Análisis Económico

¿Cómo está cerrando la zafra de soja 2019-2020?

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En esta zafra la superficie cultivada con soja tuvo una reducción respecto a la campaña agrícola anterior.

Radiomundo · Análisis Económico Exante – ¿Cómo está cerrando la zafra de soja 2019-2020?

EMILIANO COTELO (EC): Después de un verano 2018/2019 con rindes históricamente buenos y una significativa mejora de la rentabilidad en el cultivo de soja, los productores agrícolas encararon la zafra 2019/2020 con expectativas de mantener buenos márgenes a nivel del principal cultivo agrícola de nuestro país. 

Hoy, con la cosecha ya avanzada, vale la pena preguntarse cómo está cerrando esta zafra sojera, sobre todo ante la falta de lluvias que afectó a buena parte del territorio. ¿Qué expectativas se manejan en materia de rendimientos? ¿Cómo vienen evolucionando los precios? En definitiva, ¿qué resultados económicos se estiman para el cultivo de soja de esta zafra 2019/2020 que está finalizando? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, socia de la firma Exante.

Florencia, como recién comentaba, en la zafra pasada, la 2018/2019, los rendimientos a nivel de la soja fueron muy altos y los márgenes mejoraron mucho ¿con qué expectativa inició esta zafra 2019/2020? ¿a cuánto ascendió el área sembrada con soja este verano? 

FLORENCIA CARRQUIRY (FC): Aún no tenemos cifras definitivas, pero de acuerdo a la última encuesta agrícola elaborada por la Dirección de Estadísticas del Ministerio, en esta zafra la superficie cultivada con soja tuvo una reducción, aunque muy moderada respecto a la campaña agrícola anterior. Eso nos dejaría, según nuestras estimaciones, con un área algo superior al millón de hectáreas, que sería la menor área de soja desde 2010 en nuestro país.

EC: ¿Y qué se espera en materia de rendimientos? Según ha venido trascendiendo, la falta de lluvias afectó severamente a algunas zonas del país, ¿pero qué rindes se están estimando concretamente?  

FC: Sí, después de condiciones climáticas excepcionalmente buenas el verano pasado, en este verano se registró un déficit hídrico importante, sobre todo en algunas zonas del país y eso afectó el potencial de rendimientos en esta zafra. Hoy la cosecha está avanzada y desde el sector se estima un rendimiento promedio país en torno a 2.100 kilogramos por hectárea, eso supone entre 800 y 900 kilogramos de soja menos por hectárea que el verano pasado, cuando habíamos visto rindes prácticamente récord. Estamos hablando de una caída de casi 30 %.

De todas maneras, la falta de lluvias afectó de forma muy despareja a las distintas zonas del país y por ende va a ser una zafra seguramente muy heterogénea en materia de rendimientos. 

EC: Está claro. Ahora, si estas expectativas se confirman, vamos a tener una caída importante de la producción y de las exportaciones de soja este año, ¿verdad?

FC: Sí. Si asumimos 2.100 kilos por hectárea y un área levemente mayor al millón de hectáreas, como comentaba recién, la cosecha de soja se estaría ubicando este año en menos de 2.150.000 toneladas, eso es un volumen 30 % menor al del año pasado, en otros términos, estaríamos levantando un millón de toneladas menos que en 2019. 

En ese marco, las exportaciones de soja van a tener una caída fuerte sin dudas este año. Para tener como referencia, en 2019 se exportaron unos US$ 1.000 millones de soja, desde ese nivel nosotros estamos estimando una caída de más de 30 % este año, que contempla los menores volúmenes cosechados que antes comentábamos y precios también algo más bajos. 

EC: Justamente sobre los precios iba a preguntarte, ¿cómo vienen evolucionando los precios de la soja? Hace algunos días comentábamos que a nivel de los commodities alimenticios el impacto del COVID está siendo diferente según el caso, pero que en términos generales se mantienen valores en el rango de lo que hemos venido viendo en los últimos años ¿Qué se puede decir en relación con los valores de la soja en particular? 

FC: Los precios de la soja en Chicago han mostrado bastante volatilidad en las últimas semanas. Después de arrancar el año en niveles altos, de más de US$ 340 la tonelada, bajaron fuertemente durante enero, febrero y la primera quincena de marzo, llegaron a ubicarse en torno de los US$ 300 a mediados de marzo, Luego repuntaron también de forma muy rápida en la segunda quincena de marzo, recogiendo una expectativa de recuperación de la demanda desde China y la previsión de dificultades logísticas para las exportaciones del hemisferio sur. De esa manera, sobre el cierre de marzo la soja en Chicago había vuelto a los US$ 320 por tonelada. Pero en el transcurso de abril la tendencia ha sido a la baja nuevamente en la soja, arrastrada por el desplome del precio del petróleo y en un marco de mucha lentitud en las ventas de Estados Unidos también. De allí que la cotización cayó nuevamente por debajo de los US$ 310 la tonelada en los últimos días.

Y en términos generales, la cotización local acompañó estos vaivenes del mercado de Chicago, comenzó el año en unos US$ 320-US$ 325 la tonelada, bajó a menos de US$ 300 a mediados de marzo, luego subió nuevamente a niveles de más de US$ 310-US$ 315 la tonelada y hoy está nuevamente en torno de los US$ 300 la tonelada.  

Frente a este panorama, con tanta volatilidad en el mercado, el precio efectivamente recibido por cada productor va a variar mucho en esta campaña, en función del momento de venta de cada uno y de sus estrategias de cobertura.  

Nosotros en Exante estamos asumiendo un precio de US$ 300 por tonelada como promedio, que implica una caída de algo más de 5 % respecto al precio promedio de venta de la cosecha pasada. 

EC: Ahora, entre tantas noticias malas la suba del dólar es una buena noticia para la agricultura, ¿verdad? Es notorio que hemos visto un aumento del tipo de cambio importante en el último año y eso debería contribuir a bajar los costos de producción, ¿no es así? 

FC: Efectivamente. Los precios son más bajos, como decíamos antes, pero los costos de implantación del cultivo también bajaron y de forma significativa en esta campaña. Por un lado, vimos un abaratamiento importante de la semilla (revirtiendo la suba que había tenido en la zafra anterior, por la situación de escasez derivada de los malos resultados productivos del verano 2018). Por otro lado, la suba del dólar se reflejó en una caída de costos de mano de obra y servicios contratados, en lo que también incidió de forma clave el abaratamiento que acumulan los precios de los combustibles medidos en dólares. Y, finalmente, en términos de costos por hectárea, también va a estar contribuyendo a la baja de los costos post-cosecha (como costos de acondicionamiento y de transporte), el hecho de que levantemos menos kilos por hectárea. Porque eso supone menos kilos para secar, limpiar y transportar. 

En definitiva, por todos estos elementos, los costos de producción de soja en esta zafra estarían cayendo, según nuestras estimaciones algo más de 15 % frente a la zafra pasada.

EC: Entonces, ¿cómo estarían cerrando los números del cultivo de soja según sus estimaciones? 

FC: Concretamente, según nuestras estimaciones, con un rinde promedio país de 2.100 kilos por hectárea y un precio medio de unos US$ 300 por tonelada, el margen del cultivo de soja, antes de la renta de la tierra, se ubicaría en unos US$ 140 por hectárea en promedio. Eso implica una baja muy importante respecto de la zafra pasada, cuando los márgenes (siempre antes de la renta de la tierra) se habrían ubicado en unos US$ 340 por hectárea según nuestros cálculos. De hecho,
US$ 140 por hectárea es un resultado muy ajustado para quién deba afrontar el pago de renta por la tierra. Tengamos presente que la renta de la tierra agrícola ha bajado, pero según las últimas cifras del Ministerio, está en torno de USS 190 por hectárea al año.

En definitiva, con las cartas vistas hasta el momento, parece bastante claro que esta zafra de soja va a cerrar con números bastante más ajustados en general, aunque permaneciendo lejos de lo que fue la zafra 2017/2018, cuando el cultivo arrojó pérdidas muy importantes.  Y con un elemento adicional que vale la pena marcar, que es que la zafra de invierno 2019 no fue mala, no supuso rentabilidades particularmente buenas pero dejó márgenes positivos en general tanto en el trigo como en la cebada. Con lo cual el ejercicio agrícola 2019/2020 mirado en su conjunto para un productor tipo de agricultura continua estaría cerrando como un ejercicio bastante peor que el ejercicio 2018/2019, pero sin dejar pérdidas en la mayoría de los casos.

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Foto: Pablo La Rosa – Adhoc Fotos

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