Luego de una angustiosa espera, entre el fin de semana y hoy apareció el agua para los tamberos, un ramo de la actividad que viene siendo muy castigado a varios frentes, algunos de los cuales hemos tenido oportunidad de analizar aquí En Perspectiva. Les proponemos conversar con Rosanna Dellazoppa para ver cuál era la foto del campo que teníamos hasta ahora, antes de que esta tormenta se desatara en la madrugada.
Agro En Perspectiva
Miércoles 17.02.2016
Luego de una angustiosa espera, entre el fin de semana y hoy apareció el agua para los lecheros. Ustedes saben, es un ramo de la actividad que viene siendo muy castigado a varios frentes, algunos de los cuales hemos tenido oportunidad de analizar aquí En Perspectiva.
Ahora les proponemos conversar con Rosanna, para ver cuál era la foto del campo que teníamos hasta ahora, antes de que esta tormenta se desatara en la madrugada.
EMILIANO COTELO (EC) —Buen día, ¿qué información manejas respecto cómo viene lloviendo, ahora y en los últimos días?
ROSANNA DELLAZOPPA (RD) —Una sensación de cierto alivio fue la que recogí en el fin de semana luego de conversar con nuestros informantes en todo el país. Las lluvias variaron entre 7 mm y 50 mm según el departamento. Se repite lo que ya estaba ocurriendo: lluvias dispares, muy localizadas en diferentes lugares del mismo departamento. Lo irregular de la situación es el común denominador del país.
EP —¿Cómo podría describirse la situación de campo de los tambos en las condiciones de hoy?
RD —Si nos centramos específicamente en la cuenca lechera, a quien no le había llovido la semana pasada cuando hablábamos con lluvia desde una zona ganadera, las lluvias oscilaron entre 20 mm y 50 mm.
Es interesante repasar lo ocurrido para poder comprender los procesos: un enero muy caluroso (por arriba del promedio histórico) y sin lluvia desde fines del año pasado. Un verano con poca lluvia puede tomarse como normal, pero no así el calor intenso. Como resultado de esto, hay cañadas y tajamares secos, y la mayoría del ganado tomando agua en bebederos, algo que el sector lechero ha incorporado masivamente en los últimos 10 años. Las leguminosas que componen las praderas artificiales prácticamente han desaparecido, a excepción de la alfalfa que es una especie que se defiende mejor de la falta de agua pero que, al mismo tiempo, no se expande demasiado porque es muy exigente con el tipo de suelo que necesita. Los verdeos de verano como el sorgo, tienen muy poco rebrote y por lo tanto decayeron mucho en su oferta de forraje y, por último, los cultivos sembrados para silo, como el maíz, tienen daños irreversibles.
A esto hay que agregarle que hay relativamente pocas reservas provenientes de la primavera que, además, se hacen para los meses de invierno que son los de menor producción. El estado del ganado es bueno, por la época del año en que estamos donde se dejan de ordeñar las vacas que paren en otoño. Pero claro que todo esto redunda en un descenso de la producción de leche diaria.
En resumen, las lluvias han traído alivio momentáneo a las “achicharradas y castigadas” pasturas. Si bien muchas han reverdecido, hay daños irreversibles. Pero lo más positivo, es observar cómo la lluvia le cambia el ánimo de los productores. Gonzalo Urioste [asesor lechero], me decía en Florida que nunca pierden “la fe ni la rebeldía de seguir trabajando la tierra y mirando el mañana con optimismo”.
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¿Qué valor tiene el precio de la leche hoy al productor si la comparamos con valores históricos?
En diálogo con los técnicos del INALE, Instituto Nacional de la Leche, observamos el precio muy bajo en relación a los últimos años (US$ 0,24-0,25/l). Esto no sería un problema si no fuera que los costos se han quedado por las nubes, US$ 0,28-0,32/l.
Más del 50 % de los costos del tambo (semillas, raciones, fertilizantes, herbicidas e insumos importados) son en dólares y no han mostrado hasta el momento ninguna baja en dólares a pesar de la suba de la moneda.
Esto quiere decir que el margen económico del tambero es negativo, producen perdiendo, y esta situación la enfrentan haciendo alguna o más de una de estas alternativas: bajando costos al mínimo, endeudándose o vendiendo ganado de su establecimiento.
Esta situación no puede durar mucho más sin afectar definitivamente las economías de las empresas hasta el grado de un cierre masivo de las mismas. La buena noticia la dio ayer el ministro de Ganadería Tabaré Aguerre, quien anunció luego del consejo de ministros que buscarán con el Ministerio de Economía una solución paliativa al tema mientras se espera el cobro de los productos vendidos a Venezuela.
—Rosanna Dellazoppa
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Foto en Home: Tambo en Cerro Largo (Archivo). Crédito: Ricardo Antúnez/adhoc Fotos.