Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS
EMILIANO COTELO (EC): Los precios del petróleo subieron fuertemente en las últimas semanas ante la escalada del conflicto en Medio Oriente.
Tras el ataque de Irán a Israel el valor de la variedad de crudo Brent aumentó más de 10% en unos pocos días. Se trató del mayor salto semanal en la cotización desde los primeros meses de 2022, cuando comenzó la guerra entre Ucrania y Rusia.
¿Qué implica un escenario de precios más altos a nivel internacional? ¿Cuánto importa Irán en la producción mundial de petróleo? ¿Qué pasó con la evolución de otras variables financieras a raíz del conflicto en Medio Oriente?
Les proponemos conversarlo el economista Mathías Consolandich, de la consultora Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Mathías, ubiquemos a los oyentes con los números concretos del aumento de los precios del petróleo que vimos en estos días. El salto fue realmente importante, ¿verdad?
MATHÍAS CONSOLANDICH (MC): Si Romina. El precio de barril de petróleo Brent llegó a cotizar algo arriba de los US$ 80. En esta última jornada bajó un poco, pero se trata de un aumento de más de 10% frente a valores de US$ 70 por barril que se observaban una semana atrás. Como mencionaba Emiliano el disparador de esto fueron los ataques de Irán a Israel.
En la medida en que el conflicto está concentrado en una zona clave para la formación de precios de ese mercado y donde algunos de los actores son jugadores claves en la producción de petróleo era esperable ver movimientos de este tipo.
RA: Vayamos por ahí, ¿qué tan relevante es Irán en el abastecimiento total de petróleo?
MC: Los números de oferta y demanda en el mercado internacional de petróleo suelen medirse en millones de barriles por día.
En el mundo se consumen algo más de 100 millones de barriles por día y se produce una magnitud similar, no hay grandes variaciones de stock, al menos no en forma sostenida en el tiempo.
Irán produce algo más de 3 millones de barriles diarios de crudo, por lo que concentra cerca del 4% de esa producción total. Se trata del séptimo productor más importante a nivel global.
Por eso, la posibilidad de que la respuesta de Israel a los ataques involucre afectar las instalaciones petroleras iraníes es uno de los elementos que incide en las subas en los precios de estos días.
Pero también está el riesgo de que el conflicto siga escalando y eso genere una disrupción todavía más grande en el suministro de petróleo desde esa región, es decir que no se limite solamente a Irán. En Medio Oriente se produce aproximadamente el 30% del petróleo total y el 20% se traslada a través del estrecho de Ormuz. Irán manifestó en reiteradas ocasiones que podría cerrar ese pasaje e imposibilitar la salida de esa producción. Eso tendría un impacto fuerte sobre la oferta mundial.
RA: ¿Qué tipo de escenarios de precios se están previendo? ¿Vamos a volver a cotizaciones arriba de los US$ 100 por barril cómo las que vimos con la invasión de Rusia a Ucrania o cuando Hamás atacó a Israel el año pasado?
MC: No necesariamente. Seguramente la evolución en los precios dependa de la escala que adopte el conflicto. Pero tanto los contratos a futuro cómo las proyecciones de actores como la Agencia Internacional de Energía apuntan a valores de entre US$ 75 y US$ 80 por barril para este año y el próximo. Es decir, niveles muy similares a los actuales.
El salto en los precios de estos días se dio desde niveles bajos. Incluso con los aumentos de esta semana, el barril está 15% abajo de los valores de abril de este año y más de 20% abajo de los niveles de un año atrás.
Eso responde, en buena medida, a un contexto de demanda relativamente débil a nivel mundial. El crecimiento en el mundo fue moderado este año y eso recogió entre otras cosas, un freno importante en la economía de China, que es el segundo importador más grande de crudo.
Este es un escenario bien distinto al que teníamos al inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia, cuando se afectó la oferta y al mismo tiempo observamos una muy rápida recuperación de la demanda luego de la pandemia. La combinación de esos elementos llevó al precio del barril arriba de los US$ 130.
Además, en esta oportunidad desde el lado de la oferta, la OPEP (que es la agrupación que nuclea a varios países productores de petróleo) ha tenido dificultades para cumplir con sus recortes de producción programados e impulsar los precios. Varios productores pequeños del bloque no están cumpliendo con sus compromisos y de ese modo van ganando cuota de mercado. Esto puede motivar a otros jugadores grandes, como Arabia Saudita, a hacer lo mismo.
RA: En cualquier caso Mathías, el escalón en los precios de estos últimos días es importante. ¿Qué efectos puede tener un shock de este tipo a nivel global?
MC: Precios elevados del petróleo reducen la demanda agregada y frenan el crecimiento económico. Eso quedó en evidencia en otros episodios más intensos de los que estamos viendo hoy como los saltos con las crisis de petróleo de 1973 y 1979 o el shock de 1990. Estos episodios desencadenaron recesiones importantes en muchas economías.
Repito, los aumentos de estos días no son nada comparables con esos momentos. Pero incluso si viéramos subas más importantes, el mundo parece estar mejor preparado para amortiguar estos shocks que en el pasado. La participación del petróleo como fuente de energía a nivel mundial disminuyó sensiblemente ante al crecimiento en el uso de las energías renovables y del gas natural. Hay, por tanto, un mayor nivel de diversificación.
A su vez, el peso de la OPEP en la producción total también viene bajando, permitiendo que otros jugadores tengan una incidencia mayor en los precios. Además, los países también han ido estableciendo reservas de petróleo para momentos de escasez a nivel internacional.
Todos estos elementos hacen prever que el impacto de un salto en los precios probablemente sea más acotado que antes, aunque eso no quiere decir para nada que un shock de este tipo sea inocuo.
RA: Vayamos ahora a lo que seguramente varios oyentes están pensando, ¿cómo impacta esta suba fuerte del precio del petróleo en Uruguay? ¿Cambia la perspectiva de los precios de los combustibles en nuestro mercado luego de la baja que dispuso el gobierno hace algunos días?
MC: Acá algunas consideraciones Romina. Primero, para países como Uruguay, que somos importadores de petróleo, esto implica un shock negativo de los términos de intercambio. Es decir, se encarece un bien que importamos y eso en el margen es una noticia negativa.
Sobre la perspectiva de precios de los combustibles, la baja que se dio recientemente recogía ese escenario que veníamos comentando de precios de petróleo más bajos, en el eje de los US$ 70. Hay que ver la persistencia del cambio de precios a nivel internacional, pero este nuevo escenario de sostenerse puede motivar algún ajuste en el sentido contrario.
RA: Ya para cerrar Mathías, ¿Cómo viene siendo el impacto del conflicto en Medio Oriente sobre otras variables financieras a nivel internacional?
MC: Episodios de tensiones geopolíticas como los que observamos en estas últimas semanas suelen venir acompañados de mayor volatilidad en los mercados financieros y en muchos casos propiciar lo que en la jerga llamamos “vuelo a la calidad”. Esto es, inversores que salen de posiciones comparativamente más riesgosas como puede ser exposición a renta variable o títulos de deuda de mercados emergentes para alocarse en instrumentos más seguros como son los bonos estadounidenses.
Sin embargo, esto no es lo que hemos estado viendo estos días. Las bolsas internacionales siguen acumulando ganancias importantes y de hecho las tasas de Treasuries subieron. Más allá del impacto sobre el precio del petróleo, los acontecimientos de estas últimas semanas por ahora han tenido un efecto muy acotado en los mercados financieros, pero el riesgo de un deterioro rápido en este escenario está presente.