FOTO: Pablo Vignali / adhocFOTOS
Desde hace unos días está en cartel el documental uruguayo Directamente para video, que se centra en otra película nacional y el misterioso personaje que la dirigió: Acto de violencia en una joven periodista.
Una de las pocas películas uruguayas que tiene verdaderos fanáticos y, al mismo tiempo, considerado uno de los peores largometrajes producidos en la historia de nuestro cine, tal vez el peor de todos.
Acto de violencia en una joven periodista se estrenó en 1988 y la dirigió Manuel Lamas, un hombre de quien prácticamente nada se sabía hasta el momento. En aquel entonces pasó sin más, pero ganó una segunda vida gracias a su disponibilidad en YouTube.
Aunque sí debe de ser el único caso uruguayo, lejos está de ser la única película considerada “mala” que a la vez tiene fanáticos.
Personas que se divierten con los errores y las torpezas de realización, tanto que terminan viendo y apreciando más esas obras que otras sí consideradas “excelentes”.
¿Por qué, teniendo al alcance de sus manos todo el entretenimiento del mundo, alguien elegiría ver no una sino varias veces algo que supuestamente está mal hecho?
Esa es la pregunta que tratamos de responder en una nueva columna de Guerras del Streaming.