?
TS: El salario real también, aunque hay que ver también lo que sucede con la inflación. Si los salarios se aceleran, eso puede derivar en presiones sobre los precios mayores que las que veníamos anticipando hasta ahora.
EC: ¿Cómo se conjuga esta posible aceleración del salario real este año con la situación del mercado de trabajo? Te lo pregunto porque el nivel de empleo viene cayendo desde 2014 y ustedes han señalado muchas veces en el programa que eso estaba indicando que ya no había espacio para incrementos del salario real.
TS: Lo seguimos pensando. De hecho, como decía recién nos vimos sorprendidos por el dato de enero. Y vemos con preocupación que nuevos incrementos del salario real puedan poner más presión sobre esa tendencia declinante de los niveles de ocupación, pese a que los datos de noviembre y diciembre fueron relativamente buenos.
Cifras como las que comentaba recién para la industria manufacturera son un ejemplo muy claro de esto.
Y la otra preocupación, reitero, es a nivel fiscal. La suba de 2,8 % real que recogió el INE para el gobierno central y el aumento de 2,1 % que se vio en el IMS promedio del sector público superan con creces el ritmo de crecimiento que puede esperarse de la economía y de la recaudación y son francamente bastante preocupantes en el marco del déficit que tiene Uruguay.
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