Análisis Económico

¿Cómo está la economía uruguaya según los últimos informes de la agencia Fitch Ratings y el FMI? (Exante)

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Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

EMILIANO COTELO (EC): A finales de la semana pasada, la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings publicó su última evaluación del perfil crediticio de Uruguay. En concreto, la calificadora mantuvo la nota de la deuda soberana de Uruguay en BBB, con perspectiva estable.

Fitch Ratings. Foto: AFP
Fitch Ratings. Foto: AFP

Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional dio a conocer un nuevo informe de conclusiones derivado de la visita anual que realiza el organismo a sus países miembros. En este reporte, el personal técnico del FMI analizó las principales fortalezas de Uruguay y los principales desafíos que deberá afrontar el gobierno en los próximos años.

Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto: AFP
Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto: AFP

En ese marco, les proponemos dedicar el espacio de análisis económico de hoy a discutir sobre los aspectos más relevantes que dejó la publicación de estos informes. Para eso estamos en contacto en los próximos minutos con el economista Luciano Magnífico, gerente en Exante.

Luciano, ¿cómo vieron en Exante el informe de Fitch y la decisión de mantener estable en BBB la nota crediticia de la deuda uruguaya?

LUCIANO MAGNÍFICO (LM): Antes que nada y para darle un poco de contexto a la audiencia, Fitch Ratings es una de las tres principales agencias calificadoras de riesgo del mundo, junto con Standard & Poor’s (o S&P por sus siglas) y Moody’s.

Si bien para las tres calificadoras Uruguay está dentro del llamado grado inversor, Fitch es actualmente la agencia que otorga la peor nota crediticia a Uruguay (y de hecho, ha venido siendo la más exigente desde hace unos cuantos años).

En concreto y como bien mencionabas al principio Emiliano, con este informe Fitch ratificó la nota de la deuda uruguaya en BBB, lo que implica un escalón por encima del mínimo de grado inversor.

Por su parte, bajo las otras dos agencias que mencionaba antes la nota de la deuda uruguaya está dos escalones por encima del mínimo del grado inversor; es decir, tanto S&P como Moody’s colocan a la deuda soberana de Uruguay con una nota que es un escalón superior a la de Fitch.

Respecto a la decisión de Fitch en particular, creo que siempre es un elemento para destacar el mantenimiento con una posición relativamente holgada del grado inversor; aunque lógicamente también está el objetivo de seguir mejorando la nota crediticia, lo que podría ayudar a obtener financiamiento en condiciones todavía más favorables.

Bajo esa lógica siempre es interesante detenernos en este tipo de informes y ver las fortalezas y riesgos que destacan estas firmas para Uruguay.

EC: Vayamos a eso entonces, ¿cuáles fueron los puntos fuertes que destacó la agencia sobre Uruguay?

LM: A ver, como suele suceder en este tipo de informes, Fitch destacó la estabilidad institucional de Uruguay como un elemento muy destacado.

A su vez, también ponderó los altos niveles de PIB per cápita que ostenta la economía uruguaya, así como la solidez de las finanzas externas del país.

Por su parte, otro elemento destacado en el reporte fue la moderación de la inflación en los últimos años y la mejora de la credibilidad que está experimentando la política monetaria en el país.

Vale recordar que este había sido un elemento que había estado en el debe para Uruguay antes del proceso desinflacionario que se inició a finales de 2022 y que condujo a la inflación dentro del rango meta o rango de tolerancia, en donde ya lleva más de dos años ininterrumpidos.

Sobre ese punto, el reporte menciona que mantener una inflación baja puede facilitar otros objetivos como contener el impacto de la indexación salarial, reducir la dolarización y continuar mejorando la potencia de los canales de transmisión de la política monetaria.

EC: Y del otro lado, ¿cuáles fueron las principales debilidades o desafíos que mencionó el informe de Fitch?

LM: Dentro de las principales debilidades, Fitch destacó las perspectivas moderadas de crecimiento económico a mediano plazo y un nivel de deuda pública que va a subir en los próximos años y que ya supera la mediana de los otros países que poseen la misma calificación que Uruguay.

En relación al crecimiento económico, si bien Fitch hizo mención a la agenda de reformas microeconómicas propuesta por el gobierno para dinamizar la economía, también destacó que la inversión sigue ubicándose en niveles muy bajos y en particular, frente a los países que presentan la misma calificación BBB. En concreto, la formación bruta de capital fijo de Uruguay se sitúa actualmente en torno a 16% del PIB, muy por debajo de la mediana de los países con calificación BBB, que es de más de 22% del PIB. A su vez, también se menciona que la dinámica demográfica podría representar un desafío a mediano plazo para la actividad económica.

Del lado fiscal, sus proyecciones están en línea con las explicitadas por el gobierno en el proyecto de ley de Presupuesto para los primeros dos años, aunque estiman una consolidación fiscal más gradual a partir de 2027.

Esto se explica por el hecho de que sus proyecciones de crecimiento económico son más bajas que las contempladas por el gobierno y a su vez, desde Fitch también estiman una suba menor de los ingresos públicos (vale recordar que la programación fiscal del gobierno contempla que el ajuste se daría por el lado de los ingresos, que mostrarían una mejora de 1,5% del PIB en el conjunto del período de gobierno).

EC: Queda claro, Luciano. Además de esta revisión de la nota crediticia realizada por Fitch, también el viernes se conoció un reporte del FMI respecto a la situación de la economía uruguaya, ¿las conclusiones son similares a las que recién comentábamos para Fitch?

LM: Existen algunos elementos repetidos en ambos informes. Por ejemplo, los servicios técnicos del FMI también afirmaron la importancia de llevar a cabo reformas para impulsar el crecimiento económico de Uruguay. En particular, las recomendaciones en este frente incluyen: simplificar los procesos de creación de empresas, reforzar la política de competencia y mejorar la calidad educativa.

En materia de política monetaria, también se ponderaron los avances realizados, aunque se considera necesario implementar mejoras en la comunicación del BCU, así como en la designación de los miembros del Directorio (por ejemplo, por períodos fijos pero que no coincidan con el ciclo electoral).

Al analizar la situación de las finanzas públicas, los servicios técnicos del FMI recomiendan un mayor esfuerzo fiscal para situar la relación deuda/PIB en una trayectoria descendente a mediano plazo. En concreto, entre las opciones que explicitan están reducir los incentivos fiscales, moderar el gasto salarial y mejorar la eficiencia del gasto público.

A su vez, el reporte del Fondo ponderó que la propuesta de reforma de la institucionalidad fiscal puede ayudar a consolidar los avances recientes en materia de credibilidad. Sin embargo, también consideró como clave que las propuestas que surjan del diálogo social sobre protección y seguridad social sean coherentes con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del gasto público.

EC: Para ir cerrando Luciano, ¿qué conclusiones finales podemos extraer de estos dos informes provenientes de fuentes tan relevantes para el país?

LM: Creo que hay varios elementos que ya fuimos discutiendo pero que me parece importante reafirmar.

Por un lado, es claro que desde el exterior se sigue visualizando a Uruguay de forma muy positiva, más allá de los desafíos que ambas organizaciones identificaron en sus reportes.

En ese sentido, es fundamental que se siga trabajando en potenciar el ritmo de crecimiento económico, en seguir consolidando el proceso desinflacionario y en corregir la situación en el frente fiscal, lo que puede derivar en mejoras adicionales de la calificación crediticia.

Como decimos siempre, tener una mejor nota crediticia no es un fin en sí mismo, pero sí tiene consecuencias favorables para el país. Esto se explica fundamentalmente por dos elementos: por un lado, el acceso sostenido al financiamiento y por el otro, a que ese financiamiento se logre a costos razonables.

Por eso, en un mundo que aún sigue inmerso en un manto de incertidumbre es clave que Uruguay siga siendo ponderado por los mercados, por las agencias calificadoras y por los organismos multilaterales como un país que tiene buenas condiciones para recibir fondos de inversores.

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