A. Económico

Ante el exceso de lluvias de las últimas semanas, ¿cambian las perspectivas para la zafra agrícola de verano que está terminando? Con Delfina Matos (Exante)

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EMILIANO COTELO (EC): El clima de las últimas semanas está planteando un escenario complejo en este fin de zafra para los cultivos de verano. Si bien en el inicio del año destacábamos las muy buenas perspectivas de producción de soja en la región, las severas inundaciones en el estado brasileño de Río Grande del Sur y varios días consecutivos de lluvias también en Argentina y Uruguay que están impidiendo el desarrollo de la cosecha, permiten prever pérdidas relevantes en la producción. En ese marco, los precios de los granos han tenido un repunte.

Frente a este panorama, cabe preguntarse, ¿cuánto se estima que afectará el exceso de lluvias a las cosechas de los cultivos de verano en la región y en nuestro país en particular? ¿Qué tanto han subido los precios? ¿Cómo cerrarán los resultados económicos de la zafra tras estos últimos acontecimientos? Vamos a conversar sobre esto con la economista Delfina Matos, de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Delfina, las inundaciones en el sur de Brasil han sido catastróficas en muchos aspectos. En relación con la producción agrícola, ¿ya hay estimaciones de cuánto serán las pérdidas en las cosechas de Brasil?

DELFINA MATOS (DM): La verdad que la situación es muy compleja. El estado de Río Grande del Sur es un productor relevante de soja y de arroz principalmente y se estima que al momento de las inundaciones quedaba entre un 20% y un 30% de la producción por cosechar. En muchos casos las pérdidas serán totales, en otros habrá pérdidas importantes de productividad y de calidad y los productores brasileños advierten que incluso se habría perdido buena parte de la producción ya cosechada, con la inundación de los silos en que estaba almacenada.

De acuerdo a analistas brasileños, en soja se estima que quedaban unos 5 millones de toneladas por cosechar, que para poner en perspectiva, es poco menos del doble de la cosecha total de soja de Uruguay. Si todo eso fuese pérdida, supondría una baja de la cosecha de cerca de 10% respecto a la del año pasado, aunque vale aclarar que igualmente es un nivel muy elevado de producción en comparación con años previos. Y algo similar sucede con la producción de arroz, se estima una baja leve respecto al año previo.

Pero además del daño a los cultivos, las inundaciones generan grandes pérdidas en otros aspectos. Por un lado, la cosecha se realiza fuera de la fecha ideal y los suelos pueden sufrir daños importantes, lo que puede impactar negativamente sobre las próximas siembras. Y, por otro lado, están los daños en la infraestructura y caminería, que complican el transporte de la producción y suponen mayores gastos, tanto para la agricultura como para otras actividades productivas de la región. Y esto, aunque de forma más moderada, también se está viendo en nuestro país (sobre todo en la zona Este), donde las lluvias fueron muy importantes en las últimas semanas.

RA: Por ahí quería ir, ¿este escenario climático está cambiando mucho las previsiones que se manejaban para la zafra de verano en nuestro país?

DM: En Uruguay, y similarmente en Argentina, seguramente habrá pérdidas por inundaciones en algunas zonas y por exceso de lluvias en otras, pero por supuesto nada tan severo y generalizado como en el sur de Brasil. Es muy variable por zona, por ejemplo, al norte y en el este de nuestro país se sufrió más el exceso de lluvias, mientras que en el centro, sur y litoral se han generado demoras en la cosecha pero el panorama en general sigue siendo relativamente positivo.

Seguramente habrá en el este del país algunos casos de pérdida total o casi total de la cosecha, pero el mayor riesgo en Uruguay diría que viene por el lado del deterioro de la productividad y de la calidad del grano. Al cosecharse con mayor humedad, los productores probablemente deberán incurrir en mayores costos por secado.

En estos días se abrió una ventana sin lluvias que permitió reiniciar la cosecha en varias zonas, pero la evolución del clima en las próximas dos semanas será clave para definir la magnitud de los daños.

RA: ¿Los daños se darían solo en la soja o en el cultivo de arroz también? Lo pregunto porque al ser el arroz un cultivo de riego no me queda claro qué tanto impacta el exceso de agua.

DM: Es una buena pregunta. El cultivo de arroz también sufre impactos negativos porque las lluvias fuertes llegaron en pleno desarrollo de la cosecha, que ya venía atrasada por las lluvias de marzo y más recientemente tuvo que pausarse por varios días, en la medida en que las inundaciones, sobre todo en el este del país, imposibilitaron el ingreso de las cosechadoras. Todavía queda un 10% por cosechar.

De todas formas, Romina, no quiero dejar de remarcar que más allá del impacto sobre el final de la cosecha, la gran parte del área arrocera se levantó con muy buenos rendimientos, no récord, pero en el orden de los 9.000 kg/há, que es un nivel elevado en una perspectiva histórica. Y, en soja, más allá de algunos casos puntuales de grandes pérdidas, todavía se aguardan buenos rendimientos en general, en el eje de los 2.800 kilogramos por hectárea a nivel promedio país.

RA: Está claro. Ahora, otra de las consecuencias de esta situación fue la suba de los precios de los granos en los mercados internacionales, ¿qué tan importante ha sido?

DM: Si, los problemas en las cosechas del sur de Brasil ya han repercutido en los precios de los granos en las semanas más recientes. Por ejemplo, la soja pasó de valores en torno a los US$ 430 por tonelada en la bolsa de Chicago en marzo y abril, a alrededor de US$ 445 la tonelada desde los primeros días de este mes.

En el arroz la situación venía siendo distinta porque, a diferencia de los demás commodities alimenticios, las referencias internacionales del arroz ya venían acumulando subas fuertes asociadas a ciertas restricciones en la oferta de este grano. Pero esta situación actual ha incluso acentuado eso. De hecho, en Brasil el precio de la bolsa de arroz ya subió 10% en el último mes, lo que podría impulsar alguna suba adicional del precio del arroz local.

RA: Y esta suba de precios, ¿va a poder ser aprovechada por los productores uruguayos? ¿Puede compensar los impactos negativos en la producción?

DM: Bueno, en soja puede haber situaciones bien distintas entre productores, dependiendo de la magnitud de los daños en cada chacra y de qué porcentaje de la cosecha ya habían vendido de forma anticipada. Según operadores del sector, se habían cerrado muy pocas ventas anticipadas, con lo cual este repunte de precios puede ser una buena noticia para una gran parte de los productores. De acuerdo con lo publicado por la Cámara Mercantil, en estos días se están cerrando negocios por unos US$ 415-420 la tonelada, cuando unas semanas atrás las referencias locales rondaban los US$ 400 por tonelada.

En el arroz también dependerá de los daños en cada chacra, probablemente las del este del país enfrenten una peor situación. Pero en cualquier caso, los arroceros ya aguardaban precios muy elevados. En Exante estábamos trabajando con precios del arroz chacra en US$ 15 por bolsa para esta zafra, habrá que ver si esta situación termina reflejándose en una suba todavía más importante de los valores locales.

RA: Bien. Ya para terminar Delfina, me quedé con algo que comentaste al principio de cómo el atraso de las cosechas podría tener un impacto negativo en la siembra siguiente ¿se está previendo un recorte de la superficie de invierno?

DM: La verdad es que las cosechas de verano demoradas, la falta de piso en las chacras y la complicación de la logística viene demorando sí el comienzo de la siembra de invierno, pero todavía es temprano para evaluar los impactos efectivos. En principio se apuntaba a mantener el área del invierno pasado o incluso aumentarla levemente. Por ahora, con el incentivo que supone el repunte de los precios, no se habla de un recorte relevante del área, pero sí parece claro que la siembra no va a poder completarse en fecha ideal.

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