¿Cuáles son las implicancias en la economía norteamericana?
EMILIANO COTELO (EC): Como ustedes saben, el candidato por el Partido Demócrata Joe Biden será el nuevo presidente de Estados Unidos por los próximos cuatro años.
Si bien todavía no ha finalizado el conteo de votos, la ventaja en varios estados clave como Wisconsin, Michigan y Pensilvania le permitió a la fórmula demócrata alcanzar hasta el momento 279 votos de un total de 538 votos en el colegio electoral, superando así el umbral de 270 votos necesarios para ganar la elección.
Para conversar sobre la implicancia del resultado electoral sobre la economía de Estados Unidos y las primeras reacciones de los mercados financieros, estamos con la economista Tamara Schandy, socia en Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Tamara, las bolsas cerraron la semana con un desempeño realmente extraordinario. El S&P 500 subió 7% y las acciones tecnológicas todavía más. ¿Cómo vieron esa reacción de los mercados?
TAMARA SCHANDY (TS): La verdad que sí fue un desempeño extraordinario. En primer lugar porque se dio incluso cuando en la primera jornada era realmente muy incierto el panorama y no quedaba del todo claro qué era los que los mercados “festejaban”.
Pero con el correr de los días fuimos sumando más información y las bolsas no sólo no corrigieron el rally inicial sino que siguieron avanzando. Como decías, el S&P 500 subió 7%, el Dow Jones también; el Nasdaq subió 9%. Son alzas muy importantes para una sola semana, que además llevaron a esos índices casi a los niveles máximos que habían alcanzado en setiembre (que a su vez eran niveles récord en términos históricos).
Agrego que otros mercados accionarios fuera de Estados Unidos también “celebraron” la victoria de Biden. En Europa la bolsa de Italia subió casi 10%, los índices DAX de Alemania y CAC de Francia aumentaron 8% y las referencias de España y Reino Unido subieron entre 6% y 7%. A nivel de los mercados emergentes se dieron aumentos de entre 6% y 10% en los índices de Rusia, Sudáfrica, Turquía, Brasil y Chile.
En la jornada de ayer el repunte siguió, aunque se sumó también la noticia sobre la vacuna de Pfizer que ustedes comentaron más temprano en el programa.
RA: ¿A qué se atribuye un movimiento tan pronunciado? Al fin y al cabo y más allá de la incertidumbre de estos últimos días, el resultado electoral fue el que de alguna manera vaticinaban las encuestas en estos últimos meses.
TS: En buena medida sí, pero también había cierto nivel de incertidumbre respecto a las elecciones y, en especial, sobre cómo iba a quedar el balance de fuerzas en el Congreso.
Si se quiere, esta es una combinación bastante conveniente para los mercados. Por un lado y simplificando al extremo, la salida de Trump podría significar más previsibilidad en materia de política económica en Estados Unidos y, en particular, en relación al relacionamiento con algunos países como China. Pero por otro lado, el hecho de que probablemente vamos a tener un Congreso dividido, con la Cámara de Representantes demócrata y el Senado republicano, evitaría que los demócratas aprueben algunas propuestas de campaña que a priori uno podía pensar eran poco “amigables” desde la perspectiva de los mercados o del mundo empresarial. Me refiero, por ejemplo, a la propuesta de subir el impuesto a las rentas empresariales o a las propuestas de cambios en la regulación en algunos mercados, típicamente en el sector tecnológico.
RA: Antes de las elecciones la prensa especializada a nivel internacional también venía marcando que el resultado de las elecciones podía incidir en la perspectiva de que hubiera un nuevo paquete de estímulos fiscales para la economía de Estados Unidos. ¿Cómo queda ese tema en particular a la luz de este resultado?
TS: En principio probablemente cabe esperar un paquete de estímulos de menor intensidad que si se hubiera dado la “blue wave” u “ola azul” (es decir, que si los demócratas hubieran logrado mayoría en ambas cámaras). El otro tema que está sobre la mesa es de tiempos: en qué medida veremos un paquete “rápido”, o si habrá que esperar a que la composición del congreso quede totalmente definida. En ese sentido, recordemos que el resultado del senado no está 100% cerrado, sino que se va a laudar con nuevas elecciones por dos bancas en Georgia, porque en ese caso ninguno de los dos partidos alcanzó el 50% necesario para la nominación. En cualquier caso, el tamaño y el timing del paquete también está en cierta medida sujeto a cómo siga evolucionando la economía.
RA: ¿Qué vienen marcando los últimos datos en materia de actividad económica en Estados Unidos?
TS: Hace poco se difundieron los datos de PIB del tercer trimestre. La economía creció 7,4% respecto al trimestre anterior cuando lo medimos en términos desestacionalizados, una cifra que fue levemente mejor de lo que esperaban los analistas internacionales. Esta tasa de crecimiento marca un rebote importante del PIB en Estados Unidos, pero no hay que perder de vista que – a diferencia de lo que comentamos sobre China algunas semanas atrás en el programa -, la economía sigue operando en niveles inferiores a los registrados un año atrás. El “rebote” no es completo. De hecho, el PIB cayó 2,9% si comparamos julio-setiembre respecto al mismo período de 2019.
RA: ¿Ya está definido quién integrará el nuevo equipo económico en Estados Unidos?
TS: Por el momento no ha habido definiciones precisas respecto a este tema. Los primeros anuncios del presidente electo pasaron por definir su equipo de profesionales para implementar su estrategia contra el COVID. En la prensa especializada se manejan algunos nombres que integraron la administración de Barack Obama, pero seguramente tendremos que esperar algunas semanas más para conocer el gabinete económico.
RA: Desde nuestra perspectiva de Uruguay, ¿qué señales debemos monitorear en los mercados en estas próximas semanas?
TS: Además de las bolsas, que de alguna forma marcan el “humor” de los mercados, diría que hay tres cosas que tenemos que monitorear de forma muy cercana: el valor del dólar en el mundo, la evolución de las tasas de interés y la evolución de los precios de las materias primas.
En relación al dólar, venimos de varias semanas de debilitamiento frente a otras divisas, pero en particular en esta última semana tuvimos un aflojamiento fuerte. Como siempre marcamos, la evolución del dólar en otros mercados no es el único determinante de los movimientos en nuestro país, pero es ciertamente algo que importa.
RA: Recién mencionabas también a las tasas de interés y a los precios de los commodities.¿Cuál fue la reacción inicial de esas dos variables al triunfo de Biden?
TS: Mencionaba a las tasas de interés porque en definitiva son una parte clave del costo del crédito para los países y para las empresas. La verdad que han tenido bastante volatilidad en estos días y ayer puntualmente la referencia de los bonos del tesoro americano a 10 años había subido a 0,93%, su nivel más alto desde marzo. Este movimiento no lo podemos atribuir enteramente a las elecciones, pero es algo que tenemos que seguir monitoreando.
Respecto a los precios de los commodities, esta nueva administración en Estados Unidos debería reducir las chances de otro empuje en la llamada “guerra comercial” con China. Los commodities reaccionaron al alza, pero la verdad es que tampoco allí podemos atribuir ese movimiento sólo al resultado electoral, porque paralelamente tenemos a China creciendo fuertemente y al dólar debilitándose en el mundo y en particular frente a la moneda china. Ambos factores seguramente están contribuyendo al alza de los precios en dólares que estamos viendo en varios precios relevantes para Uruguay. Por ejemplo, ayer teníamos la soja en US$ 406 por tonelada, su nivel más alto en cuatro años.
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Foto: AFP