Por Daniel Supervielle ///
Pepe Mujica volvió a pulverizar récords de audiencia esta semana con un mensaje en video de 47 segundos que se viralizó como parte de la campaña de expectativa de un macro documental que pronto será emitido en todo el mundo.
Allí el original anti héroe pos moderno, el ex guerrillero tupamaro y ex presidente de Uruguay, devenido en filósofo contestatario de la cultura contemporánea, vuelve a decir con un lenguaje simple y sencillo una gran verdad.
"Inventamos una montaña de consumo superfluo, y hay que tirar y vivir comprando y tirando. Y lo que estamos gastando es tiempo de vida, porque cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Pero con esta diferencia: la única cosa que no se puede comprar es la vida. La vida se gasta. Y es miserable gastar la vida para perder libertad", dijo.
Tras rendirme ante la evidencia de lo que significa nuestro ex presidente para un mundo en crisis, asumo que no voy a tener más remedio que bloquear en mi cabeza y en mi sentimiento su legado como presidente y con astucia conectarme con el fenómeno mundial.
¿Qué es lo que me pasa con Mujica? Algo contradictorio: le reconozco el carisma y siento un gran orgullo de tener un uruguayo famoso mundialmente y no por fútbol. Pero a la misma vez una gran desazón por el legado terrible de su gobierno en materia de educación, fragmentación social, seguridad pública, reforma del Estado e inserción internacional.
Me vienen ganas de decirle al mundo que ese Mujica, que aclaman y admiran, como presidente de Uruguay no actuó ni con un décimo de la sabiduría efectista que transmite en sus discursos. Su gobierno fue todo lo contrario. ¿Qué hacer, entonces?
¿Ir por el mundo contándole a los cuatro vientos que en realidad Mujica es un buen filósofo del siglo XXI pero que como presidente de la República desaprovechó una oportunidad histórica para cambiar y mejorar el Uruguay? ¿Decirle al mundo que Mujica no es tan crá como parece?
Es precisamente aquí donde el Viejo Mujica me gana la pulseada. Siento que con Mujica los uruguayos críticos con su gobiernos nos tendremos que tragar los mismos sapos que él se tragó para llegar a ser presidente y que deberíamos utilizar su figura internacional de una manera que beneficie al Uruguay y no solamente a su gigantesco ego.
Es más, haría que el Senado lo nombrara Embajador Itinerante Plenipotenciario de la Vida Sabia y Sencilla en el Mundo del Consumo Exagerado y le asignara viáticos infinitos para que pasara los últimos años de su vida viajando por los cinco continentes posicionando al Uruguay como el gran país de la buena vida donde se pueden desarrollar proyectos increíbles y sanos para un mundo mejor.
Pocas veces en la historia Uruguay tuvo en un oriental la posibilidad de llegarle a tanta gente con un mensaje. Sería bueno que Mujica lo asumiera e hiciera fuera del Uruguay todo lo que no hizo cuando gobernó.
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Sobre el autor
Daniel Supervielle es periodista, analista político y profesor universitario. En sus tiempos libres escribe novelas de ficción.
Enlace relacionado
Jose’s interview – URUGUAY – #HUMAN, entrevista completa a José Mujica en el documental Human, de Yann Arthus-Bertrand (Canal YouTube Human the movie)
Foto: José Mujica en un fotograma del documental Human, de Yann Arthus-Bertrand. Crédito: Yann Arthus-Bertrand/Human the movie.