Análisis Económico

La evolución del turismo en lo que va del 2019

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¿Qué podemos esperar para la temporada 2020?

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ROMINA ANDRIOLI (RA): La semana pasada el Ministerio de Turismo presentó cifras del tercer trimestre del año, que marcaron un nuevo descenso en la llegada de turistas y en el gasto de los turistas en el país, aunque muy moderado en relación a los niveles de un año atrás.

Con estas cifras a la vista y ante el deterioro que ha seguido mostrando el escenario en Argentina, vale la pena detenerse a mirar con atención las últimas cifras relativas al turismo en nuestro país y conversar sobre las perspectivas para esta próxima temporada. Para eso estamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte. 

Para entrar en tema, quizás valga la pena comentar los últimos datos disponibles. ¿Qué mostraron las cifras de turismo del tercer trimestre del año? 

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Bien. Si miramos los últimos datos disponibles, en el tercer trimestre del año el ingreso de turistas alcanzó a unos 660.600, lo que supone una caída de poco más de 3% frente al mismo trimestre de 2018. Y el gasto de esos turistas en el país bajó 7% en dólares corrientes, pero con un dólar más alto, eso implicó una caída de 3% en términos constantes. 

Se trata de descensos moderados en relación a los niveles de un año atrás. De hecho, también en el segundo trimestre las caídas en la llegada de visitantes y en el gasto fueron muy moderadas, de apenas 2%-3% en la comparación interanual. 

Lo que sucede es que, a diferencia de lo que sucedía cuando comparábamos las cifras de enero-marzo, que marcaban caídas fuertes respecto a los niveles récord de la temporada 2018, en los últimos dos trimestres ya estamos comparando con cifras de turismo mucho menores. Hay que recordar que ya a partir de abril de 2018, cuando estalla la primera corrida cambiaria en Argentina, la llegada de argentinos tubo un descenso brusco. 

RA: Está claro. ¿Y cómo quedan entonces las cifras para el acumulado del año? 

FC: En el acumulado del año la contracción del turismo es muy significativa, porque, como decía antes, la temporada (en donde se concentra la llegada de turistas) si marcó caídas muy fuertes frente a 2018. Concretamente, en enero-setiembre llegaron al país poco más de 2.356.000 turistas, lo que supuso una caída de casi 17% (unos 475.400 visitantes menos que en el mismo período de 2018). 

Y en ese marco, el gasto de los turistas en nuestro país cayó 21% en dólares y 16% en términos reales (siempre frente a enero-setiembre de 2018). Según estas cifras, entonces, el ingreso de divisas asociado al turismo se ubicó en unos US$ 1.360 millones en los primeros nueve meses del año, se redujo en más de US$ 370 millones frente a enero-setiembre de 2018 y es unos US$ 440 millones menor al pico de enero-setiembre de 2017, aunque aún es mayor que el registro del mismo período de 2016. 

RA: ¿Y cómo fue la evolución por origen de los visitantes? Supongo que los argentinos lideran la caída, ¿verdad?  

FC: Efectivamente. De hecho, la caída se explica casi exclusivamente por los argentinos. Yendo a las cifras, en lo que va del año (hasta setiembre) ingresaron al país unos 541.000 turistas argentinos menos que en enero-setiembre de 2018, eso implica una caída de 29% a nivel de los argentinos.

En cambio, el ingreso de visitantes desde otros orígenes aumentó en términos generales, con pocas excepciones.  En concreto, la llegada de turistas no argentinos aumentó casi 7% en enero-setiembre y marcó un récord histórico para el período, al superar el millón de personas. 

En particular, yendo por orden de importancia, el ingreso de uruguayos no residentes en el país creció 12%, la llegada de brasileños aumentó 3,5%, la de europeos subió poco más de 2% y la de visitantes de América del Norte se incrementó casi 8% (siempre en la comparación con enero-setiembre de 2018). Luego, a nivel de América del Sur y Central, cayó la llegada de turistas chilenos (un 7%) y se mantuvo prácticamente estable el ingreso de paraguayos, pero aumentó casi 12% el ingreso de visitantes de otros orígenes de nuestro continente. Y finalmente también aumentó poco más de 7% la llegada de turistas de otras partes del mundo, fuera de Europa y de las Américas.  

RA: O sea que la caída a nivel de los argentinos fue determinante. En ese sentido y mirando para adelante, ¿cómo están viendo ustedes las perspectivas para este próximo verano? La situación argentina lejos de mejorar ha seguido empeorando, ¿verdad?  

FC: Sí. La verdad que dada la situación que estamos viendo en Argentina, las perspectivas en materia de turismo para este próximo verano no son buenas. No podemos perder de vista que los argentinos son más del 60% de los turistas que llegan cada verano a nuestro país. 

En ese sentido, nosotros en Deloitte tenemos modelos de proyección para el ingreso de visitantes y el gasto de los turistas en nuestro país, que básicamente tienen por detrás como fundamentos más relevantes, a la evolución de la actividad económica en nuestros dos vecinos, a la evolución de los precios relativos de Argentina y de Brasil con el mundo y a nuestros precios relativos con ellos dos. De alguna manera, entonces, estos modelos capturan que cuando Brasil y más que nada Argentina crecen, eso favorece el ingreso de turistas en nuestro país. Y que cuando los países vecinos tienen monedas relativamente apreciadas –o en otras palabras cuando Argentina y/o Brasil están relativamente caros- eso también favorece al turismo en nuestro país. 

En base a esos modelos y contemplando sobre todo la fuerte devaluación que viene sufriendo el peso argentino (que ha supuesto un deterioro abrupto de nuestra competitividad frente a Argentina) y la recesión severa que está atravesando la economía vecina, estamos previendo una nueva caída en los flujos turísticos este verano, incluso cuando la llegada de turistas de otros orígenes pueda seguir subiendo.

RA: ¿Cuánto esperan que caiga la llegada de turistas concretamente? ¿Podemos comentar esas cifras? 

FC: Concretamente, nuestros modelos proyectan que en enero-marzo de 2020 la llegada de turistas a nuestro país caería algo menos de 10% frente a enero-marzo de 2019, con una contracción de casi 15% a nivel de los argentinos. Estamos hablando de unos 84.000 turistas menos que en el primer trimestre del año pasado. Es una caída mucho menor que la que vimos en la temporada 2019, sin dudas, porque en la temporada 2019 comparábamos con un verano récord, como había sido el verano 2018. De hecho, respecto a ese pico del verano 2018, estaríamos viendo en el verano 2020 unos 520.000 turistas menos. Nos tenemos que remontar a la temporada 2014 para ver una temporada con menos turistas que esta que estamos proyectando. 

De todas maneras, también debemos advertir que estos modelos tienen sus limitaciones y a nuestro juicio estas proyecciones que estamos compartiendo seguramente se estén quedando cortas en términos del descenso que podemos terminar viendo en la llegada de turistas esta temporada. 

RA: ¿Por qué decís eso? 

FC: Porque, como decía antes, los modelos identifican como determinantes esencialmente los niveles de actividad económica y los precios relativos de nuestro país frente al resto del mundo (en particular frente a los países vecinos). Y son modelos que han mostrado un buen ajuste en términos generales si una hace una evaluación para el conjunto del período para el cual se tienen datos (desde los años 90). Ahora, son modelos que también tienen errores significativos cuando se dan algunos factores puntuales difíciles de introducir en la modelización (como por ejemplo el cierre de los puentes entre 2006 y 2010) o cuando hay cambios importantes en las expectativas. En ese sentido, por ejemplo, en 2017-2018, nuestros modelos proyectaban que la llegada de argentinos iba a crecer, pero se quedaron cortos, no lograron capturar el impacto de un clima de expectativas muy favorable en Argentina tras el cambio de gobierno, que terminó generando un récord de visitantes argentinos a nuestro país en esos años. 

Ahora seguramente suceda lo mismo pero en sentido contrario. Los modelos pueden terminar subestimando la caída a nivel de los turistas argentinos y a nuestro juicio seguramente ese sea el caso, porque resulta muy difícil de cuantificar el impacto que tendrá el deterioro de expectativas que estamos viendo en el país vecino y las crecientes restricciones a la compra de dólares y al gasto en el exterior. Esos son elementos que seguramente terminarán suponiendo un descenso importante de la llegada de turistas argentinos en el próximo verano. A nuestro juicio en las circunstancias actuales nos aguarda una temporada turística muy difícil. 

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Foto: Javier Calvelo – adhocFOTOS

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