Análisis Económico

El salario real cayó en 2020

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¿Qué razones estuvieron detrás de ese descenso? ¿ Qué podemos esperar para este año?

EMILIANO COTELO (EC): Días atrás, el Instituto Nacional de Estadística dio a conocer las cifras relativas al Índice Medio de Salarios para el mes de diciembre. En concreto, los datos marcaron un aumento nominal del salario de 7,75% en la medición punta a punta a diciembre, frente a una inflación de 9,4%. De ese modo, en el conjunto del año se observó una caída del salario real de 1,5%.

¿Desde cuándo no se observaba una disminución del salario real en nuestro país? ¿Qué factores explicaron este descenso? ¿Qué perspectivas se tienen para este año? Lo hablamos en los próximos minutos con el economista Luciano Magnífico, de la consultora Exante.

Luciano, ¿te parece si empezamos repasando qué pasó con los salarios en 2020 tanto a nivel general, como en la distinción entre el sector público y el sector privado?  

LUCIANO MAGNÍFICO (LM):  En primer lugar, lo más saliente de estos nuevos datos es que cerradas las cifras de diciembre y como preveíamos desde hace meses, en 2020 se configuró una caída del salario real. Como bien decías al inicio, el descenso en la medición fin de período fue de 1,5% en términos reales frente a las cifras de diciembre 2019, lo que implicó un segundo año de caída consecutiva bajo esta medición, aunque hay que recordar que la caída del año pasado había sido muy leve, de 0,3%.

Más allá de esto, es importante señalar que la medición fin de período únicamente toma en consideración lo que sucede en diciembre. Y eso es una limitante del análisis, en la medida en que los trabajadores adquieren bienes y servicios de forma continua a lo largo de todo el año. Por tanto, la medición más apropiada para evaluar esa evolución sería la variación promedio anual, que contempla el poder adquisitivo del salario en todos los meses del año (y no sólo en diciembre). 

EC: ¿Y qué marca esa comparación?

LM: En la comparación promedio anual la pérdida de salario real fue un poquito mayor fue de 1,7%. Y en esta medición, que es más precisa, se configuró la primera caída del salario real desde 2004.

Asimismo, y si vamos a la distinción entre salarios públicos y salarios privados, la magnitud del descenso en el Índice Medio de Salarios estuvo principalmente asociada al desempeño del sector privado. En concreto y siempre considerando la variación promedio anual, el salario real privado cayó 2,3% mientras que el público presentó un descenso más moderado, de 0,7% en 2020. 

EC: Cuáles fueron las razones detrás de esta primera caída del salario real después de 15 años?

LM: En realidad, hay una serie de razones que explican este fenómeno. Por un lado, la inflación se aceleró en el correr del 2020 pasando de 8,8% al cierre de 2019 a 9,4% al final del año pasado. Esto es particularmente relevante para los funcionarios públicos, cuyos ajustes nominales principalmente se dan en enero, lo que implica que un aumento de la inflación en el transcurso del año reduce el poder adquisitivo de esos ajustes.

Por el lado de los privados, la irrupción de la pandemia lógicamente generó un impacto fuerte en el mercado laboral. Esto llevó a que el Poder Ejecutivo diseñara las negociaciones salariales del segundo semestre de 2020 por la vía de firmar acuerdos puente de un año, que por diseño implicaban una caída del salario real. En particular, estos acuerdos a diferencia de lo que veníamos viendo en oportunidades anteriores no otorgaban a los trabajadores un ajuste inmediato a la firma del convenio, sino que el aumento previsto de 3% nominal se daba recién en enero (o en abril si era un sector en problemas) de 2021. Bajo la lógica salarial que prevalecía hasta ese momento, además de los correctivos, en julio de 2020 habría tocado otro ajuste de salarios. Ese ajuste fue postergado hasta enero y eso lógicamente creó un desfasaje por el cual el aumento del salario nominal terminó siendo apreciablemente menor que la inflación.

EC:  A partir de lo que estás diciendo, me imagino que algunos oyentes estarán atribuyendo la caída del salario real al cambio de gobierno y al consiguiente cambio de la política salarial. ¿Esto es así?

LM:  Lógicamente no existe una respuesta inequívoca a esa pregunta. Obviamente es un tema que genera controversias desde las diferentes tiendas políticas.

Como comentamos numerosas veces en este espacio, ya antes de la pandemia los salarios privados se encontraban en niveles que resultaban elevados en relación con la productividad (lo cual conduce a costos elevados en las empresas). Es importante destacar que esto no quiere decir que los salarios sean altos en relación con el costo de vida. Ese es otro concepto y de hecho las estadísticas marcan que una proporción importante de los trabajadores acceden a muy bajos niveles salariales, pero esa es claramente una discusión diferente.

A lo que me estoy refiriendo concretamente es a que, con el freno de la actividad económica que se produjo a partir de fines de 2014 (cuando culminó el período de auge de las materias primas), se comenzó a observar un deterioro muy fuerte en los niveles de empleo. De hecho, en el período 2015-2019 se perdieron más de 50.000 puestos de trabajo. En otras palabras, ya teníamos un desajuste en el mercado de trabajo, cuya corrección operaba principalmente a través de una reducción del empleo. Con esa condición de partida al momento en que irrumpe el COVID y teniendo en cuenta todas sus consecuencias en el empleo, a nuestro juicio era razonable que la pauta oficial contemplara una moderación de los salarios nominales, con una consiguiente caída del salario real, para atenuar el impacto sobre los niveles de empleo.

Por tanto, a nuestro juicio no sería correcto atribuir la pérdida del salario real de 2020 al cambio de gobierno o a una modificación arbitraria de la política salarial. Más aún, los ingresos de los hogares venían cayendo en los últimos años por efecto de los menores niveles de empleo. 

EC: ¿Podemos comentar algunas cifras de esa caída de los ingresos de los hogares que recién mencionabas?

LM: Sí, claro. Desde 2018 se vienen observando caídas en términos reales del ingreso de los hogares. En 2018 el descenso fue de 1,7%, mientras que en 2019 la caída se ubicó en 2,4%. 

En el acumulado enero-noviembre de 2020 el descenso respecto al mismo período de 2019 se situaba en 7,3%, y eso obedece a múltiples factores: se perdieron empleos, muchos trabajadores fueron a seguro de paro (percibiendo menos), seguramente bajaron los ingresos de los pequeños y medianos empresarios. Y también bajó el salario real de quienes conservaron su empleo.

Estas cifras muestran con claridad, a nuestro juicio, que la pérdida de ingresos de los hogares en 2020 fue muy importante. La pérdida de salario real no fue, por cierto, el principal problema que enfrentaron los hogares.

EC: Para ir cerrando, ¿qué podemos aguardar en relación a estos temas para 2021?

LM: A ver, una de las claves para 2021 va a estar en qué suceda con las negociaciones salariales al vencimiento de los acuerdos puente (que en su mayoría vencen a mediados de año) y para lo cual todavía no tenemos ninguna señal desde el gobierno.

De todas formas, salvo que exista una aceleración fuerte de los salarios en julio a partir de la firma de los nuevos convenios (lo que parece muy poco probable), en 2021 se observará un nuevo descenso del salario real. De hecho, nuestro escenario base en Exante contempla una caída adicional del salario real privado de 1,1% en el promedio de 2021, aunque más moderada que la registrada en 2020. Por su parte y teniendo en cuenta los ajustes de enero, los salarios públicos bajarán en torno de 1,5% en el promedio anual.

Asimismo y en la medida que aguardamos una recuperación lenta del empleo, que seguirá yendo de atrás respecto a la recuperación de la actividad, entendemos que los ingresos de los hogares se recuperarán de forma muy gradual en 2021; al cierre de 2021 los ingresos medios de los hogares seguirán muy probablemente por debajo de los niveles pre-COVID. 

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Foto: Presidencia

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