Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS
EMILIANO COTELO (EC): De acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los ingresos de los hogares volvieron a marcar un aumento en términos reales en el segundo trimestre del año, lo que completó una suba de 4,5% en el primer semestre.
A partir de este dato, dedicaremos los próximos minutos a repasar la evolución de los ingresos de los hogares, sus diferencias por zonas geográficas y los factores que vienen explicando la suba reciente. Para eso, estamos en línea con la economista Delfina Matos, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Delfina, si te parece empecemos comentando el dato más reciente de ingreso de los hogares, ¿de qué magnitud fue la suba en el segundo trimestre?
DELFINA MATOS (DM): Si claro. Según las cifras del INE, en el período abril-junio el ingreso promedio de los hogares, medido en términos reales, aumentó casi 3% respecto al segundo trimestre del año pasado. El incremento fue bastante similar en Montevideo y en el interior, a diferencia de lo que habíamos visto en el primer trimestre del año, cuando la suba en la capital fue muy superior a la del resto del país en conjunto. Concretamente, en el segundo trimestre los ingresos medios de los hogares aumentaron 3,5% real en Montevideo y algo más de 2% en el interior.
RA: Bien. Emiliano decía al principio que, con este aumento, en la primera mitad del año los ingresos de los hogares fueron 4,5% superiores a los de un año atrás, ¿cómo resultó la dinámica por zona geográfica?
DM: Si, con un aumento interanual de 6% en el primer trimestre y otro de casi 3% en el segundo, en el primer semestre el ingreso medio de los hogares tuvo esa suba de 4,5% que mencionabas en lo que es el total del país. El incremento fue de mayor magnitud en Montevideo, de 6%, sobre todo por la suba registrada en enero-marzo, que como dije antes, fue muy superior a la vista en el interior. Por eso, en el interior la suba de la primera mitad del año fue la mitad (es decir, de 3% interanual).
RA: Ahora, si lo ponemos en números concretos, ¿a cuánto asciende el ingreso medio de un hogar en la capital y en el interior? ¿Se calcula cuánto implica eso por persona?
DM: En el segundo trimestre el ingreso medio por hogar en Montevideo fue de unos $ 116.000 y en el interior de unos $ 81.000 (estos son montos líquidos y sin incidencia de aguinaldo). Vale remarcar que acá siempre estamos hablando de promedios y claramente entre hogares hay diferencias muy marcadas. De todas formas, es habitual que en la capital los ingresos sean alrededor de un 40% superiores a los del Interior. Esto tiene que ver con que el costo de vida es bastante menor en el interior que en Montevideo, en particular, en algunos rubros clave como la vivienda, por ejemplo.
En cuanto a tu segunda pregunta, el INE publica sí el ingreso medio per cápita, sobre la base de que un hogar promedio está compuesto por una cantidad de personas de entre 2,5 y 3, algo más alta en hogares del interior que en Montevideo. Así, el ingreso medio per cápita en el segundo trimestre fue de unos $ 43.000 en Montevideo y de casi $ 28.000 en el interior.
RA: Está claro. Pasemos ahora a las explicaciones detrás de esta evolución de los ingresos de las familias. Otras veces hemos comentado que el salario y el empleo son determinantes clave, ¿podemos repasar la evolución de estas variables en los últimos meses?
DM: Si, así es. Los ingresos de los hogares tienen diversas fuentes, como ingresos patronales y de cuentapropistas o pasividades, pero la fuente principal es sin dudas la salarial. Según datos de 2023, los salarios representan cerca de un 70% de los ingresos de un hogar promedio, las pasividades un 15% y luego otras fuentes tienen pesos bastante menores. Por eso, dada la importancia relativa de los ingresos asociados al trabajo, la evolución del empleo y de los salarios son clave en el comportamiento del ingreso medio de los hogares en general. Además, las pasividades también se ajustan, aunque con rezago, en función de la evolución de los salarios.
En ese sentido, en el primer semestre el impulso fundamental del ingreso de los hogares está viniendo del lado de los salarios, con un salario real promedio que subió casi 4% interanual. Al mismo tiempo, el empleo se mantuvo firme en lo que va del año. El dinamismo se ha moderado respecto al año pasado, pero hubo aumentos tanto de la tasa de actividad como de la tasa de empleo, resultando en una suba de poco más de 1% de la cantidad de ocupados en lo que va del año.
RA: En ese contexto, ¿qué podemos esperar para los próximos meses? Porque el otro día comentamos con ustedes que aguardan una moderación del aumento nominal de los salarios el año que viene, ¿eso resultará en una moderación también para el ingreso de los hogares?
DM: Si, es esperable. Por el lado del empleo, no aguardamos crecimiento adicional el año que viene, sino que un nivel de ocupación que en promedio sería muy similar al del promedio de este año. Y para el salario, como decías, aguardamos una moderación de la dinámica nominal, que en términos reales implicaría un aumento de menos de 1% en el promedio del año que viene, después de uno de casi 3% en el promedio de este año. Por lo tanto, esperamos que los ingresos de los hogares tengan aumentos muy moderados hacia adelante. De todas maneras, es justo advertir que los niveles actuales de ingresos, en términos reales, son altos en una perspectiva histórica.
RA: Bien. Ya para cerrar Delfina, ¿qué implica ese escenario de ingresos para el consumo? ¿Cómo esperan en Exante que evolucione el consumo de los hogares en los próximos meses?
DM: Después de un cierre de 2023 e inicio de este año de desempeño pobre del consumo de los hogares, aguardamos algo más de dinamismo este año. Las cifras de Cuentas Nacionales mostraron un muy bajo crecimiento del consumo privado en el primer trimestre, pero contemplando este escenario de empleo y salario real que venimos comentando, tendemos a pensar que el resto del año debería ser más positivo. Todavía no tenemos datos oficiales para el segundo trimestre, pero en Exante seguimos varios indicadores que nos ayudan a tener una señal adelantada, aunque parcial, de la evolución del consumo en estos últimos meses. Y varios de estos indicadores apuntan a algo más de dinamismo. Por ejemplo, las ventas de bienes durables, como los automóviles, electrodomésticos y muebles, se mantienen en niveles muy altos (favorecidas por un dólar bajo) y, a su vez, en varios rubros no durables (que venían mostrando un desempeño mucho menos positivo) se observan señales de repunte. Acá probablemente está incidiendo también la mejora de precios relativos con Argentina que se procesó este año. Lo vemos por ejemplo en las importaciones de alimentos y bebidas y de productos de tocador, que fueron de los rubros más afectados por el desvío de consumo al exterior en los últimos años.
En tanto, para el año que viene, en el escenario que comentábamos antes, de relativa estabilidad del empleo y de suba más moderada del salario real, es esperable que el consumo de los hogares crezca a un ritmo menor, aunque acumulando una nueva suba en el promedio del año.