Análisis Económico

Empleo en Uruguay: ¿Cómo evolucionó en 2022? ¿Qué muestran las cifras por departamento y por sector de actividad? Análisis de Florencia Carriquiry (Exante)

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Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

EMILIANO COTELO (EC): El Instituto Nacional de Estadística dio a conocer los datos relativos al mercado laboral del mes de diciembre.

Con las cifras del 2022 completas, nos pareció oportuno dedicar el espacio de análisis económico de hoy a repasar cómo fue la evolución de los indicadores del mercado laboral el año pasado, analizar las tendencias por departamento y sector de actividad y conversar sobre las perspectivas para este año.

Para eso, estamos en diálogo con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): ¿Te parece si empezamos por comentar las cifras correspondientes al mes de diciembre? ¿Cuáles fueron los principales destaques en relación con la evolución del mercado laboral sobre el cierre del año pasado?

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Bien. La verdad es que las cifras de diciembre volvieron a mostrar una mejora leve frente a noviembre, con la tasa de empleo ubicándose en 57,7% de la Población en Edad de Trabajar (un par de décimas por encima del registro de noviembre y la mayor desde el inicio del año). De esa manera, en el último trimestre el empleo tendió a mostrar una recuperación, revirtiendo buena parte del descenso que había mostrado en los primeros nueve meses del año.

Y en ese marco, el desempleo cerró 2022 en 7,9% de la Población Económicamente Activa, en niveles similares a los de los dos meses previos pero cuatro décimas por debajo del nivel que llegó a alcanzar en setiembre.

Parte de esta mejora en los indicadores es estacional (suele suceder que en los últimos meses del año haya más empleo y menos desempleo), pero lo cierto es que también en términos desestacionalizados se aprecia una recuperación del mercado laboral sobre el cierre del 2022.

RA: Entonces, con esta mejora sobre el final del año, ¿cómo fue la evolución del mercado de trabajo en el conjunto de 2022?

FC: La recuperación que tuvo el empleo en el último trimestre no revirtió en su totalidad la caída vista en los primeros nueve meses del año y por eso en la comparación punta a punta (diciembre-diciembre) no hubo creación de empleo, pero dado el efecto arrastre que dejó la suba fuerte del empleo en el segundo semestre de 2021, en el promedio de 2022 hubo, según nuestras estimaciones, unos 39.700 empleos más que en el promedio del año 2021 en el total del país.

De hecho, la población ocupada alcanzó en 2022 el mayor nivel desde 2014.

RA: Queda claro. ¿Y esta mejora fue generalizada a nivel de las diferentes zonas geográficas?

FC: A ver, las cifras disponibles muestran que, a diferencia de lo que habíamos visto en 2021, cuando el empleo creció sobre todo en el interior del país, en el transcurso de 2022 (y en particular en los últimos meses) el desempeño fue mejor en la capital.

De hecho, en Montevideo el empleo mantuvo prácticamente durante todo el año una tendencia de suba y la caída de los primeros nueve meses estuvo esencialmente asociada a la pérdida de empleos en el Interior.

Sin embargo, si bien la dinámica más reciente ha sido más favorable en Montevideo, cuando comparamos las cifras promedio anual, el crecimiento del empleo está igualmente muy concentrado en el Interior.

RA: ¿Cómo es eso? ¿Podemos explicarlo mejor?

FC:Sí, claro. El tema es que durante 2021 vimos un aumento extraordinario del empleo en el interior del país, que dejó un punto de partida digamos muy alto al inicio de 2022. Por eso, aunque en el transcurso de 2022 el empleo en el Interior no siguió subiendo, en términos promedio anual, de los casi 40.000 puestos de trabajo más que hubo en la economía en términos netos el año pasado, 28.900 se ubican en el interior y unos 11.000 en Montevideo.

Y en una mirada más larga, además, también se observan diferencias importantes por región, mientras que en el Interior estamos con niveles de población ocupada históricamente altos (aunque perdiendo firmeza en 2022, como decíamos), en Montevideo el empleo tendió a recuperarse más lentamente en los últimos años y todavía está muy por debajo de los niveles de años previos a la pandemia.

En cualquier caso, dentro de lo que es el Interior obviamente hay bastante heterogeneidad.

RA: Justamente iba a eso, ¿Cómo ha sido la evolución a nivel departamental? ¿Qué departamentos muestran el mejor desempeño a nivel del mercado laboral y cuáles son los más rezagados?

FC: Las cifras por departamento no se publicaban mensualmente hasta 2021, pero podemos analizar la historia a partir de los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares. Recién a partir de febrero de 2022 se comenzaron a publicar mensualmente los datos por departamento y se publican además con algún rezago, así que los últimos datos llegan a noviembre. Aclaro esto porque al hablar de 2022 vamos a estar haciendo referencia a los valores promedio de febrero-noviembre.

Hecha esa aclaración, cuando miramos los datos de 2022 y los comparamos con años anteriores se observan dinámicas bastante diferentes por departamento. En particular, del lado positivo, sobresale el buen desempeño del empleo en Maldonado, incluso pese a que el turismo estuvo afectado por la pandemia hasta la temporada pasada. De hecho, la población ocupada en Maldonado creció 10% entre 2019 y 2022. Allí seguramente el dinamismo de la construcción residencial y la migración que hubo de argentinos y también de uruguayos de otros departamentos, que durante la pandemia terminaron radicándose allí seguramente esté incidiendo positivamente, con impactos particularmente importantes en los servicios. Luego también hubo una evolución muy positiva en algunos departamentos del norte del país, como Tacuarembó, Paysandú o Cerro Largo. Y en el otro extremo, el peor desempeño a nivel del empleo, cuando comparamos frente a los niveles pre-pandemia se observa en Río Negro, donde la población ocupada cayó 3% frente a los niveles de 2019.

RA: Y si miramos las cifras por sector de actividad, ¿qué elementos vale la pena destacar desde esta perspectiva?

FC: A nivel sectorial, la recuperación del empleo que vimos en 2021-2022 estuvo muy impulsada por el Agro, la Construcción y varios servicios que son demandantes de empleo de mayor calificación en general, como las tecnologías de la información, las actividades profesionales y científicas, las actividades inmobiliarias y los servicios financieros, por mencionar algunos ejemplos.

Mientras que, por el contrario, el empleo en la industria manufacturera mantuvo la tendencia bajista que viene mostrando en la última década y a nivel del Comercio, donde el empleo sufrió duramente el golpe de la pandemia, hubo una recuperación, pero sin alcanzarse los niveles de empleo que había pre-pandemia.

RA: Bien. Para ir cerrando entonces, ¿qué podemos esperar hacia adelante para el mercado de trabajo? ¿qué estimaciones manejan en Exante para este año?

FC: Para 2023 en Exante prevemos que el empleo mantendrá una senda de recuperación lenta, en línea con lo que vimos sobre el cierre de 2022, creándose unos 25.000-26-000 empleos en el promedio del año (eso es obviamente bastante menos que en 2021 y 2022, cuando hubo también mucho rebote por el golpe del Covid en 2020).

Sin embargo, para la evolución del mercado laboral este año, y más allá de los riesgos que la coyuntura global y el deterioro de competitividad que estamos viendo imponen sobre la actividad económica local, van a ser claves las señales que se vayan emitiendo de cara a la próxima negociación salarial y en particular cuáles sean las pautas que van a regir la ronda que comienza sobre mediados de este año. A nuestro juicio, en un marco de sensible moderación de la inflación, las pautas deberían apuntar a subas nominales de los salarios también relativamente moderadas, que dejen igualmente una recuperación real más o menos significativa. En nuestros pronósticos, de hecho, nosotros estamos trabajando con un aumento de los salarios nominales en el eje del 8%-8,5% este año, que supondría una recuperación de los salarios reales de algo más de 2% promedio anual.

Ahora, si se intenta apurar la recuperación de los salarios reales, con incrementos todavía más intensos, el riesgo es que terminemos viendo un peor desempeño del mercado de trabajo.

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