El Concurso de Cuentos de En Perspectiva te invita una vez más a ser parte del jurado y votar para definir el “premio de los oyentes”. Aquí están publicados los “cuentos con mentiras” nominados por el Jurado, y al final de la página el formulario para votar.
La votación para el Premio de los oyentes cerró el jueves 23.11.2017 a las 11.00 hs. El viernes 24.11.2017, durante La Mesa de los Viernes de En Perspectiva, daremos a conocer los resultados de la votación y también los premios otorgados por el jurado.
Concurso de Cuentos de En Perspectiva 2017
Edición: quinto llamado, noviembre de 2017
Consigna: Cuentos con mentiras
Jurado: Juan Grompone, Mauricio Rosencof, Alcides Abella, Ana Ribeiro y Gonzálo Pérez del Castillo
Cuentos nominados
Título: Elegido
Seudónimo: Papam
Un silencio aterrador sucumbía a los presentes. Algunos curiosos se miraban entre sí con gestos ampulosos sin llegar a distraer a los actores.
Rodriguez carraspeó la garganta, bebió un largo trago de vino y dio una pitada aún más larga.
-Veinticinco- dijo por fin mientras soltaba un humo blanco tan blanco que emulaba el ícono de la Iglesia al elegir al Pontífice. Y es que en efecto, allí había un nuevo elegido, consagrado en el preciso instante que Pereira se atragantaba con un “son buenas”.
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Título: Póstumo
Seudónimo: J. M. Brausen
Cuando Washington E. Linacero falleció en aquel cuartucho de pensión, sus familiares no estaban preparados para lo que encontrarían.
El difunto tendría unos ochenta y tantos años. Ni sus hijos lo sabían bien. Sólo sabían que los últimos cuarenta años había vivido de pensión en pensión, mientras pasaba las horas entre su rutinario trabajo en la oficina y barsuchos de mala muerte.
Salvo por aquel momento, “rapto de lucidez” según él, cuando dejó a su mujer y sus hijos, nada en su vida parecía escapar de una burocrática monotonía.
Por eso quedaron estupefactos, cuando descubrieron entre sus cosas, la decena de manuscritos que había escrito con fervor. En ellos había plasmado su otra vida. Una vida soñada. La de un escritor huraño, hosco, medio ruin, talentoso, seductor, bebedor y fumador empedernido, que había vivido en ciudades inventadas de nombres como Montevideo y Buenos Aires.
Así, póstumamente, se convirtió en el escritor más famoso de Santa María.
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Título: La apuesta
Seudónimo: Ella
-Pasa, por favor –dije sonriente al abrir la puerta, mientras le daba un beso en la mejilla.
El sillón de dos cuerpos estaba disponible para que nos sentáramos en él, pero rápidamente me acomodé en otro que acompañaba el juego en el que cabía solo uno y esa era yo.
Era la primera vez que Raúl venía a casa de mis padres y me pareció prudente tomar los recaudos del caso, no estaba dispuesta a perder la apuesta.
No fue mucho el tiempo que pasó cuando mirándome fijamente tomó mi cara entre sus manos y acercó mi boca a la suya diciendo tiernas palabras de amor.
-No, no , no, por favor no sigas – dije con firmeza mientras él desconcertado intentaba comprender la razón de mi rechazo. No soy quien crees, soy su hermana gemela.
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Título: La Mancha
Seudónimo: Menthol
La mentira entró en la casa como una mancha de humedad. Primero fue chiquita, casi imperceptible. Luego los dos la empezamos a notar, y cada uno comenzó a darle distintos colores. Que era verde, que era gris oscuro, decíamos, y hasta la vimos y la excusamos con diferentes formas. Que es un monigote, decía mi marido. A mí me parece una yegua,
aseguraba yo.
No importaba la forma ni el color, lo único cierto es que era una mancha que ambos dejamos entrar, y la hicimos crecer y crecer hasta que ocupó toda la casa. Estábamos maniatados, asfixiados, enredados, inundados con nuestras propias mentiras.
Ese fue el día cuando nuestro matrimonio definitivamente se destruyó.
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Título: Mentiras piadosas
Seudónimo: Libre-mente
-La verdad, acá todo precioso. Me está yendo bárbaro. No, no me ves, porque son campañas locales, no te olvides que si bien hace un año que estoy, recién me están conociendo en Milán. Es la capital de la moda, y hay muchas chicas hermosas. Pero la semana que viene ya te mando alguna foto de la última colección. Te dejo porque ya me están llamando para unas fotos, bye-bye.
Le decía por teléfono a su madre, conteniendo el llanto, mientras el explotador la apuraba a cortar porque llegaba otro cliente.
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Título: Así fue
Seudónimo: Lomje
Esperaban en silencio.
Dos días habían estado encerrados en su choza sin saber qué hacer, y la mayor parte del tiempo llorando abrazados.
En la aldea la Ley era implacable. El adulterio y la homosexualidad se pagaban con una muerte horrible.
Eso había sido lo que llevó al joven, dos años atrás, a buscar esposa.
Y pasaron los meses, y ella consultó a su madre, la madre a la vecina y la aldea entera supo de su virginidad.
Pero nadie pensó mal sobre las frecuentes visitas del primo mientras el marido estaba en su taller. Y ahora la verdad de la panza era inocultable.
Angustiados, pidieron ayuda a Talía. La vieja curandera era la más sabia, pero por ser mujer, no podía ser juez. Y prometió venir esa noche.
Abre la puerta y de un vistazo comprende la situación. Sabe bien qué les espera. Solo un milagro los puede salvar.
Explica a la joven lo que tiene que decir. Ensayan cien veces su discurso, porque ahora se juega la vida de tres.
“Tú puedes convencerlos. Todo Belén tiene que creerte, María.”
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Título: Los dos amigos decidieron contar mentiras
Seudónimo: Abril
Comenzó Luis: -Una tarde en la playa se desató una tormenta eléctrica feroz. Seguro fueron mis piercing que atrajeron al rayo, pero lo esquivé.
-Dale Maia, ahora vos.
Un hombre tenía todo su cuerpo tatuado con imágenes de pájaros.
Un atardecer, escuchó un canto; posado en un pino, un extraño pájaro azul lo miraba y de sus ojos se dispararon rayos de fuego hacia él. Los pájaros de piel, acudiendo al mágico llamado del canto volaron a su encuentro.
En la tierra quedó tatuada la figura del hombre.
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Título: Pareja en estudio
Seudónimo: Lunilú
-¿Hace cuánto?
-Qué importa hace cuánto.
Silencio.
-Cinco años y dos meses -detalló él con maldad.
Qué basura, pensó ella recordando que se habían casado hacía siete.
-Después del fútbol no vuelvas.
-Tengo la valija en el auto -respondió sin mirarla.
La rabia se fue transformando en angustia luego que escuchó cerrar la puerta de calle. Se dio cuenta que, de algún modo, ya lo sabía.
Preparó el mate y repasó ese fútbol eterno todos los fines semana. Qué ingenua soy, se dijo.
Mientras aguardaba que se hiciera la hora, pensó en la soledad que le esperaba, en los amigos que perdería, en su familia, en teñirse el pelo y en volver al club. Sintió el abandono y tuvo miedo. De esta casa no me mueve nadie, se prometió, que se quede con La Floresta.
Cuando se hicieron las 10.15, llamó a su abogado, el esposo de su prima. Tenía que vomitárselo a alguien. Se encontraron un rato más tarde y se lo contó de un tirón. Luego, como todos los sábados desde hacía once años, hicieron el amor en el estudio.
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Título: No tan cuento
Seudónimo: Querubín
Pedro Ramos estaba convencido de que era aviador, porque trabaja cuidando chanchos en la Aviación Naval. Al anochecer, solía aparecer en el bar “El Circo” de los mellizos Acosta. Era acomodarse en el mostrador y los parroquianos mandaban servir la vuelta, con vino casero, sentándose a escuchar los cuentos del rengo Ramos. Un día, contó que en pleno vuelo, el helicóptero que conducía, comenzó a fallar. Se le apagaba, tironeaba, chupaba aire. Aquel cascabeleo era inconfundible. Taba “clavao” era la bujía… Como andaba a 4.000 mts. de altura, decidió arreglarlo en vuelo. Ató con un cordón del zapato el cable de la dirección apuntando al Este. Salió por la cabina y con el facón, abrió los tornillos. Los electrodos de la bujía aparecieron muy gastados y la distancia entre ambos era pronunciada así que la acorto con los dientes. Ya pronta la colocó en el lugar. Se metió en la cabina y alcanzó a hacerle un finito al río. A partir de aquel momento, voló en perfectas condiciones.
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Título: Mi abuelo Danton
Seudónimo: Robespierre
El abuelo se quedó dormido con la cabeza inclinada hacia adelante. Soñaba con su episodio favorito, la Revolución Francesa.
Gritaba defendiéndose en el Tribunal Revolucionario, no tuvo suerte; lo condenaron a morir en la guillotina. Las imágenes se sucedían en ese sueño multicolorido y realista.
Luego se vio marchando con las manos amarradas entre la multitud que le gritaba: -¡Muérete, Danton!
Finalmente llegó al cadalso, subió con pesar los pocos escalones que lo separaban de su destino final, la muchedumbre no paraba de gritar enardecida, sus oídos ya no escuchaban más que un murmullo ininteligible. Le colocaron la cabeza debajo de la filosa cuchilla.
De pronto se escuchó la voz de mi abuela:
-A la mesa, está todo listo y se enfría –dijo, mientras con su pequeño abanico golpeó con suavidad la nuca de mi abuelo para que despertara.
El pobre viejo pensó que era la guillotina que cortaba su cuello y murió instantáneamente de un infarto.
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Título: Visita inaudita
Seudónimo: Alguien
Alguien pulsó el botón del timbre. Adentro sonó toc toc toc
Una fuerte voz dijo:
―¡No hay nadie!
Desde afuera alguien respondió:
―¡Ah bueno, menos mal que no vine!
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La votación para el Premio de los oyentes cerró el jueves 23.11.2017 a las 11.00 hs. El viernes 24.11.2017, durante La Mesa de los Viernes de En Perspectiva, daremos a conocer los resultados de la votación y también los premios otorgados por el jurado.
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Imagen en Home: Pinocchio, escultura de Vittorio Morelli, Ancona, Italia. Crédito: s/d de autor/Wikimedia Commons.