A. Económico

La Unión Europea presentó un programa inédito de estímulos fiscales para combatir los impactos del Covid-19

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El plan de recuperación europeo ante el impacto que está teniendo el coronavirus.

EMILIANO COTELO (EC): La semana pasada, la Unión Europea anunció un acuerdo sin precedentes para la creación de un nuevo paquete de estímulo fiscal. Dicho fondo estará destinado a paliar el impacto económico que ha tenido el Covid-19 sobre las economías del bloque europeo. 

¿Cuáles son los puntos más destacados del acuerdo alcanzado? ¿Cómo se financiará este paquete de estímulos? Lo conversamos en los próximos minutos con el economista Luciano Magnífico, de la consultora Exante.

Luciano, ¿podemos empezar repasando los principales aspectos de este acuerdo?

LUCIANO MAGNÍFICO (LM): Sí. En primer lugar, a partir de este acuerdo (que aún resta ser ratificado en el Parlamento Europeo) se votó la creación de un paquete de estímulo fiscal por un monto aproximado a € 750.000 millones (que equivalen a casi 5% del PIB europeo). 

Concretamente, ese monto se divide en unos € 390.000 millones en subvenciones (es decir, aportes a los países beneficiarios no reembolsables) y € 360.000 millones a través de préstamos. Vale señalar que estos € 750.000 millones se adicionan al presupuesto regular de la Unión Europea para el período 2021-2027, también aprobado en la reunión y que asciende a un poco más de € 1 billón (un millón de millones de euros).

EC: ¿De dónde saldrán esos fondos, Luciano? ¿Quién los aportará?

LM: Estas medidas de estímulo fiscal serán financiadas a través de un proceso de emisión conjunta de títulos de deuda que tendrá como tope de ejecución el año 2026. Asimismo, la deuda será repagada a través del presupuesto anual de la Unión entre 2027 y 2058.

En términos generales, este acuerdo implica por un lado el final de un largo proceso de negociación interna en el bloque respecto a la adopción de nuevas medidas que permitan superar el impacto que ha tenido el Covid en estos países. Mientras que, por otro lado, representa un hito histórico en la medida en que es la primera vez en la historia de la Unión Europea que se financiarán medidas de este tipo a través de la emisión colectiva de deuda. 

En otras palabras, se va a emitir deuda que no corresponde a un estado nacional concreto, sino que quien deberá pagar esa deuda es la propia Unión Europea, se trata de deuda de carácter supra nacional. 

EC: Recién comentabas que el alcance de este acuerdo había implicado un largo proceso de negociación dentro del bloque. ¿Cuáles eran las principales discrepancias entre los países?

LM:  Ahí lo primero que hay que señalar es que en principio habían tres grupos de países. Por un lado, se encontraba el grupo de los llamados “frugales”, entre los que se encontraban los Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Austria y Finlandia, cuya postura era la de promover el otorgamiento de préstamos más que de otorgar subvenciones. Esos países estaban dispuestos a que se emitiera deuda de la Unión Europea, para a su vez prestar esos fondos a los países con mayor necesidad, pero no querían otorgar subvenciones a ningún país. 

En el otro extremo se encontraban los países que en medio de la discusión fueron llamados “populistas”, principalmente Hungría y Polonia, que promovían como instrumento primordial la entrega de fondos subvencionados, en detrimento de la concesión de préstamos.

En un punto medio se hallaban los llamados “federalistas”, Alemania y Francia, que si bien estaban a favor de más subvenciones, pretendían atar su otorgamiento al cumplimiento de criterios estrictos de gestión de los fondos comunitarios.

Más allá de esas diferencias iniciales y si bien ningún grupo vio colmadas totalmente sus expectativas, cada uno consiguió la satisfacción de parte de sus demandas y de hecho el acuerdo fue votado por unanimidad por los 27 países miembros de la Unión.

EC: Volviendo sobre lo efectivamente acordado, ¿cómo se repartirán esos € 750.000 millones entre los países miembros de la Unión Europea?

LM: Los criterios de repartición son dos según el momento en el cual se entreguen los recursos. Por un lado, con respecto a los fondos a ser otorgados en 2021 y 2022, el criterio será fijado a partir de la consideración de la población, del PIB y del nivel de desempleo en el período entre 2015-2019. 

Posteriormente y en lo relativo a la entrega correspondiente a 2023, la referencia pasará a ser la caída exhibida por el PIB de cada país en el período 2020-2021. De esta forma, esta segunda partida permitirá que los países que mostraron los mayores impactos recesivos cuenten con recursos para hacer frente a las reformas necesarias para reactivar sus economías.

EC: Entonces Luciano, los países que venían con recesiones más profundas serán los que efectivamente se verán más favorecidos por estas medidas ¿Es así?

LM: Exactamente. Los países que habían venido mostrando las mayores dificultades en materia de actividad económica serán los más beneficiados por estos estímulos. En ese sentido, resalta Italia con un monto asignado de aproximadamente € 209.000 millones, seguido por España con € 140.000 millones. 

A estos dos países le siguen Grecia, Portugal y Francia que recibirían un monto aproximado de € 40.000 millones en cada caso en el marco de este plan.

Vale destacar que, de confirmarse esta repartición, estos 5 países recibirían algo más del 60% del monto total asignado. 

EC: Y respecto al uso de estos fondos, ¿qué podemos decir sobre eso? ¿Serán de libre disponibilidad o existe algún uso determinado que deberá darse a esos recursos?

LM: El 90% de los recursos se destinarán al Fondo de Recuperación y Resiliencia, destinados a financiar las inversiones y reformas que los países presentan al bloque. 

En ese sentido, algunos estados reclamaban un derecho de veto para la liberación de los fondos ante el no cumplimiento de las reformas pautadas. Esta propuesta finalmente fue descartada, quedando definida la aprobación de los planes nacionales de reforma por mayoría cualificada de los estados miembro, es decir, sin derecho de veto. 

EC: Antes habías mencionado que este paquete de estímulos se iba a financiar con la emisión de deuda. ¿Podemos comentar algo respecto a las principales características que tendrá esa operación?

LM:  En primer lugar, déjame reiterar que la decisión de financiar este paquete de medidas con la emisión conjunta de deuda por la Unión Europea constituye una decisión inédita. 

Recordemos que tras la crisis del 2008/2009 (e incluso posteriormente en lo que fue la crisis griega) y en pleno proceso de rescate de bancos, esta idea había estado sobre la mesa. Se había discutido mucho la posibilidad de emitir deuda conjunta entre los países para apoyar a los países más afectados por la crisis financiera pero en aquel momento la propuesta fue desestimada.

Sin embargo, ahora con esta decisión se crea un precedente tendiente a cierta socialización de las pérdidas ante situaciones de grandes dificultades económicas.

Esto es realmente un hito histórico. Hasta ahora, en el mundo, cada estado nacional emite su propia deuda.Si un Estado necesita dinero, emite deuda en los mercados de capitales o toma préstamos de organismos multilaterales y luego tiene que hacerse cargo totalmente de pagar esas deudas. Esta operación implica que se realiza una emisión de deuda que deberá ser honrada por la Unión Europea (que tiene su propio presupuesto en base a la recaudación de impuestos aduaneros y a aportes que deben realizar los países) y que esos fondos se destinan a apoyar a distintos países. Una parte del dinero que reciban los países lo tienen que devolver a la Unión Europea y otra parte no la deberán devolver,será una subvención.

Esto representa para Europa un cambio institucional inédito y puede constituir el primer paso en un camino, largo, hacia cierto grado de unión fiscal y puede también sentar un precedente de colaboración entre estados nacionales en otros contextos de crisis económica. 

EC:  – Para cerrar ¿cómo reaccionaron los mercados ante la noticia del acuerdo?

LM: Sobre ese punto, si bien los índices bursátiles europeos no mostraron ganancias en las últimas jornadas, sí se observa un fortalecimiento del euro frente al dólar y una caída de los rendimientos de los bonos soberanos en algunos de los países identificados como de los principales ganadores de esta medida (por ejemplo, España e Italia).

En relación al euro, se ubicaba el viernes en US$ 1,16, pautando una suba de 2% frente al día previo al anuncio y significando el máximo valor desde octubre de 2018.

Es importante destacar que más allá de esta mejora en las variables financieras y del impacto que pueda tener el plan aprobado, habrá que ver cómo reaccionan las economías del bloque europeo tras los fuertes efectos que dejó el Covid-19 y qué tan homogénea es la recuperación que muestren. 

 

 

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Foto: AFP

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