Análisis Económico

Claves económicas de Argentina postelecciones legislativas: ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Qué impactos se pueden esperar desde Uruguay? (Exante)

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Foto: AFP

EMILIANO COTELO (EC): Como saben, en Argentina el partido de gobierno, liderado por Javier Milei, obtuvo una victoria contundente – y sorpresivaen las elecciones legislativas de este fin de semana. En los últimos días, hemos venido siguiendo de cerca las repercusiones políticas y sociales, así como las primeras reacciones de los mercados financieros, junto a nuestro corresponsal, Fernando Gutiérrez.

El presidente argentino, Javier Milei, tras los resultados de las elecciones legislativas nacionales en Buenos Aires. Foto: AFP
El presidente argentino, Javier Milei, tras los resultados de las elecciones legislativas nacionales en Buenos Aires. Foto: AFP

En el espacio económico de hoy, les proponemos salir del minuto a minuto y mirar un poco más allá: ¿cómo queda configurado el panorama económico argentino? ¿Cambian las perspectivas para los próximos meses tras este resultado electoral? Y, sobre todo, ¿qué impactos podemos esperar desde Uruguay, especialmente de cara a la próxima temporada turística?

Lo conversamos con el economista Alejandro Vallcorba, de Exante.

RA: Alejandro, si te parece, para ubicar a los oyentes, empecemos con un breve repaso de la situación económica argentina. ¿Cómo la están viendo desde Exante? ¿Cambia mucho el panorama luego de la contundente victoria del gobierno en las elecciones?

AV: En Argentina es fácil perderse en el minuto a minuto de las noticias, sobre todo en un contexto de tanta volatilidad como la de los últimos días… pero pasando raya después de las elecciones, me parece importante destacar algunos puntos. El resultado implica un respaldo político importante para el oficialismo, que no era anticipado por las encuestas, por lo que es claro que algunos aspectos del escenario económicos cambian respecto a lo que esperábamos hasta hace pocos días. Pero, al mismo tiempo Romina, hay desafíos que siguen muy latentes, que son los mismos que estaban presentes previos a la elección.

RA: Bueno empecemos entonces por estos desafíos pendientes.

AV: Recapitulando un poco, el gobierno realizó en los primeros meses de gestión un fuerte ajuste fiscal, mucho más exitoso de lo que se preveía. Ese esfuerzo permitió alcanzar un superávit primario en torno a 1,5% del PIB, que debe sostener y que al mismo tiempo, contribuyó a despejar el riesgo de hiperinflación que existía al comienzo de la administración de Milei.

Ahora bien, por otro lado, tampoco cambió el hecho de que estamos ante una economía que no crece y que, inclusive, viene cayendo 1% en lo que va de este año; sin encontrarse motores claros para la reactivación y con salarios estancados en términos reales.

RA: ¿Y desde el plano financiero, Alejandro?

AV: En ese plano tenemos todavía por delante el desafío de una baja adicional de la inflación. Es cierto que ya hubo una reducción muy importante, pero ese proceso se frenó y la inflación todavía está en torno al 2% mensual: queda todavía un trecho por delante (que seguramente sea el más difícil).

Además, Argentina tiene un calendario de vencimientos de deuda muy abultado. Si bien Argentina hoy cuenta con el respaldo del Tesoro de Estados Unidos, sobre lo que podemos hablar después, lo cierto es que el gobierno no ha logrado acumular reservas internacionales de manera sostenida, como estaba previsto en el acuerdo con el FMI. Y las que pudo acumular las perdió interviniendo en el mercado cambiario para contener la suba del dólar previo a las elecciones.

Todas estas son cuestiones más estructurales, que no cambian de un día para el otro con el resultado de la elección y que siguen estando en la base de nuestro diagnóstico.

RA: Bien Alejandro, ¿y qué es lo que sí se modificó con el resultado de las elecciones?

AV: Bueno, de alguna manera y como decía recién, el resultado electoral representa un espaldarazo político al gobierno de Milei. Si nos paramos de un lado optimista podríamos pensar que este respaldo le podría permitir al oficialismo avanzar en el Congreso con un conjunto de reformas estructurales, como la tributaria, la laboral o la del sistema previsional, que forman parte de los compromisos asumidos con el FMI y que son clave para reactivar la economía y el clima de confianza.

A su vez, este nuevo panorama podría abrir la puerta a que Argentina comience a recibir un mayor flujo de inversiones extranjeras, bajo la hipótesis —no verificable— de que el principal factor que venía obstaculizando la inversión era justamente la incertidumbre respecto del resultado electoral.

Ahora bien, todo esto marca un cambio potencial, pero para que haya un desenlace realmente favorable, es necesario que Argentina efectivamente avance en esas reformas pendientes. Y eso requiere construir consensos políticos más amplios, que vayan más allá de la actual alianza con el PRO y que también requiere que se vayan desmantelando las restricciones cambiarias y financieras que hasta ahora todavía siguen en pie.

Este es un camino que necesariamente Argentina tiene que recorrer, pero no es ni fácil ni lineal; y tampoco está garantizado que ahora, después de las elecciones, este completamente encaminado.

RA: Queda claro, pero te consulto ¿las reacciones de estos primeros días no fueron muy contundentes como para cambiar la situación? El riesgo país bajó casi 400 pbs, las acciones aumentaron más de 30%, son cambios realmente abruptos para cuestión de jornadas, ¿verdad?

AV: Sí, a nivel general tuvimos un desempeño muy positivo en esas dimensiones. Ahora, si miramos el frente cambiario, aunque inicialmente el tipo de cambio cayó, esa baja se revirtió rápidamente; y ayer el dólar cerró apenas por debajo del nivel del viernes pasado.

RA: ¿Y qué hay por detrás de ese comportamiento distinto del tipo de cambio versus las otras variables financieras?

AV: Puede estar vinculado a que el mercado percibe que el tipo de cambio actual es insuficiente para sostener un proceso de crecimiento o que es un dólar todavía producto de muchas restricciones. En ese sentido, podría pensarse que el tipo de cambio de “equilibrio” en Argentina tiene que estar por encima de su nivel actual.

Si miramos las expectativas de mercado, si bien los futuros se han moderado algo respecto a lo que se esperaba antes de las elecciones, todavía apuntan a que el dólar se va a ubicar por encima de lo que habilitan las bandas en los próximos meses, reflejando que todavía persisten tensiones y fragilidades en el programa económico argentino.

Desde el punto de vista de Uruguay, para nosotros es prematuro ser muy asertivos acerca de cuánto cambió realmente el panorama económico en Argentina, pero el riesgo cambiario en nuestro vecino sigue siendo un factor de incertidumbre.

RA: Entonces, ¿todavía no está despejado el riesgo de que en Argentina veamos una mayor devaluación? Te lo pregunto porque desde el equipo económico del gobierno argentino han venido insistiendo en que “las bandas cambiarias no se tocan”.

AV: A nuestro juicio, a corto plazo podríamos tener una suerte de “primavera cambiaria” — un período de mayor estabilidad y menor presión sobre el dólar —, lo cual igual no es menor, pensando por ejemplo en la próxima temporada turística. Pero en una mirada de mediano plazo el programa económico, y en especial el frente cambiario, seguramente va a necesitar algún cambio.

El resultado electoral puede comprarle algo de tiempo al esquema cambiario, pero no soluciona el problema de fondo. Como decía, Argentina tiene vencimientos importantes de deuda en moneda extranjera en los próximos meses y para hacer frente a estos vencimientos el gobierno necesita retornar a los mercados internacionales. Si bien el riesgo país bajó, sigue en niveles altos (en torno a 700 pbs), que en la práctica lo dejan sin acceso a financiamiento.

Para tener niveles más bajos de riesgo país el gobierno necesita mostrar que puede acumular reservas y en ese sentido, el actual sistema cambiario parece incompatible con ese objetivo. Es por eso que, a nuestro juicio, en los próximos meses puede que haya una revisión del esquema cambiario.

Argentina podría aprovechar esta oportunidad de mejora en las condiciones financieras para eliminar las bandas cambiarias y flotar, lo que le daría mayor flexibilidad al régimen y le permitiría al gobierno acumular reservas. También se podrían recalibrar las bandas cambiarias, aunque está el problema de “quedarse cortos” y volver a una situación como la actual.

RA: Para ir terminando Alejandro, con todos estos elementos ¿qué cabe esperar de cara a la temporada turística en Uruguay?

AV: Bueno, hasta la semana pasada teníamos cierta preocupación de cara a la temporada turística por lo que podía pasar en el frente cambiario luego de las elecciones. Como comentaba antes, esos riesgos quedaron un poco más despejados, al menos por ahora.

Sin una devaluación fuerte del peso argentino, nuestros modelos proyectan una buena temporada turística en Uruguay; aunque todavía hay cierto grado de incertidumbre: una corrección cambiaria antes de fin de año o un endurecimiento de restricciones que lleve a una mayor brecha serían una mala noticia para la temporada turística.

En definitiva, habrá que seguir de cerca las señales que emita el gobierno argentino en las próximas semanas, especialmente sobre si logra construir un acuerdo político más amplio y en posibles anuncios en materia cambiaria y monetaria.

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