Foto: Fazenda de la Esperanza
Nuestro país no solo es altamente urbanizado, sino que prácticamente la mitad de su población está concentrada en el área metropolitana.
La contracara de ese fenómeno es que nuestra población rural dispersa representa menos del 5% del total de habitantes del país.
Por eso es probable que haya citadinos que sientan curiosidad sobre cómo es vivir en campaña o en pequeños pueblos de apenas unos cientos de habitantes.
En Conexión Interior tenemos la invitación a recorrer ese mundo del interior profundo a partir de la historia de vida de una trabajadora rural ya jubilada.