Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
EMILIANO COTELO (EC): En la antesala de una nueva temporada turística, el lunes le dedicamos el espacio de análisis económico a charlar sobre Argentina y las perspectivas de este vecino.
En el espacio de hoy, les proponemos centrarnos en nuestro otro vecino, Brasil, a raíz del fuerte aumento del tipo de cambio que se registró en las últimas semanas.
¿A qué obedece esta evolución reciente del dólar? ¿Cómo viene siendo, en términos más generales, la evolución del contexto económico de Brasil? ¿Qué cabe esperar de cara a la temporada turística?
Conversamos al respecto con el economista Alejandro Vallcorba, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Alejandro, en el espacio del lunes comentábamos que se observó un incremento del dólar a nivel internacional, ¿qué tan marcada o llamativa fue la suba de la divisa norteamericana en Brasil?
ALEJANDRO VALLCORBA (AV): Fue muy marcada. Es cierto que luego del triunfo de Trump en Estados Unidos, el dólar procesó un fortalecimiento generalizado en el mundo. El triunfo de Trump acentúa un contexto internacional que ya era desafiante para los países emergentes. La agenda del nuevo presidente retoma varios de los ejes de su primer mandato, que son consistente con un dólar fuerte en el mundo.
Por ejemplo, desde el triunfo de Trump el dólar subió entre 3% y 4% ante el yuan, la libra y el euro, mientras que en nuestra región se destacaron las subas de 3% en Chile y de 4% en nuestro país… y este fortalecimiento del dólar incluso incorpora que la semana pasada se registró cierto retroceso de la divisa norteamericana en el mundo.
Sin embargo, en Brasil el dólar subió únicamente la semana pasada 4% (cuando en el resto del mundo caída) y se ubica actualmente en R$ 6,1 por dólar. De esta forma, en lo que va del año el real acumula una deprecación de 25% y se posiciona como una de las monedas que más perdió valor en lo que va del año.
Entonces, no es solo que la suba reciente es muy marcada, sino que además se da luego de varios meses en los que el dólar viene subiendo en Brasil más que en el resto del mundo.
RA: ¿A qué responde este aumento del dólar en Brasil?
AV: La suba reciente se da, como decía recién, en un contexto de fortalecimiento del dólar a nivel internacional, pero también impulsada por factores locales.
Como ya hemos comentado con ustedes en otras oportunidades, el signo de la política fiscal viene siendo notoriamente expansivo y las cuentas públicas brasileras se vienen deteriorando en los últimos años.
En ese sentido, la semana pasada, Fernando Haddad, el ministro de economía de Brasil realizó algunos anuncios fiscales que fueron vistos como insuficientes para mejorar las cuentas públicas por el mercado y eso motivó la suba reciente del dólar.
El deterioro fiscal durante esta administración de Lula y los recientes anuncios vistos como insuficientes, generan ciertas dudas sobre la capacidad del gobierno de cumplir con la trayectoria de resultado fiscal que marca la regla fiscal para los próximos años y que apunta a un superávit primario de 1% en 2028, que se estima es el resultado necesario para estabilizar el ratio deuda/PIB.
RA: ¿Podemos repasar las cifras fiscales? ¿Qué tan grande es el desajuste respecto a las metas?
AV: Sí. En los doce meses a octubre el déficit primario se ubicó en algo más de 2% del PIB y el déficit financiero (sumando el pago de intereses) en torno a 9% del PIB. A su vez, la deuda pública es de 79% del PIB y las expectativas de los analistas apuntan a una trayectoria ascendente en los próximos años, llegando a 90% en 2029.
Si bien en los últimos datos fiscales puede haber algunos gastos extraordinarios, el signo de la política fiscal viene siendo ya hace varios años expansivo y no parece haber un compromiso claro del gobierno de ajuste de las cuentas públicas.
En ese sentido, el mercado no confía en que el gobierno logre cumplir con las metas fiscales en los próximos años. En concreto, según la mediana de la encuesta de expectativas que elabora el Banco Central de Brasil, se espera un déficit primario en torno a medio punto del PBI en los próximos tres años y en 2028 déficit de una décima. Esto es una diferencia importante con las metas del gobierno, que implican equilibrio fiscal en 2025 y superávits modestos en los próximos años convergiendo a 1% para 2028.
Este escenario de poca probabilidad de cumplimiento de los objetivos de la regla y de mayor gasto, imprime cierto riesgo respecto a la dinámica inflacionaria.
RA: Bien, vayamos a eso Alejandro, ¿cómo viene evolucionando la inflación en Brasil? ¿se han ajustado las proyecciones?
AV: En octubre la inflación se ubicó en 4,8%, por fuera del rango meta (que va entre 1,5% y 4,5%) por primera vez en lo que va del año.
Ya hace varios meses que la inflación viene aumentando en Brasil, recogiendo este aumento del dólar que comentábamos y de algunas tarifas, especialmente de electricidad, por los incendios y sequias en el norte del país.
Entonces, considerando esta evolución reciente y en un contexto de expansividad fiscal y aumento del tipo de cambio, las proyecciones de inflación se han ido ajustando sistemáticamente al alza en los últimos meses. Actualmente, la mediana de la encuesta de expectativas apunta a que la inflación se ubicaría en 4,7% y 4,4% al cierre de este año y de 2025 respetivamente… cuando hace algunos meses, en abril, se esperaba que se sitúe en 3,7% y 3,5%, lo que supone un aumento de 1 punto porcentual en ambos años.
En este contexto, el Banco Central que hace algunos meses estaba en un proceso de flexibilización de la política monetaria, cambió el signo de la política monetaria, pasando una instancia más contractiva.
El Comité de Política Monetaria subió la tasa Selic 75 pbs entre sus últimas dos reuniones y se ubica actualmente en 11,25%. A su vez, los analistas esperan que siga aumentando la tasa hasta 13,25% en el primer semestre del año que viene, lo que supone subas por 200 pbs más en los próximos meses.
Sin embargo, pese a este fuerte endurecimiento de la política monetaria, los analistas no esperan que el tipo de cambio baje de manera significativa en los próximos meses.
RA: ¿Cómo nos deja esta evolución reciente del dólar a nivel de competitividad con Brasil?
AV: Esto nos deja a un Brasil muy barato medido en dólares, que igualmente no es un fenómeno nuevo, ya hace varios años que la moneda brasilera está depreciada frente al dólar en términos reales.
De hecho, el tipo de cambio real de Brasil frente a Estados Unidos actualmente está 45% por encima de su promedio histórico, y como las expectativas para los próximos meses son de que el tipo de cambio evolucione levemente a la baja, en el corto plazo no se corregiría este desequilibrio.
Esto es algo bien importante para tener en cuenta desde nuestro país, por los efectos en el comercio exterior y en el comercio de frontera, pero sobre todo pensando de cara a la temporada turística que se viene.
RA: Justamente sobre eso te quería consultar. El lunes hablamos sobre la mejora de precios relativos con Argentina y expectativas de más turistas argentinos de cara a la temporada, ¿qué esperan en relación a los turistas brasileros y a los viajes de uruguayos a Brasil?
AV: A ver, como decía: Brasil está muy barato y Uruguay está caro medido en dólares.
Los últimos datos de turismo que tenemos son del tercer trimestre y muestran que entre enero y setiembre de este año la cantidad de turistas brasileros que ingresaron a nuestro país fue casi 20% menor al del mismo período de 2023.
De cara a la temporada nuestros modelos apuntan a un nuevo descenso de turistas brasileros frente a la temporada pasada.
En lo que respecta al turismo emisivo, en los primeros nueve meses del año los viajes de uruguayos a Brasil aumentaron 4% interanual, el gasto en dicho país se incrementó casi 20% y esperamos seguir viendo un flujo importante de viajes a Brasil en los próximos meses.
A su vez, otro efecto a tener en cuenta para lo que refiere a la actividad comercial local de cara a la temporada, es la competencia para Uruguay en la captación de turistas argentinos, por el riesgo de que al tener un Brasil tan barato los turistas argentinos opten por ir a este destino y no a nuestro país.
De todas formas, lo que es importante marcar es que, a nivel agregado dada la enorme mejora de precios relativos que tuvimos desde Uruguay con Argentina, más que compensaría el menor ingreso de brasileros y a nivel general estamos esperamos una buena temporada turística, con un saldo neto de turismo retornando a valores positivos el año que viene.
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