
Foto: Pablo La Rosa Adhoc Fotos
EMILIANO COTELO (EC): Se está terminando de cosechar una nueva zafra de cultivos de verano en nuestro país y, de acuerdo con estimaciones preliminares, este año se estarían registrando producciones récord tanto en la soja como en el arroz.
En los próximos minutos vamos a estar analizando en detalle esta zafra agrícola de verano 2024/2025 que está finalizando, ¿a cuánto ascendería la producción de soja y de arroz este año? ¿Cómo quedarían los resultados económicos en estos cultivos? ¿Qué implican estos altos volúmenes de cosecha para las exportaciones de nuestro país? De todo esto estaremos conversando con la economista Delfina Matos, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Delfina, Emiliano decía recién que las cosechas de soja y arroz habrían sido récord este año, ¿podemos profundizar en eso? ¿Qué volúmenes se están manejando para esta campaña?
DELFINA MATOS (DM): Si. Comenzando por la soja, a fines del año pasado se habrían sembrado más de 1,2 millones de hectáreas, una superficie levemente inferior a la sembrada en la zafra anterior. La zafra comenzó con incertidumbre respecto a las condiciones climáticas. Recordemos que al cierre de 2024 y en la primera parte de enero llovió muy poco. Sin embargo, sobre el cierre de enero esa situación cambió completamente y las condiciones climáticas fueron óptimas desde entonces, superando lo que se esperaba inicialmente. Todavía queda alguna porción de área por cosechar, pero las estimaciones preliminares apuntan a un rendimiento que a nivel promedio país sería de unos 3.200 kilogramos por hectárea o incluso algo superior. Si se confirma, estaríamos hablando de un rinde promedio 30% más alto a los 2.500 kg/há registrados en la zafra del año pasado y también respecto al promedio de los últimos cinco años (sin considerar 2023, el año de sequía, en que el rendimiento fue muy bajo, menor a 700 kg/há en promedio).
De esta forma, la cosecha de soja alcanzaría a casi 4 millones de toneladas este año, un volumen 20% superior al cosechado el año pasado – que había sido bueno – y que marcaría un nuevo récord, similar o incluso algo superior a los casi 3,9 millones de toneladas de la zafra 2016/2017.
RA: Bien y si vamos al arroz ahora, ¿qué incremento estamos viendo este año a nivel de la producción arrocera?
DM: A diferencia de la soja, el arroz tuvo una expansión muy importante del área sembrada en la primavera del año pasado, aunque es un cultivo de mucho menor extensión que la soja. Se pasó de unas 150.000 hectáreas en los 3 años anteriores, a 183.000 hectáreas en esta última zafra, lo que supone una suba de más de 20%.
La intención de esa expansión del área ya había estado en 2023, impulsada por un contexto de precios internacionales del arroz muy altos, pero en ese momento tras la sequía no había suficiente disponibilidad de agua en las represas para toda esa superficie, por lo que el aumento recién se pudo concretar en 2024. Sumado a esto, las condiciones climáticas también fueron muy favorables para el desarrollo del arroz y la ACA (la Asociación de Cultivadores de Arroz) estima que el rendimiento promedio se ubicó en unos 9.400 kg/há, un guarismo 7% superior al de la zafra previa, que confirma el nuevo escalón de productividad que se ha visto en los últimos años a nivel del arroz, de promedios arriba de los 9.000 kilos por hectárea. El rinde del arroz, al ser un cultivo de riego, es menos variable que el de la soja u otros cultivos de secano.
En definitiva, con una fuerte expansión del área y un rendimiento muy bueno, la cosecha arrocera aumentó 30% este año y totalizó 1,7 millones de toneladas, marcando un récord y superando ampliamente los niveles más altos de los últimos años (que rondaban los 1,4 millones de toneladas).
RA: Ahora, estos rendimientos altos en ambos cultivos, ¿se traducirán en mejores resultados económicos para los productores? Te lo pregunto porque a nivel de precios no estamos viendo tan buenas noticias, ¿no es así?
DM: Efectivamente, la evolución de los precios y de los costos no fue tan favorable.
Por un lado, en la soja, el precio de venta que publica la Cámara Mercantil de nuestro país se ha ubicado desde los últimos meses del año pasado entre US$ 350 y 360 por tonelada, eso es un 15% por debajo de los valores de un año atrás. Y, al mismo tiempo, los costos de producción medidos en dólares (antes del pago de la renta de la tierra y de costos financieros y de estructura), habrían tenido apenas una leve baja según nuestras estimaciones en Exante.
De todas maneras, en el caso de la soja el aumento fuerte del rendimiento del cultivo compensaría la baja del precio de venta. Nosotros estimamos que el margen de un productor promedio sería de unos US$ 330 por hectárea (antes del pago de la renta de la tierra y de costos financieros y de estructura), lo que implicaría una mejora de alrededor de US$ 100 por hectárea respecto a la zafra previa.
En el arroz, la situación es diferente.
RA: ¿Por qué? ¿La rentabilidad se deterioraría en el cultivo de arroz?
DM: Si. Antes dije que el arroz venía de años con precios muy altos a nivel internacional, pero eso cambió rotundamente en los últimos meses. En setiembre del año pasado, India, que es el mayor exportador mundial de arroz, levantó las restricciones a las exportaciones que mantenía desde mediados de 2023 y eso resultó en bajas marcadas de los precios desde entonces. En ese contexto, el precio que recibirá el productor por el arroz de la cosecha de este año va a ser mucho más bajo al obtenido el año pasado, que había sido inusualmente alto. En concreto, en Exante estimamos que el precio estaría entre US$ 12 y 13 por bolsa de 50 kg para el arroz chacra de esta campaña, lo que supondría una baja de entre 20% y 30% respecto al precio de la zafra anterior.
Así, pese al incremento del rendimiento que comentamos antes y pese a que estimamos cierta moderación de los costos de producción medidos en dólares, esa reducción marcada del precio determinaría un deterioro de los márgenes en el cultivo de arroz. En EXANTE estimamos un margen promedio en el entorno de US$ 350-400 por hectárea, que es aproximadamente la mitad de lo obtenido el año pasado (que fue muy bueno). De todos modos, no es un mal resultado; está bastante en línea con los de años anteriores al pico de la última campaña y permitiría márgenes positivos incluso luego de pagar el arrendamiento de la tierra.
RA: Entonces Delfina, resumiendo, tendremos volúmenes muy altos de soja y arroz, pero que se venderían a precios más bajos, ¿qué implica eso para las exportaciones de nuestro país?
DM: Es así como decís. Tanto en la soja como en el arroz casi la totalidad de la producción se exporta. Por lo tanto, seguramente este año veremos aumentos importantes de los volúmenes exportados de estos dos productos. Ahora, los precios serán más bajos en ambos casos y sobre todo en el arroz. Por eso, al medir las exportaciones en dólares, las de arroz probablemente tengan una caída en el conjunto del año. En la soja, la baja del precio no contrarrestaría totalmente la suba del volumen, por lo que sí estimamos que las colocaciones de soja suban en monto este año.
En cualquier caso, es importante advertir que, según lo que ha trascendido por operadores del sector, al momento se han cerrado pocas ventas tanto de soja como de arroz. En un escenario de precios más bajos y volúmenes que no solo son altos localmente, sino que también en la región se están dando cosechas importantes, la comercialización viene lenta... y eso puede suponer bajas adicionales de los precios de venta; o en el caso de arroz, un mayor volumen comercializado como arroz sin industrializar por ejemplo.
En definitiva, Romina, la zafra agrícola de verano 2024/2025 fue excelente en términos productivos, pero estamos en un contexto complejo a nivel global y de mucha oferta regional; los principales desafíos van a estar en la comercialización y en los precios de venta que se logren obtener.