Luego de varios años arrastrando dificultades, el sector arrocero habría registrado una mejora importante de sus resultados en la última zafra.
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EMILIANO COTELO (EC): En un escenario de buenos precios del arroz en el mundo y con expectativas de altos rendimientos, todo hace prever que la campaña actual será todavía mejor.
Les proponemos dedicar el espacio de análisis económico de hoy a conversar sobre la situación actual y las perspectivas para el sector arrocero uruguayo. Para eso estamos en contacto con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante.
Florencia, quizás valga la pena comenzar por hacer un breve repaso de la evolución reciente que ha tenido el sector arrocero en nuestro país. El panorama claramente viene mejorando, pero el sector venía de varios años difíciles, ¿verdad?
FLORENCIA CARRQUIRY (FC): Sí. Sin dudas, el cultivo de arroz es un cultivo tradicional en nuestro país, pero sufrió una contracción notoria en los últimos años. Pasamos de un área sembrada que oscilaba en torno a las 160.000 – 170.000 hectáreas (con algún año incluso de más de 190.000 hectáreas) a una superficie arrocera que en los últimos años llegó a caer por debajo de las 140.000 hectáreas. Y esa caída del área obedeció esencialmente a resultados económicos muy malos en la última década, sobre todo a partir de 2014, luego de la corrección que sufrieron los precios de las materias primas en el mundo. Es interesante señalar, que el sector arrocero uruguayo sobresale a nivel mundial por los altos niveles de productividad, con rendimientos promedio que se han mantenido arriba de los 8.000 kg por hectárea en todos estos años. Pero la conjunción de costos internos medidos en dólares muy altos y la caída de los precios del cereal en el mundo derivó en pérdidas significativas y persistentes en el sector y en un proceso de aumento del endeudamiento que fue agudizando las dificultades financieras.
EC: Está claro. Ahora, como decía antes, la situación viene mejorando desde el año pasado y esta zafra que está en curso comenzó con buenas expectativas, ¿no es así? ¿A cuánto ascendió la superficie sembrada con arroz en este verano?
FC: Sin dudas el panorama para el sector arrocero viene mejorando en estos últimos dos años. La suba del dólar ha permitido una gradual corrección de los costos de producción y los precios del arroz han subido de forma importante y eso permitió que el verano pasado cerrara con márgenes positivos en el cultivo de arroz por primera vez en cinco años.
En ese contexto y con valores del arroz que se han mantenido en niveles altos, la zafra actual comenzó con buenas expectativas y el área sembrada subió, aunque subió de forma muy moderada porque faltó agua durante la primavera, previo al período de siembra. Hay que tener presente que, a diferencia de los cultivos de secano, el arroz es un cultivo de riego y por tanto lo importante es que llueva previo a la fecha de siembra para asegurar la disponibilidad de agua en las represas. Luego de hecho no se precisa lluvia durante el desarrollo del cultivo y es incluso beneficioso que haya días de mucho sol y alta luminosidad. En ese sentido, la poca lluvia de la primavera fue una limitante para la expansión del área. Según cifras de la Asociación de Cultivadores de Arroz, se habrían sembrado unas 142.000 hectáreas en este último ciclo, una cifra levemente superior a la que el Ministerio estima se sembró el verano pasado.
EC:¿Y qué se espera en materia de rendimientos?
FC: Uno de los elementos que destacan los especialistas es que el área logró sembrarse en fecha ideal (durante el mes de octubre), por lo que a priori se esperan buenos rendimientos este verano. Nosotros estamos asumiendo un rendimiento medio similar al de la zafra pasada, que fue históricamente alto, de unos 8.600 kilogramos por hectárea en el promedio del país.
Y si eso se confirma, tendríamos una cosecha de arroz levemente arriba de 1,2 millones de toneladas, es decir, un volumen ligeramente superior al del año pasado.
EC: Mencionabas antes, que los precios internacionales están firmes. ¿Esos buenos precios del arroz en el mundo están siendo capturados por el sector arrocero local?
FC: Si miramos los precios promedio de exportación de la industria local, efectivamente se observa una mejora de los valores en el último año, en un marco además de una demanda notoriamente más dinámica que en el año anterior, cuando la industria enfrentó dificultades de competitividad importantes y mucha lentitud a la hora de cerrar negocios. Durante los primeros once meses del ejercicio 2020/2021 de los molinos arroceros (que está cerrando ahora en febrero) el precio medio de exportación del arroz industrializado se ubicó en unos
US$ 490 por tonelada, eso es, casi 10% por arriba del precio medio del ejercicio anterior. Y los valores se ubicaron arriba de los US$ 500 por tonelada en el último trimestre.
Con lo cual, todo hace pensar que esa mejora de los precios de venta va a traducirse también en mejores precios para el productor.
EC:¿Qué expectativas hay para el precio que recibe el productor concretamente?
FC: Quizás vale la pena mencionar, que en este sector la negociación por el precio del arroz que la industria paga al productor se da de modo centralizado entre la Gremial de Molinos y la Asociación de Cultivadores de Arroz. De modo sencillo, podemos decir que el precio del arroz chacra surge de una fórmula que parte del precio medio de exportación del arroz industrializado, al que se le restan luego los costos de industrialización promedio y una utilidad para la fase industrial. Al comienzo del ejercicio (en torno al mes de junio) se establece un valor provisorio y luego una vez cerrado el ejercicio se calcula el valor definitivo y se hace una reliquidación final.
Por eso, la combinación de mejores precios de exportación y de menores costos industriales medidos en dólares permiten prever, por un lado, que el precio definitivo del arroz chacra de la zafra pasada (es decir del verano 2019/2020) va a tener una mejora respecto a lo que se había pactado provisoriamente y también plantea un escenario promisorio para el precio de la zafra actual.
Concretamente, nosotros en Exante estamos asumiendo valores promedio del arroz chacra pagados al productor arriba de
los US$ 10 por bolsa tanto para lo que fue la zafra 2019/2020 como para la zafra 2020/2021 que está en curso. Si esos valores se confirman estaríamos hablando del mejor precio del arroz pagado al productor desde 2014. Incluso a nivel de la Asociación Cultivadores hay expectativas de valores todavía más altos, arriba de los US$ 11 por bolsa.
EC: Entonces, con esos supuestos de precios y de rendimientos, ¿cómo estarían cerrando los números del cultivo de arroz según sus estimaciones?
FC: Según nuestras estimaciones, el margen promedio en el cultivo de arroz (antes de la renta de la tierra, pero luego del pago de la renta del agua), cerraría arriba de los
US$ 250 por hectárea para lo que fue la zafra 2019/2020 y, aunque todavía es prematuro para ser muy asertivo en las estimaciones, todo hace indicar que los márgenes tendrían una mejora adicional en esta campaña y en promedio podrían superar los US$ 300 por hectárea (siempre antes de la renta de la tierra). Ahora, tengamos presente que la renta de la tierra arrocera, según las últimas cifras del Ministerio, está en torno de los USS 130 por hectárea al año, con lo cuál incluso para quien deba afrontar la renta de la tierra estaríamos hablando de resultados positivos en estos últimos ciclos.
En definitiva, con las cartas vistas hasta el momento, parece bastante claro que estaríamos ante una segunda zafra consecutiva con buenos resultados en el arroz, y, si el panorama de buenos precios se sostiene, esto puede marcar el comienzo de una fase de recuperación del área arrocera en nuestro país.
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