Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
ROMINA ANDRIOLI (RA): En estos días la COMAP publicó las cifras de los proyectos de inversión promovidos en 2022. Éstas mostraron la mayor cantidad de proyectos recomendados en la última década, que sumaron un volumen total de casi US$ 1.200 millones.
¿Cómo fue la distribución por sectores de actividad de estos proyectos? ¿Cuáles son las perspectivas para la inversión este año? Lo conversamos con la economista Delfina Matos, de Exante.
RA: ¿Qué evaluación general hacen en Exante de estos datos de proyectos promovidos que se conocieron esta semana?
DELFINA MATOS (DM): Ciertamente es una buena noticia, que está en línea con otros indicadores que también muestran que 2022 fue un año “movido” en materia de inversiones.
Como adelantabas, el año pasado vimos la mayor cantidad de proyectos de inversión recomendados por la COMAP de los últimos diez años. Fueron 708 proyectos, que en conjunto suponen una inversión total de US$ 1.194 millones.
Para tener una referencia, en 2021 se habían promovido unos 500 y en 2018 y 2019 alrededor de 460. Sin embargo, vale notar que estuvimos bastante por debajo de los 850 proyectos que se promovieron en promedio por año entre 2010 y 2012, que fueron los años “pico” del régimen.
RA: ¿Cómo compara el monto de inversión con el de años previos?
DM: Los US$ 1.194 millones del año pasado supusieron más del doble que el monto visto en 2021. Sin embargo, resultan más de 20% más bajos al monto de inversión de 2019 y bastante más inferior al promedio de US$ 2.000 millones por año que se observó entre 2011 y 2016.
RA: Eso significa entonces que el año pasado se dieron proyectos más pequeños en tamaño respecto a esos años, ¿es así?
DM: Exactamente. En 2022 vimos un aumento fuerte en la cantidad de proyectos respecto a la última década, pero en monto el aumento fue importante solo respecto a los años más recientes. Por lo que el tamaño medio de los proyectos promovidos en 2022 fue de US$ 1,7 millones, mucho menor a los que se registraron en 2019 y entre 2013 y 2016, que fueron de entre US$ 3 y 4,5 millones según el año.
RA: En cualquier caso, respecto a los últimos años podríamos decir que en 2022 hubo una mayor voluntad a invertir por parte de las empresas, ¿verdad?
DM: Si, estas cifras parecen confirmar el cambio de tendencia que ya habíamos comenzado a ver en 2021.
Igual hago dos precisiones. La primera, que estamos hablando de proyectos promovidos en 2022 y no necesariamente presentados en 2022. Desde que una empresa presenta un proyecto a la COMAP hasta que sale la aprobación de los beneficios fiscales, hay un tiempo de procesamiento. O sea que no necesariamente todos los proyectos aprobados en 2022 son iniciativas de inversión que arrancaron en 2022.
La segunda precisión, que es bastante más importante, es que la inversión que pasa por la COMAP es solo una porción de todos los proyectos de inversión que se ejecutan en el país. Para tener una idea, como dijimos, los proyectos aprobados por la COMAP en 2022 totalizaron US$ 1.194 millones, mientras que en Exante estimamos que el año pasado la inversión total en activos fijos fue de entre US$ 13.000-14.000 millones. Con esto quiero remarcar que mirando las cifras de la COMAP estamos observando solo una porción de toda la inversión de la economía, pero tampoco quiero desmerecer la señal y, en definitiva, otros datos como la cantidad de proyectos de vivienda promovida, la cantidad de proyectos de construcción de gran dimensión económica (que aplican a otro régimen promocional específico), la cantidad de importaciones de bienes de capital y los propios datos de inversión total que publica trimestralmente el BCU con las cuentas nacionales, están todos marcando que 2022 fue un buen año en materia de inversiones.
RA: Ahora, volviendo a los datos de 2022 que publicó la COMAP, ¿cómo fue la distribución de los proyectos por sectores de actividad?
DM: A diferencia de lo ocurrido en los dos años anteriores, en 2022 los proyectos en el sector de servicios pasaron a liderar con el 54% del monto total de inversión y casi el 40% de la cantidad de proyectos. Un escalón más abajo se posicionaron los proyectos en industria y en comercio, con el 19% y 17% del monto de inversión respectivamente. Vale notar que en la industria son muchos menos proyectos que en el comercio, pero de mayor envergadura en promedio. El monto promedio de los proyectos presentados por empresas de la industria fue muy similar a las de servicios (de cerca de US$ 2,5 millones), mientras que en el caso del comercio la cifra media fue menor a US$ 1 millón.
Por otro lado, el sector agropecuario tuvo un aumento importante tanto en cantidad de proyectos como en monto invertido, aunque todavía en una escala más pequeña a los sectores que recién mencioné.
Por último, los proyectos promovidos en la actividad turística representaron tan solo el 3% del total, tanto en términos de cantidad como en monto.
RA: Bien. Antes mencionabas que el año pasado hubo más proyectos chicos, pero supongo que también los hubo de gran porte. ¿Cuáles fueron y a qué tipo de inversiones refieren los más importantes?
DM: Si, la realidad es que hay una gran diversidad de características entre proyectos y, por lo tanto, también en el monto invertido. En 2022 el proyecto más grande fue por un total de unos US$ 180 millones, mientras que en el otro extremo hubo proyectos por menos de US$ 10.000.
El más grande por gran margen, ese de US$ 180 millones, correspondió al fideicomiso de UTE para cerrar el anillo eléctrico de Uruguay a través de una línea de alta tensión que unirá Tacuarembó con Salto, proyecto que ya se adjudicó a una empresa china y que va a insumir varios años (se espera que esté operativo en 2025). Luego, por unos US$ 109 millones, se promovió un proyecto para la operación y mantenimiento del ferrocarril. Los demás involucran montos de menos de US$ 100 millones cada uno, aunque hay varios relativamente grandes. Hay uno de la farmacéutica Urufarma por algo más de US$ 80 millones y luego hay otros dos por alrededor de US$ 55 millones cada uno, uno para la construcción de un parque fotovoltaico de generación de energía y otro de una empresa de obras de arquitectura.
Estos cinco proyectos en su conjunto representaron el 40% del monto total de inversión promovida por este mecanismo en 2022.
RA: Para terminar, ¿qué perspectivas manejan en Exante para la inversión este año?
DM: Como mencioné antes, en Exante estimamos que el año pasado la inversión en activos fijos fue de entre US$ 13.000-14.000 millones, un monto 5% superior al de 2021 y que resulta alto en la comparación histórica. Hubo una contribución muy importante del proyecto de UPM, de obras de infraestructuras como el Ferrocarril Central, obras viales y de líneas de comunicación y también de construcción residencial.
Para este año en Exante estimamos una caída de la inversión en activos fijos en términos agregados, recogiendo que las inversiones asociadas al proyecto de UPM llegarán a su fin en la primera parte del año. Sin embargo, la inversión en construcción residencial y en obras viales de otras infraestructuras seguramente va a crecer sensiblemente. En abril tendremos una nueva edición de nuestra encuesta de expectativas empresariales, pero hasta la última veníamos recogiendo una percepción muy positiva del clima de negocios y una vocación de inversión interesante en muchas empresas.
En síntesis, pensamos que la inversión ya no va a impulsar al PBI como el año pasado debido al fin de las obras de UPM, pero nuestro escenario base de proyección igual contempla un desempeño positivo en el resto de la inversión si uno deja de lado ese efecto.