Análisis Económico

¿Cuáles son las perspectivas del FMI para la economía mundial?

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Nueva actualización de proyecciones económicas.

EMILIANO COTELO (EC): En el día de ayer el Fondo Monetario Internacional divulgó una actualización de su informe de perspectivas económicas, incluyendo una nueva revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento para la economía mundial, contemplando más información sobre los efectos del COVID-19. 

¿Cuáles son las claves de esas proyecciones? ¿Cómo se presenta el panorama para las economías emergentes y para América Latina en particular? Les proponemos conversarlo con el economista Pablo Rosselli, socio de Exante

Pablo, ¿cuán fuerte fue la nueva revisión de pronósticos por parte del FMI?

Pablo Rosselli (PR):  – Bueno, la baja en los pronósticos fue bastante importante y generalizada. De todas maneras, recordemos a los oyentes que esta es la segunda vez que el Fondo revisa las proyecciones desde el comienzo de la pandemia. Por esto, los recortes más fuertes a los pronósticos de crecimiento se dieron allá por el mes de abril, cuando se incorporó al escenario los impactos económicos del COVID-19.

Dicho esto, nos parece bien importante recorrer los principales puntos del informe porque las revisiones volvieron a ser a la baja y en magnitudes nada despreciables.

EC: ¿Qué está proyectando el Fondo, concretamente?

PR: El FMI está aguardando una caída más profunda de la actividad global en 2020 y una recuperación algo menos vigorosa en 2021. Concretamente, se espera una contracción del PIB mundial de 4,9% en 2020 y un crecimiento de 5,4% en 2021, frente a los valores de -3% y +5,8% respectivamente que estimaba en su informe de abril. Esto dejaría a la economía mundial operando a fines de 2021 en niveles de actividad levemente por encima de los que tenía al cierre de 2019, previo al impacto de la pandemia.

Se tardaría entonces hasta fines del año próximo en recuperar el nivel de actividad pre-COVID y lógicamente la producción mundial de estos dos años – 2020 y 2021 – será notoriamente menor a la que se proyectaba antes.

El Fondo cuantificó en unos US$ 12,5 billones (millones de millones) las pérdidas económicas derivadas de la crisis sanitaria. El PIB mundial se sitúa en torno de US$ 85 billones por año. Entonces, en estos dos años, la pérdida de producción en relación con el escenario proyectado pre-COVID (que contemplaba una expansión de la economía mundial) equivale a un 14,5% del PIB mundial de un año.

EC: ¿A qué responden estas nuevas revisiones? ¿La economía se está comportando peor de lo que estimaban inicialmente?

 PR:  Sí, este es uno de los elementos que motivaron las revisiones. El impacto económico de la pandemia resultó ser más negativo del que se preveía allá por fines de marzo e inicios de abril. Por un lado, los datos de actividad del primer trimestre de este año en las principales economías del mundo fueron peores a lo que se esperaba. Más allá de las cifras, esto nos da la pauta de que el distanciamiento voluntario se inició incluso antes de los confinamientos que fueron instalando los gobiernos para reducir los contagios y también el repliegue de la demanda comenzó antes, los consumidores se anticiparon a los gobiernos.  

Por otra parte, los indicadores de alta frecuencia que fuimos conociendo apuntan a una contracción significativamente más importante de la actividad en el segundo trimestre del año, que además es marginalmente peor a la que se esperaba. El consumo y la producción cayeron fuertemente, las empresas recortaron sus inversiones. Se observó una contracción muy importante del comercio mundial (con un descenso de 3,5% interanual en el primer trimestre del año). Hubo un impacto gigante en el mercado laboral. La Organización Mundial de Trabajo estimaba que en el primer trimestre de este año la disminución de las horas trabajadas a nivel mundial, en comparación con el último trimestre de 2019, fue equivalente a la pérdida de 130 millones de empleos de tiempo completo en el mundo. 

Todos estos elementos, más el hecho de que la pandemia se intensificó con rapidez en los países emergentes y derivó en confinamientos más duros y extendidos, explican parte de la revisión de los pronósticos. Pero el otro punto que se destaca del informe es que el recorte no se hace solo porque la caída de los niveles de actividad fue más pronunciada de lo anticipado, sino que también porque se espera que la recuperación sea más gradual de lo que se pensaba originalmente. 

EC: ¿A qué te referís con este último punto? ¿También se deterioraron las perspectivas de reactivación de las economías?

PR: Sin duda. Parte de la revisión de pronósticos recoge un enlentecimiento en la velocidad con la que los países reactivarán sus economías. Desde hace ya varias semanas muchas economías europeas e incluso Estados Unidos han comenzado gradualmente a retomar la actividad. Los indicadores de actividad más recientes que se fueron divulgando parecen indicar que las principales economías “tocaron fondo” en abril y desde allí es que comienza a observarse una recuperación. 

La visión del fondo es consistente con estos datos y supone que la economía mundial habría “tocado fondo” en el segundo trimestre de 2020. Sin embargo, el informe señala que, si bien la movilidad repuntó, todavía está muy lejos de alcanzar los niveles registrados un año atrás. Este es un elemento muy relevante a la hora de realizar conjeturas sobre la velocidad de la recuperación económica, porque el informe señala cierta reticencia por parte de la población a exponerse y esto implicaría una demora mayor en recuperar los niveles de consumo previos. En definitiva, la demora de la trayectoria de recuperación refleja un distanciamiento social persistente sobre el segundo semestre de 2020 y menores niveles de productividad a medida que las empresas implementan las prácticas de seguridad e higiene en los trabajos.

El otro punto que es importante resaltar del informe tiene que ver con que la recuperación será desigual, con mayor velocidad entre los países desarrollados y menor intensidad en los emergentes.

EC: ¿Cuáles son concretamente las proyecciones de actividad a nivel de las distintas regiones? 

PR: A nivel de los países desarrollados, se espera que el PIB agregado de estas economías caiga 8% en 2020, frente a una proyección de caída de 6,1% que se estimaba en abril. Si miramos por países, la revisión a la baja es generalizada con recortes más importantes en Italia, España y Francia, donde se aguarda una contracción de entre 12% y 13% del PIB en 2020. En el caso de Alemania, la revisión fue más marginal y se espera un descenso de casi 8% del producto. En el Reino Unido se espera una caída de 10% y para Estados Unidos la revisión también fue de más de 2 puntos. Se proyecta una caída del PIB en EEUU de 8% este año. Con respecto a 2021 se proyecta un crecimiento de 4,5% para el conjunto de las economías desarrolladas. 

 

 

EC  –  ¿Y qué se prevé para las economías emergentes? Decías que se espera una recuperación más lenta.

PR  –  En el caso de los países emergentes, la revisión de pronósticos fue más importante que en las economías desarrolladas. En concreto, la revisión en conjunto del bienio 2020-2021 fue de -1,8% en los países desarrollados frente a un -2,8% del PIB para los países emergentes, y esto es si incluimos China. De hecho, sacando a China la revisión en emergentes es de -3,6% del PIB. 

En su conjunto se aguarda una caída de 3% en 2020, con un crecimiento negativo en todas las regiones por primera vez en 50 años. De los pocos países con crecimiento se destaca China, con una suba de 1% en 2020 (pero en años normales China crece 6%). Para 2021, se espera que las economías emergentes crezcan 5,9%, una proyección fuertemente influida por China (8,2%). 

EC  –  ¿Cómo es el panorama en América Latina? ¿Las rebajas también fueron así de importantes? 

PR  –  Absolutamente. De hecho, la revisión fue incluso más fuerte, de casi cuatro puntos para este año, a la luz de las dificultades que está teniendo la región para controlar la pandemia y de la capacidad limitada que tiene la política económica.  Actualmente se espera una caída de 9,4% en 2020 y un crecimiento de apenas 3,7% en 2021.  

El informe solo presenta proyecciones para Brasil y México y maneja caídas del PIB este año de entre 9% y 10%.

No presenta proyecciones para Uruguay, pero en Exante estamos esperando una contracción del PIB notoriamente menor para nuestro país en 2020 (en torno de 5% si excluimos Transporte y Comunicaciones).

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Foto: AFP

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