Viernes 1 de julio
La Mesa de los Viernes dio a conocer los ganadores de la quinta convocatoria al Concurso de Cuentos de En Perspectiva 2016. En esta oportunidad, la consigna fue escribir “cuentos de invierno”.
El honorable jurado encargado de evaluar los trabajos presentados estuvo integrado por Juan Grompone, Mauricio Rosencof, Ana Ribeiro y Alcides Abella.
Los cuentos ganadores serán premiados por Don Baez, prendas de lana fina uruguaya, Ediciones de la Banda Oriental y vinos finos de bodegas Giménez Méndez.
A continuación, los cuentos preferidos de los miembros del jurado.
Cuento elegido por: Alcides Abella
Título: Escarcha Buena
Autor: Anabella Ruival
Seudónimo: De los pagos de Castillos
Amaneció ese día y la inmensa claridad me despertó.
Me asomé por la ventana y estaba todo blanco. El pasto, las hojas del cerco, la leña, la manguera. Todo estaba blanco.
Me vestí rápido y mal, y casi corriendo me dirigí hacia afuera. Todo estaba blanco.
Al caminar se podía escuchar el crujir que provocaban mis pasos sobre el pasto escarchado, que a su vez iban dejando un camino de huellas verdes sobre aquella gran alfombra blanca.
Llegué hasta él, y también estaba blanco.
Arranqué tan sólo una, y un exquisito perfume se desprendió de aquel árbol cuando se sacudieron sus ramas.
No hay duda, las tangerinas más ricas son las cosechadas después de una helada.
Arranqué unas cuantas más, y al mediodía, sobre el pasto ya seco y verde, me las comí sentada al sol.
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Cuento elegido por: Ana Ribeiro
Título: Lógica pura
Autor: Diego Sebastián Moreira Fontes
Seudónimo: Juvenal
El Coronel y su mujer soportaban el más crudo invierno de los últimos años. En la estufa apenas sobrevivían unas pequeñas brasas, y aquellos veteranos se detenían melancólicamente en ellas.
—Ya no hay más leña viejo —se quejó la mujer; el hombre permaneció inmóvil.
—Ni papel, ni cartón, ni tablas, no hay nada —siguió la señora.
—Nos moriremos de frío, anuncian temperaturas bajo cero, ¡Dios mío, qué miseria! —insistió.
El hombre eternizaba su impavidez.
—Pero, Moreira, di algo viejo, reaccioná, hombre, ¿qué haremos?, ¿qué mierda haremos? —enfureció.
—Y arderemos nosotros, Mabel… si somos lo que queda.
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Cuento elegido por: Juan Grompone
Título: El invierno de mis días
Autor: Ilda Villar
Seudónimo: Luna
Abro los ojos en medio de la noche helada y no sé por qué no estás. Busco en la nada y todo es oscuridad. La respuesta es una sola: no estás.
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Cuento elegido por: Mauricio Rosencof
Título: En el arroyo
Autor: Walter Pin
Seudónimo: Quinvierno
Rápido bajaba el sol sobre el arroyo, en aquella fría tarde de junio.
Sobre un árbol, cuyo tronco crecía casi paralelo a la superficie del agua, veíase la silueta de dos pescadores.
En la parte más fina del tronco, con sus piecitos desnudos y amoratados, colgando a centímetros del agua, el nieto.
En la parte gruesa, con los pies apoyados en la orilla barrosa, el abuelo.
—¿Y, gurí, ha sacao algo?
—Poquita cosa, Tata. Apenas dos bagrecitos y unos pocos dientudos —contestó el niño, mirando el balde que colgaba de una rama cercana.
—Con eso habrá que conformarse, gurí. El frío se está poniendo bravo. Es hora que andemos pa’ las casas. L’agüela nos debe estar esperando.
—Sí sí, Tata, ya va…
—¡Vamos gurí! ¿Qu’espera? —dijo el anciano, impacientándose—. ¿O quiere que se me alborote el reumatismo?
—Es… que no puedo, Tata.
—¿Qué le pasa, pues?
—La escarcha me ha pegao el culo al tronco.
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Cuentos ganadores
Tercer premio
Título: Hombre que mira al cielo
Autor: Martín Sebastián Toth Novi
Seudónimo: Lucy
Comenzaba a cerrarse la noche y a envolverlo todo. A lo lejos, apenas se divisaban los fuegos de las hogueras. Se sentó a contemplar el firmamento, recordando las historias que solía narrarle su padre.
El cielo lo contaba todo, las guerras, los amores y el destino. Y las historias cambiaban con el tiempo.
Observaba las estrellas completamente maravillado. El grupo más prominente eran tres. Intensas. Fulgurantes. Estaba absorto en su visión hasta que repentinamente tuvo la sensación que se le revelaba un secreto frente a sus ojos.
Volvió corriendo hasta la gruta y allí estaban. Las mismas estrellas dibujadas en la piedra. Debía avisar a los otros. El invierno se acercaba…
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Segundo premio
Título: Tiempo
Autor: Alfredo Iturburúa
Seudónimo: Alsol
Decía mi abuela que el invierno suele ser duro, pero sabe acariciar con mano blanda. Y yo, que me quitaba el frío al sol del mediodía, pensaba que en realidad esa mujer había sido mucho más curtida que su nieto. Recordaba sus palabras, que con los años, me parecían una metáfora de la vida, mientras intentaba pelar una naranja como ella me lo había enseñado: “sin prisa, disfrutando el regalo de la naturaleza, y procurando que el espiral de cáscara no se corte antes de tiempo”. Pero a pesar de mi esmero no lo logré y quedé buscando algún extraño significado en aquel rizo que se balanceaba ajeno a mis elucubraciones .
—¡Abuelo! —dijo mi nieto que apareció corriendo desde la cocina—. ¿Me enseñás a pelar una naranja?
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Primer premio
Título: Umbral de una ausencia
Autor: Irma Canapá
Seudónimo: Afrodita
Él la miró en silencio. Sus ojos verdes penetraron hasta sus entrañas y una excitación se expandió por su cuerpo. En un instante se paralizó el mundo. Las tazas humeaban extasiadas el sabor del café. Afuera llovía. Ella escribió en el vidrio “te amo”. Él caminó con sus dedos hasta su cuello y apretó suavemente el menudo lóbulo de su oreja; luego, deslizó su mano por el pelo acariciándola. Ella, inquieta, suplicó: No te vayas, no me dejes. Entre el humo caliente y el vapor del lugar las dos siluetas se partían por los pequeños cristales de la ventana empañada. Y el ruego quedó suspendido en el aire. Él se fue.
En instantes, ella oyó la puerta del ascensor: “es él, volvió”. Corrió a abrir. El ruido de la llave la detuvo, y congelada, vio entrar a su marido que había llegado antes de lo previsto.
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Premio de los oyentes
Título: Aquellos años
Autor: Alicia Haczek
Seudónimo: Baba
En invierno, por los 50, se entibiaba nuestro hogar gracias a un Primus que cargaba un ladrillo, al que estaba prohibido acercarse.
Abuela, que había llegado de Polonia entre guerras, trajo consigo sabios métodos de resistencia al frío, a la enfermedad, al hambre. Uno de ellos pasó a ser un ritual en la niñez: tomar una taza de té con vino tinto, bien caliente, cada día. ¿Gripe, resfrío? No, nunca.
Los días que tocaba ducha lo más importante era la rapidez. Llegar y salir del Collerati, mientras el alcohol azul se consumía en el plato hondo, amarillento, marca Sue, era el desafío.
Mi vergüenza era ir al colegio donde mamá limpiaba. Vergüenza no por su trabajo, sino por mi uniforme. ¡Un jumper gris sobre un pantalón! Cómo detestaba el frío y a ese uniforme…
Así recuerdo los inviernos de aquélla época, tan lejana pero tan metida en el corazón. Había calor de hogar, ternura, tiempo. Crecí con dignidad, la llevo dentro, la dejo en herencia.
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Los premios
Los ganadores recibirán, cada uno, prendas uruguayas de lana fina de Don Baez, cinco libros de la Colección Lectores de Ediciones de la Banda Oriental y vinos finos de bodegas Giménez Méndez.
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Secretario del Jurado: Felipe Flores Silva
Locución: Rosario Castellanos, Rafael Mandressi, Josefina Amarillo
Grabación: Carol Milkewitz
Edición y musicalización: Nicolás Batalla
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Enlaces relacionados
Cuentos de invierno: los nominados por el jurado
Mesa relacionada
La Mesa de los Viernes: Cuentos de invierno: Ganadores del Concurso de Cuentos de En Perspectiva
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Foto: Mujer con paraguas en invierno (Archivo). Crédito: Santiago Mazzarovich/adhoc Fotos.