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EMILIANO COTELO (EC): En estos días inició una nueva cosecha de arroz en el norte de nuestro país. De acuerdo con la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), la falta de agua en las represas en el comienzo de la campaña determinó una menor área sembrada con arroz de lo inicialmente previsto, pero el clima acompañó en el último mes y medio y las perspectivas son de productividades altas.
Con este telón de fondo, les proponemos analizar en los próximos minutos la zafra arrocera 2023/2024. ¿Qué se estima concretamente para la producción de arroz de este año? ¿Cómo vienen evolucionando los precios internacionales? ¿Qué perspectivas hay para los márgenes de este cultivo? Para eso, estamos con la economista Delfina Matos, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Delfina, Emiliano decía recién que la baja disponibilidad de agua en las represas determinó una superficie sembrada con arroz menor a la que se apuntaba en un inicio, ¿podemos empezar por repasar eso?
DELFINA MATOS (DM): Si claro. A diferencia de los cultivos de secano (es decir, los que no son en base a riego), en el cultivo de arroz las consecuencias de la sequía se sintieron en esta zafra. ¿Por qué digo esto? Porque hace algunos meses la intención de siembra según la ACA era de aumento frente a la campaña anterior, pero dada la baja disponibilidad de agua en las represas para riego al momento de sembrar, esa intención se redujo primero a unas 160.000 hectáreas (es decir más o menos lo mismo que el año anterior) y finalmente se terminaron implantando algo menos de 149.000 hectáreas. Eso supuso una caída de 7% frente a la zafra del verano 2023 y una baja de cerca de 10% respecto al verano 2022.
La buena noticia, como decía Emiliano, es que se esperan buenas productividades del cultivo.
RA: Vayamos a eso, ¿cuáles son las productividades estimadas?
DM: Las perspectivas son buenas porque, primero, alrededor del 80% del cultivo se sembró en fecha óptima (en octubre). Pero además, el cambio en el clima acompañó. Los años del fenómeno “El Niño” como se pronosticó para la primavera pasada y este verano en nuestro país, suelen ser de menores rendimientos para el arroz por la mayor intensidad de lluvias y nubosidad. Pero, a partir de la segunda mitad de enero el panorama cambió y las altas temperaturas y las horas de sol fueron muy favorables al desarrollo de este cultivo.
De esa forma, en general se estima un rendimiento del cultivo promedio país de más de 9.000 kg/há en esta zafra, quizás algo inferior a los registros de las últimas tres zafras pero igualmente alto en una perspectiva algo más larga. Como hemos mencionado otras veces, estos rindes sitúan a Uruguay como uno de los países de mayor productividad en la producción de arroz a nivel mundial.
RA: Está claro. Ahora, con menor área y algo menos de rinde que el año pasado se estaría levantando una menor cosecha de arroz que en 2023, ¿no es así? ¿Cuáles son las estimaciones concretas?
DM: Si. Con una superficie de casi 149.000 hectáreas y un rendimiento promedio de unos 9.100 kg/há, la cosecha de arroz totalizaría algo más de 1,3 millones de toneladas este año. Eso supone una caída de 12% respecto a la cosecha 2023, pero no es un volumen para nada bajo en comparación con años anteriores.
RA: ¿Y qué está pasando a nivel de precios? A fines del año pasado comentamos con ustedes que los precios internacionales del arroz venían subiendo, un poco a contramano de lo que se veía en otros granos, ¿eso se mantuvo en estos meses más recientes?
DM: Si, es cierto. Los precios de varios granos (como la soja, el maíz o el trigo) vienen de unos cuantos meses acumulando bajas en los mercados internacionales y están actualmente en valores relativamente bajos (los menores en tres años). En estos casos lo que pasa es que después de picos muy altos en 2022 y hasta inicios de 2023, estamos con un escenario de demanda debilitada (especialmente desde China) y de una abundante oferta, que está empujando los precios a la baja.
Por el contrario, como comentamos la vez pasada, las referencias internacionales de precios del arroz vienen subiendo desde 2022 y tuvieron un impulso adicional en la segunda parte de 2023 asociado al cierre de las exportaciones de India (que es el principal exportador mundial de arroz) ante temores de escasez de oferta local por la sequía en ese país. A diferencia de los cultivos que mencionaba antes, además, en el arroz la oferta está lejos de cubrir la demanda global, lo que presiona los precios al alza.
Este escenario de precios internacionales seguramente termine suponiendo un aumento adicional del precio para el arroz de la cosecha anterior (la de 2023) y deja una perspectiva de precios más altos para el arroz pagado a los productores por esta cosecha.
RA: ¿De qué nivel de precios estamos hablando para el arroz pagado a los productores? ¿Qué estiman ustedes en Exante?
DM: Antes que nada, Romina, me parece que vale la pena recordar cómo se determina el precio del arroz pagado a los productores. En nuestro país, la cadena arrocera está altamente integrada y los precios pagados al productor por un muy alto porcentaje de la cosecha de arroz se negocian centralizadamente entre los molinos y la Asociación de Cultivadores de Arroz todos los años.
Básicamente, sobre mediados de año se establece un precio preliminar por la cosecha recién levantada y luego, al cierre del ejercicio y ya con las cartas vistas, es decir, conocidos los precios a los que se exportó esa cosecha y los costos incurridos en la industrialización, se fija el precio definitivo, realizándose una eventual reliquidación a los productores.
RA: Perfecto, Delfina. Entonces, ¿cuál es su estimación para el precio del arroz de esta cosecha que está empezando a levantarse?
DM: Nuestro pronóstico para esta zafra es de un precio para el arroz de convenio en torno a los US$ 13 por bolsa de 50 kilos (neto para el productor). Sería un precio más bajo al que se definirá en estas semanas para el arroz de la zafra pasada (que probablemente esté más en el entorno de US$ 14 por bolsa), pero es igualmente un valor alto. En este sentido, un elemento relevante es que en 2023 se terminó de pagar el Fondo Arrocero IV, por lo cual ya no hay deducción por este concepto del precio pagado por lo molinos.
Y, por otro lado, al mismo tiempo estamos estimando que el costo de siembra del arroz habría caído en el orden de 10% en esta zafra, ubicándose en unos US$ 2.000 por hectárea en promedio (antes del pago de la renta de la tierra). Se trata igual de un nivel elevado, pero menor al pico visto en la zafra pasada (cuando tuvimos valores de algunos insumos en niveles récord).
DM: Sí. Es así. Con esos supuestos que recorríamos, estamos esperando una caída de mayor magnitud de los costos medidos en dólares que de los ingresos de los productores. Por eso, nuestras estimaciones en Exante son de una mejora del margen promedio del cultivo de arroz en la zafra 2023/2024, después del deterioro que tuvieron el verano pasado. Concretamente, el margen promedio sería de unos US$ 360 por hectárea para los productores propietarios de la tierra y de unos US$ 220 por hectárea para los que arriendan la tierra.
No hay que olvidar que estas cifras refieren a la situación de un productor promedio, por lo que los resultados pueden variar dependiendo de los rindes obtenidos en las distintas chacras y del precio efectivamente recibido por el arroz, entre otras cosas. Pero en términos generales estaríamos ante la quinta zafra consecutiva con resultados positivos en el cultivo de arroz, lo que contrasta notoriamente con lo que había sido el quinquenio previo entre 2015 y 2019, cuando el cultivo arrojó pérdidas sistemáticas.