Análisis Económico

Encuesta de Expectativas Empresariales de Exante: Se moderó un poco el “humor” respecto a ediciones previas, pero sigue habiendo un clima mayormente favorable

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EMILIANO COTELO (EC): Exante está divulgando en el día de hoy los resultados de una nueva edición de su Encuesta de Expectativas Empresariales. Se trata de un relevamiento que Exante hace semestralmente, para recoger la visión de los empresarios uruguayos sobre la economía, el clima de negocios y la dinámica de sus propias empresas. El último relevamiento se hizo en octubre y contó con la participación de más de 300 ejecutivos de empresas nacionales y multinacionales que operan en Uruguay.

Para recorrer las principales conclusiones del estudio, estamos en contacto con la economista Tamara Schandy, socia en Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): 2022 está siendo un año bastante movido en materia económica. Los datos de PIB por ejemplo confirmaron que la economía uruguaya siguió creciendo en la primera mitad del año, pero en los últimos meses el contexto externo se ha puesto bastante más complicado. ¿Vieron un impacto a nivel de las expectativas de los empresarios?

TAMARA SCHANDY (TS): En la encuesta indagamos sobre muchísimas dimensiones que podemos ir recorriendo y en algunas de ellas vimos que se moderó un poco el “humor” respecto a ediciones previas, pero como concepto general diría que esta edición siguió mostrando un clima de expectativas mayormente favorable.

Con respecto al clima de negocios, quienes dijeron que es bueno o muy bueno alcanzaron a 88% y no hubo respuestas calificándolo de malo. Son resultados muy parecidos a los que habíamos obtenido en las dos ediciones previas (que fueron en octubre de 2021 y en abril de este año) y que confirman una visión excepcionalmente positiva del clima de negocios. De hecho, es la mejor evaluación en más de una década y que, en particular, contrasta mucho con lo que vimos entre 2015 y 2019 (cuando la economía se frenó y la valoración del clima de negocios se había ido deteriorando en forma fuerte). A principios de 2019, por ejemplo, quienes consideraban que el clima de negocios era bueno eran menos de 10% y había un 35% que opinaba que era malo. Por lo tanto, las respuestas que obtuvimos ahora para esta dimensión son realmente buenas.

Dicho eso, sí vimos una moderación clara en las respuestas que refieren al futuro. Por ejemplo, los que esperan que la situación económica va a mejorar el año que viene fueron un 35%, cuando en abril habían sido el 66%. Esto luce consistente con el hecho de que la economía ya completó el rebote tras la pandemia y con el deterioro del marco externo que tú traías a colación. Otro ejemplo: los que esperan que el clima de inversiones va a ser mejor dentro de un año bajaron de 56% en abril a 24% en esta oportunidad.

RA: ¿Y el resto espera que empeore? ¿O son respuestas más bien neutras?

TS: Más bien neutras. De hecho, algo positivo a destacar es que el saldo neto de respuestas positivas y negativas sobre el panorama económico dentro de un año es muy superior al que había previo al Covid, así que hay menos respuestas previendo mejora, pero porque las opiniones tendieron a hacerse más bien neutras, y siguen siendo relativamente pocos los que piensan que la economía va a estar peor (un 15%). También son pocos los que piensan que el clima de inversiones va a ser peor (menos de 10% del total).

RA: Está claro. ¿Y qué opinión tienen los empresarios respecto a la marcha de sus propias empresas?

TS: Cuando les preguntamos a los ejecutivos cómo comparan las ventas de su empresa en lo que va de 2022 respecto a lo que tenían presupuestado para este año, obtuvimos que para la mitad están más o menor alineadas y para casi un 40% la facturación está siendo mejor a lo previsto. Solo tuvimos a un 16% marcando que su volumen de negocios es inferior a lo planificado.

Cuando los consultamos por las perspectivas para sus empresas durante el próximo año, diría que la evaluación está muy en sintonía con la que manejan para el desempeño de la economía. Con esto me refiero a que las expectativas sobre la propia empresa cedieron respecto a los relevamientos anteriores, pero igualmente la proporción de quienes visualizan un aumento de la producción, de la inversión y de la rentabilidad de su empresa permanece en los tres casos en niveles altos para la historia de esta encuesta. Yendo a los números concretos, para dentro de un año, un 51% de los encuestados espera más producción, un 50% espera invertir más y un 39% espera más rentabilidad. En los tres casos, el porcentaje de quienes esperan aumento cedió frente a la encuesta de abril, pero se mantienen en niveles muy superiores a los que había a fines de 2019.

RA: Recuerdo que en ediciones anteriores de la encuesta comentamos que muchas empresas pensaban producir más, pero no tantas preveían emplear más trabajadores. ¿Qué conclusiones se pueden extraer de las respuestas de los ejecutivos en esta última edición de octubre?

TS: Efectivamente, hasta ahora venía siendo bastante sistemático el resultado de que eran bastante más extendidas las perspectivas de aumento de la producción que de incremento en el empleo, y en esta edición esto también se cumple. Recién decía que aproximadamente la mitad de los encuestados aguardan mayor producción, pero los que esperan emplear más trabajadores el próximo año son menos del 30%. Ese porcentaje era 34% en la encuesta previa que habíamos hecho en abril, así que de hecho se moderó un poco.

De todos modos, destaco como nota positiva que el saldo neto entre respuestas “aumentará” vs. “disminuirá” en referencia al empleo en la propia empresa sigue siendo positivo. Acá también el corrimiento fue hacia respuestas neutras. Solo un 11% prevé que se reduzca el empleo en su empresa.

RA: Pasemos a otra de las grandes dimensiones que aborda la encuesta de Exante. ¿Qué resultados obtuvieron en relación con la evaluación de la gestión del gobierno?

TS: Bajó, pero se mantuvo una alta aprobación. El 77% dijo que aprueba la gestión del gobierno de Lacalle Pou, hay un 19% más bien indiferente y solo un 4% la desaprueba. Con una aprobación por encima de 70%, además, estamos ante números superiores a los que arrojan los últimos sondeos de opinión pública.

En la encuesta a su vez preguntamos específicamente por cómo evalúan los empresarios la gestión en gobierno en un conjunto de dimensiones y en casi todas ellas el balance es favorable. Se destaca especialmente la valoración en lo que hace a crecimiento económico, promoción de inversiones y la situación fiscal, donde el saldo neto de respuestas “buena” vs. “mala” de hecho se mantiene en niveles muy elevados para la historia de este relevamiento (en los tres casos el balance está por arriba de 75%). También hay un saldo muy positivo en lo referente a desarrollo de infraestructura (en torno a un 70%).

De todos modos, al mismo tiempo vimos una disminución apreciable frente a la edición anterior en los juicios positivos sobre algunas áreas, sobre todo en lo que hace a la seguridad pública, el desempleo y la evaluación de la pobreza. Seguridad pública es lo que más cayó frente a abril. Quienes califican como buena la gestión en esa área bajaron de 73% a solo un 26% ahora en octubre.

RA: ¿Y qué expectativas hay sobre la gestión en lo que queda del mandato?

TS: Casi el 60% dijo que no espera cambios en materia de política económica, cuando en abril ese porcentaje era 40% y había una mayor proporción esperando mejoras.

También consultamos esta vez acerca de qué tan probable es que haya avances significativos en algunos asuntos de la agenda de reformas en lo que resta de la administración. Allí lo que obtuvimos es que hay una expectativa positiva de que se logrará aprobar la reforma de la seguridad social y que se avanzará con la reforma del sistema educativo, pero en su mayoría no esperan que se concreten avances sustantivos en otras reformas (como la de los combustibles, la modernización de las relaciones laborales o temas relacionados con la apertura, como la solicitud de ingreso al CPTPP o la culminación de negociaciones por un TLC con China).

RA: Nos quedan varias aristas por recorrer, pero se nos va el tiempo. Para terminar, ¿qué balance general hacen ustedes de los resultados de esta edición?

TS: Como venimos comentando, se dio una previsible moderación del clima de expectativas respecto a las últimas ediciones. Digo previsible porque veníamos de respuestas sumamente excepcionales en las mediciones anteriores y porque el contexto externo se ha puesto más complejo. Los negocios vinculados al consumo doméstico también se han desacelerado en la medida en que la recuperación del empleo se fue quedando sin fuerza.

Dicho eso, destaco como sumamente positiva la valoración del clima de negocios que mencionaba al empezar (casi 90% con opiniones positivas) y también el hecho de que el corrimiento de las opiniones cuando consultamos sobre el futuro es a opciones más bien neutras. De hecho, tanto en lo referido al panorama económico, como en relación a las perspectivas en las propias empresas, el balance de respuestas es mucho mejor que el que recogíamos antes de la pandemia, con la economía estancada. Eso de alguna forma refuerza el escenario de que la actividad va a seguir creciendo, aunque en forma más moderada de lo que vimos hasta el primer semestre de este año.

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Documentos de interés:

Encuesta Expectativas – Informe Octubre 2022

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