El jueves pasado, en Nueva Zelanda, el canciller Francisco Bustillo presentó formalmente la solicitud de ingreso al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP), una de las áreas de libre comercio más grandes del mundo.
Una vez que se concretó ese paso, el presidente Luis Lacalle Pou ratificó el rumbo de su gobierno. “Más oportunidades para nuestro país y nuestra gente. Un Uruguay abierto al mundo”, publicó en su cuenta de twitter
Pero en las horas previas, el miércoles, “los coordinadores nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay ante el Grupo Mercado Común del Mercosur” habían enviado a Montevideo una nota de advertencia.
En esa declaración, que también se difundió públicamente, se dice que “ante acciones” de nuestro país “con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con una dimensión arancelaria”, y “teniendo en cuenta la posible presentación” de “un pedido de adhesión” al acuerdo transpacífico, los tres socios “se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para defender sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial”.
En este enlace se pueden consultar la nota en conjunto de Argentina, Brasil y Paraguay.