El terremoto que impactó en el país asiático el sábado dejó hasta el momento 3.700 muertos y miles de heridos. El corresponsal itinerante de En Perspectiva Gabriel Díaz dijo desde India que las dificultades propias del terreno en Nepal dificultan la llegada de ayuda internacional. Agregó que la pobre economía y falta de apertura al mundo han dejado al país sin infraestructura para paliar las consecuencias de un sismo de esa magnitud.
Díaz relató que hace dos semanas una delegación de científicos de varios países pronosticó la catástrofe, a pesar de lo cual el Gobierno nepalí no tomó medidas.
EN PERSPECTIVA
Lunes 27.04.2015, hora 10.13
EMILIANO COTELO: En Nepal, el sismo de 7,8 grados en la escala de Richter que ocurrió el sábado, dejó hasta el momento más de 3.700 muertos y los heridos se cuentan por miles.
Se trata del peor terremoto en ochenta años en ese país asiático. Las agencias de noticias informan que se vive un caos en las comunicaciones, y que faltan insumos hospitalarios en la capital, Katmandú. Además, el fenómeno provocó una avalancha que ocasionó la muerte de 18 alpinistas en el Everest y puso en riesgo el enorme patrimonio histórico de Nepal.
La catástrofe también se sintió en India, el país vecino, en donde murieron 67 personas. Allí justamente se encuentra nuestro corresponsal itinerante, Gabriel Díaz, quien ya está en contacto con nosotros.
ROMINA ANDRIOLI: Gabriel, ¿en dónde te encontrabas en el momento del terremoto?
GABRIEL DÍAZ: Yo no sentí nada porque estoy en Bombay, que está más hacia el centro oeste de la India, pero sí sé que donde ocurrieron las muertes, en el estado de Bihar y en Calcuta, el movimiento se sintió con cierta intensidad y se tomaron precauciones para que no ocurriesen muertes.
RA – ¿Los terremotos son frecuentes en esa zona fronteriza con Nepal? ¿Cómo afecta la vida diaria de los indios?
GD – Las fronteras son artificiales, la cordillera del Himalaya está sobre una placa tectónica cuyo movimiento o desplazamiento hace que esta sea una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Pero bueno, de hecho hacía 80 años que no se producía un terremoto de esta magnitud en Nepal. Como decía Emiliano, ya son más de 3.700 los muertos y 7.000 los heridos; acabo de leer que ya hay más de un millón de niños afectados.
EC – Decías que las fronteras son artificiales. Digamos que Nepal es un país que, visto en el mapa, es alargado horizontalmente, al norte tiene a China y al sur a India.
GD – Exactamente, es un país de 28 millones de habitantes que viven básicamente de la agricultura. Durante décadas ha tenido un gobierno muy cerrado, no hace mucho que es un país abierto al mundo. Es uno de los países más pobres y debido a esto no tiene una infraestructura adecuada para enfrentar este tipo de terremotos, evidentemente. No existe la más mínima planificación de ingeniería en Nepal, y en estas zonas de alto riesgo las construcciones de casas o edificios tienen que trabajar tanto ingenieros como arquitectos para seguir el camino correcto, como lo hacen potencias como Japón.
EC – Algún otro dato para que los oyentes se ubiquen: Nepal es un país chico, estamos hablando de un territorio de 600 km de largo por 200 km de ancho, un área de 147.000 km2, es más chico que Uruguay.
RA – Y en la que viven 27 millones de personas.
GD – Y donde se encuentra, no nos olvidemos, la montaña más alta del mundo. Es esa parte de la cordillera la que se produce por una sucesión de movimientos de esta placa tectónica. A propósito de esto, me interesaba señalar algo que me parece importante: hace dos semanas, aproximadamente, científicos de varios países estuvieron en Nepal y vaticinaron que esto podía ocurrir. La pregunta es por qué en ese momento no se tomaron las medidas del caso, por ejemplo, haber enviado a la zona equipos o expertos para tener una mayor certeza de que esto podía suceder. Incluso sabían aproximadamente la cantidad de días que iban a pasar hasta que ocurriera la catástrofe. Esto va a quedar ya veremos en qué.
RA – Además, estaba presente también el terremoto que ocurrió 80 años atrás, que condicionó la vida de Nepal. Era previsible que algo iba a suceder.
GD – Lo que pasa es que es una zona con alto riesgo sísmico, uno de los más altos del mundo, por lo tanto en cualquier momento esto puede ocurrir. El hecho es que como es una zona que provoca el interés de los expertos en esta materia sucede lo que decía antes: hace dos semanas estuvieron aquí, hicieron una serie de análisis, y dieron con una grieta que no se había cerrado y que pronosticaba la proximidad de un nuevo terremoto de alta magnitud.
RA – ¿Y qué has podido recabar estando allí de la situación que se vive hoy en Nepal, con todos los trabajos de rescate y con la llegada de ayuda?
GD – La relación de India con Nepal es muy buena, entonces India fue la primera en enviar ayuda, uno de esos aviones con material médico y con distinto tipo de equipamientos y personal preparado para este tipo de catástrofes. Fueron ellos, fueron también China y Pakistán los que enviaron este tipo de ayuda. En la televisión india hay aproximadamente 20 canales en constante transmisión en directo con Nepal, un poco por lo que decíamos: las fronteras son artificiales y el contacto, el ida y vuelta entre nepalíes e indios es muy intenso, incluso son casi 2.000 los indios que han sido repatriados para que estén más seguros de este lado. Lo que predomina, según se puede ver en esas imágenes, es el caos, el miedo y la desesperación. La gente en este momento, lógicamente, tiene temor a nuevas réplicas. Recién leía en un periódico que el agua corriente ya se había cortado y que la embotellada ya escaseaba. El agua es algo que se necesita con mucha urgencia, y esto es importante, porque muchas veces cuando ocurren catástrofes de esta naturaleza -recuerdo que estando en España pasó lo del tsunami- se manda material que en realidad no es necesario, por eso es tan importante que circule la información correcta y que llegue lo que se necesita con más celeridad.
RA – ¿La comunidad internacional ha reaccionado con celeridad a la situación? Mencionabas a algunos de los países que empezaron a colaborar, hoy por ejemplo el Fondo Monetario Internacional [FMI] anunció que viajará al país una misión para ayudar a estimar los daños provocados por el sismo… ¿Está llegando efectivamente esa ayuda, se está pudiendo concretar?
GD – Esta ayuda requiere de una logística con mucha preparación, por lo tanto te diría que ahora que ya Israel, Japón, Venezuela, EEUU, están enviando ayuda de diferente tipo que está llegando, lo que necesitan es tener una organización propia en el terreno que, según las imágenes, no se está dando. Es un momento muy complejo, la gente tiene miedo. No nos olvidemos que no fue un terremoto, en la tarde de aquí hablé con el embajador uruguayo en la India, Carlos Orlando, y él me decía que, claro, no fue un terremoto, fueron tres, y la gente tiene mucho miedo, todavía está muy dispersa. Con falta de organización, con tanto miedo y desesperación, es evidentemente muy difícil trabajar.
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Crédito foto en Home: Prakash Mathema/AFP Photo.
