Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
EMILIANO COTELO (EC): El Banco Central publicó en los últimos días nuevas cifras referentes a la Balanza de Pagos de Uruguay.
Los nuevos datos, correspondientes al segundo trimestre del año, mostraron una mejora del saldo en cuenta corriente en el año móvil a junio. Esto se explicó fundamentalmente por un crecimiento muy importante de las exportaciones de bienes.
¿Cómo deben leerse estos movimientos? ¿Qué sucedió con las exportaciones de servicios? ¿Y con las importaciones?
Les proponemos analizar estos temas en los próximos minutos con el economista Luciano Magnífico, gerente de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Estos últimos datos de Balanza de Pagos mostraron un crecimiento muy importante de las exportaciones de bienes. Me imagino que el rebote de las exportaciones agropecuarias tras el impacto de la sequía del año pasado debe haber jugado un rol importante en esto. ¿Cómo vieron estos datos?
LUCIANO MAGNÍFICO (LM): Sí, era esperable que las exportaciones de bienes tuvieran un crecimiento importante en este dato del segundo trimestre. Si consideramos las cifras del año móvil a junio tenemos que las exportaciones de bienes aumentaron en unos US$ 500 millones frente a las que teníamos en el dato anterior de marzo.
Aquí vale la pena hacer un comentario, la Balanza de Pagos es un instrumento que registra todas las transacciones entre agentes residentes y no residentes de una economía. Dentro de todas esas transacciones, las relacionadas al intercambio de bienes son de las que tenemos información con mayor frecuencia, dado que Uruguay XXI publica al cierre de cada mes datos sobre estos movimientos.
Por tanto, digamos que la parte de la película que está mostrando la balanza comercial de bienes para el segundo trimestre ya era algo que teníamos totalmente incorporado. Es más, contamos con datos mensuales adicionales hasta setiembre que están mostrando una lógica similar, que es el repunte de las exportaciones de bienes tras el muy magro desempeño por la sequía del 2023.
Si vamos al agregado enero-setiembre y calculamos la variación interanual, tenemos una suba de 15% en monto. Más allá de la suba en monto, también estamos observando aumentos importantes a nivel de los volúmenes, con una suba interanual en lo que va del año de más de 30% (el doble de la que tenemos en monto, lo que se explica por la caída en los precios de venta en varios de los productos).
RA: ¿Podemos hacer un repaso de lo que vienen mostrando las cifras a nivel de productos? Más allá de los bienes agrícolas, ¿hay otros con movimientos importantes?
LM: A ver, obviamente los movimientos más importantes vienen siendo de los productos agrícolas. Por ejemplo, las exportaciones de soja vienen casi triplicando lo vendido en el mismo período de 2023. En el caso del trigo, la suba es un poco menor pero está en un 80% de aumento.
Más allá de esto, también estamos teniendo un crecimiento fuerte en la celulosa, tras la puesta en pleno funcionamiento de la nueva planta de UPM. En concreto, las exportaciones de celulosa muestran en el agregado enero-setiembre un incremento interanual de 36%. Esto consolida a la celulosa como el primer producto de exportación con un monto de casi US$ 1.900 millones y una participación del orden del 20% sobre el total exportado de bienes.
También estamos viendo subas en otros productos como los concentrados de bebidas, vehículos, productos farmacéuticos, por poner algunos ejemplos que salen de los que usualmente comentamos.
Por el otro lado, dentro de los sectores que no se han desempeñado tan bien tenemos al sector cárnico, que no ha exhibido crecimiento respecto al año pasado, y a sectores como el lácteo que incluso ha mostrado caídas en los montos exportados. En estos dos casos, el magro desempeño se explica íntegramente por un descenso de los precios de venta de estos dos productos respecto a 2023.
RA: Queda claro, Luciano. ¿Y qué podemos destacar dentro de los rubros para los cuales la única información que tenemos es este reporte trimestral de Balanza de Pagos? Por ejemplo, recién hablábamos del comercio de bienes, pero ¿qué sucedió con el comercio de servicios?
LM: En términos de los servicios, lo primero que hay que decir es que en el año móvil a junio las exportaciones de servicios se situaron en casi US$ 7.000 millones.
Para que los oyentes tengan una referencia, las exportaciones de bienes sin operaciones de trading en ese mismo período fueron de poco menos de US$ 13.000 millones… Y si agregamos el trading (esto es, la compraventa de productos que no pasan ni tienen una transformación significativa en Uruguay), las exportaciones de bienes sumaron algo más de US$ 15.000 millones.
Eso quiere decir que las exportaciones de servicios, que reitero fueron de unos US$ 7.000 millones, representaron casi un tercio de las exportaciones totales de bienes y servicios de Uruguay. Por tanto, claramente son un rubro muy importante de nuestra Balanza de Pagos.
Si vamos al análisis del último dato, la principal conclusión sería que las exportaciones de servicios siguen mostrando firmeza y se mantienen en niveles históricamente altos pero lo cierto es que no han podido acumular mayor crecimiento en los períodos más recientes.
RA: ¿Y a nivel de rubros? ¿Qué muestran las cifras desagregadas?
LM: A ver, lo primero es que cuando abrimos las cifras agregadas tenemos ítems muy diversos. Bajo el paraguas de las exportaciones de servicios, tenemos desde los ingresos por turismo, hasta exportaciones de servicios empresariales, financieros o de tecnología y comunicaciones, pasando también por lo relativo al transporte y la logística.
Por lo tanto, claramente tenemos agregados distintos sectores con realidades y desafíos muy diversos.
Si vamos a las cifras del último dato, el principal sector exportador de servicios continuó siendo el turismo con exportaciones que totalizaron unos US$ 2.500 millones en el año móvil a junio. Más allá de la recuperación que procesó a partir de 2023, lo cierto es que este sector tampoco ha mostrado mayor dinamismo según estos datos más recientes.
La perspectiva es que la próxima temporada turística sea muy positiva y que pueda darse un repunte adicional en las “ventas” de este importante sector de actividad.
Siguiendo nuestro repaso y dentro de los sectores más tradicionales de servicios junto con el turismo, tenemos al sector del transporte y logística. Este sector totalizó exportaciones por algo más de US$ 700 millones en el año móvil a junio. Aquí la tónica es similar en la medida de que el transporte era un sector que venía en los últimos años con un crecimiento bastante consistente de sus exportaciones pero que ha tendido a detenerse en los últimos dos trimestres.
Posteriormente, tenemos todo el universo de los llamados servicios no tradicionales.
RA: ¿Qué están marcando las cifras respecto a esos sectores no tradicionales?
LM: Están marcando firmeza porque sin dudas han sido sectores que han mostrado un dinamismo muy trascendente en años previos pero que no destacan por su crecimiento reciente.
Por ejemplo, las exportaciones de la industria TIC sumaron US$ 1.260 millones, que está en línea con lo que habían sido las cifras de datos anteriores. Más allá de que no se ha podido acumular crecimiento en este rubro en los períodos más recientes, la cifra sigue siendo sumamente alta cuando consideramos una perspectiva un poco más larga.
En otros servicios empresariales también se observó la misma tónica. Sumaron US$ 1.800 millones en el año móvil a junio, lo cual es una cifra muy destacable pero básicamente no variaron respecto a los registros previos.
RA: Para ir cerrando, Luciano. Hablábamos recién de las exportaciones, tanto de bienes como de servicios, ¿cómo están viendo el lado de las importaciones?
LM: Del lado de las importaciones, estamos teniendo un retroceso según los últimos datos disponibles. Desde el lado de los bienes, las cifras marcan un descenso de 2% de las importaciones en el acumulado del año.
A su vez, desde el lado de los servicios, el turismo emisivo sigue dando señales de aflojamiento tras el encarecimiento en dólares que viene teniendo Argentina y que ha interrumpido ese turismo de compras masivo al país vecino que se vio en años anteriores.
Ese descenso de las importaciones, junto con el incremento fuerte que se dio a nivel de las exportaciones de bienes, llevaron a que el déficit de cuenta corriente haya procesado un ajuste muy importante (pasando de 2,8% del PIB en el año móvil a marzo a 1,9% del PIB en junio).
Hacia adelante, es de esperar que esta tónica de crecimiento de las exportaciones y aflojamiento de las importaciones se mantenga en los próximos meses, lo que puede llevar a una corrección adicional de la cuenta corriente.