Editorial

Cinco noticias sub 18 y un llamado de atención

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Por Emiliano Cotelo ///

No sé si tomaron nota de este detalle.

La agenda de esta semana tuvo, como es costumbre, un capítulo político muy intenso y en algunos casos inquietante. Pero, en paralelo, existió una cantidad de noticias fuertes en las que los protagonistas fueron niños o adolescentes.

En este comentario de hoy quiero concentrarme en estas últimas.

¿A cuáles aludo?

Vamos a ir recordándolas.

La primera fue terrible y dejó en shock a la sociedad uruguaya: el asesinato de Felipe, de 10 años, oriundo de Maldonado, a manos de Fernando, un jardinero y director técnico de baby fútbol, de 32 años, que mantenía con él una relación muy estrecha, y que luego de llevárselo a Villa Serrana, lo asesinó de un balazo y a continuación se quitó la vida. Aparentemente el drama se desencadenó cuando, a partir del consejo de una psicóloga que había examinado al niño, la madre decidió poner un límite drástico a ese vinculo que estaba adquiriendo ribetes inquietantes.

Las últimas de estas noticias llegaron entre miércoles y jueves. En esos días fueron conociéndose los primeros casos de adolescentes uruguayos que se habían lastimado a sí mismos respondiendo a retos planteados en un “juego” que circula a través de Facebook. Se llama “Ballena Azul”, nació en Rusia en 2015, y en él, por medio de amenazas, un “tutor” va imponiendo a sus seguidores 50 tareas crecientemente macabras hasta llegar a la última, que es la autoeliminación. Siete jóvenes –dos de ellos de Rivera y los otros en Salto, Río Negro, Colonia, Canelones y Montevideo– sacaron a la Ballena Azul de la categoría de leyenda urbana y pusieron a nuestro país en un paquete de naciones donde estas manipulaciones han hecho estragos, por ejemplo Brasil, donde ha dejado al menos tres suicidios.

Entre estas dos situaciones, se divulgaron, el martes, las cifras de maltrato a niños y adolescentes en Uruguay. Según el informe oficial, el año pasado hubo 2.647 situaciones de violencia hacia menores, lo que implica un incremento de 38 % respecto a 2015 y significa que ocurren casi siete casos por día. La mayor proporción corresponde a maltrato emocional (42 %), seguido por maltrato físico y abuso sexual, ambos con 20 % cada uno, y negligencia (18 %). En lo que refiere a abuso sexual, tres de cada cuatro víctimas eran de sexo femenino.

Afortunadamente, el panorama también trajo, mezcladas, algunas muy buenas nuevas.

Una llegó de EEUU, donde tres alumnos del liceo público de Tala obtuvieron el premio al mejor equipo novato en el First Lego League World Festival, en Houston Texas, y se ganaron el derecho de participar ahora en dos nuevas competencias, más exigentes, también en Norteamérica. Belén, Axel y Nicolás forman parte del taller de robótica de su liceo, que cuenta con el respaldo del Plan Ceibal. Cuando los entrevistamos este martes conocimos sus antecedentes, en especial la solución original que diseñaron el año pasado para enfrentar la leptospirosis, un problema sanitario serio que se da en su ciudad. Con el sistema que idearon se corrige el pH del suelo donde prosperan las bacterias de esa enfermedad, como alternativa al método tradicional, que consiste en salir a matar ratas.

Y la otra buena noticia vino de las afueras de Montevideo. Resultó conmovedora la historia de Avril, una niña ciega de 10 años, apasionada por el fútbol, que hace un par de meses fue aceptada en el club el Ombú, de Jardines del Hipódromo, donde ahora juega como una más en el equipo femenino. Allí aceptaron integrarla, pese a que no tenían ninguna experiencia previa, para lo cual tuvieron que incorporar, como primera medida elemental la pelota con cascabeles. A Avril le cambió la vida. En la cancha se esfuerza y se divierte; en la escuela ha mejorado su rendimiento.

Pero para sus familiares no fue fácil lograrlo. Tuvieron que intentarlo antes con varios clubes que, uno a uno, fueron contestándoles que no. Y no es fácil ahora. Como El ombú queda lejos, para llevar a Avril a las prácticas tienen que tomar dos ómnibus y viajar media hora, ida y vuelta, tres veces por semana

¿Por qué estoy repasando estas novedades?

Porque, además de tener en común a la sub 18 de nuestra población, todas coinciden en otra cosa: son, de un modo u otro, una advertencia.

Ya sea por la negativa o por la positiva nos hablan de lo importante que es prestarle atención a los más chicos y acompañarlos: saber en qué están, cómo se sienten, cuáles son sus intereses, qué dudas los persiguen, con quiénes conviven, con quiénes se llevan mal, si hay temores rondándolos, si saben a dónde van… En definitiva, comunicarnos con ellos, entenderlos, apoyarlos.

Ustedes dirán: es obvio que hay que estar cerca de ellos. Sí, pero la realidad demuestra muy a menudo cómo se acumulan los baches en esa comunicación, por muchas razones que hoy no vienen al caso.

A propósito del juego siniestro de la Ballena Azul consultamos ayer a Roberto Balaguer, psicólogo especializado en redes sociales. Lo llamamos porque él acababa de publicar una carta abierta dirigida a padres y madres en la que decía:

El mundo está repleto de ballenas azules. Ellas representan todos nuestros miedos e inseguridades en la crianza de nuestros hijos (…)

El juego de la Ballena Azul ofrece a aquellos chicos y chicas vulnerables un camino de desafíos, de recuperación de la autoestima a cambio de entregarse y someterse a los designios de otro (…)
Está en nuestras manos hacer que nuestros hijos quieran atreverse a ser… ellos mismos, sufriendo, gozando, riendo, llorando, pero al mismo tiempo conscientes y seguros que estamos a su lado en este camino. A veces acertando, muchas equivocando el método o el camino. Y estar al lado no es poca cosa. Es un ataque letal para las ballenas azules que rondan hurgando en las inseguridades y vulnerabilidades de los jóvenes.

Y además, al acercarnos dejamos sin lugar a ese supuesto mentor que busca transformarse en su guía en el juego.

Y lo cierto es que nuestros hijos necesitan guías. Ese es nuestro verdadero lugar. Aunque parezca que no nos escuchan, ese lugar de guía y consejero, en parte, nos pertenece y cuando lo abandonamos, le damos vida a las ballenas.

Esta reflexión de Balaguer está enfocada en la relación de los padres con sus hijos. Pero a mí me parece que su alcance es mucho mayor. También vale para la relación del equipo docente de un instituto de enseñanza y sus alumnos, para la relación de las autoridades de la educación con toda la población de estudiantes que está bajo su órbita, para la relación del sistema político con la niñez y la juventud, y hasta para –bien en general– la relación de la sociedad con sus generaciones menores.

Y digo algo más: La reflexión que propone Balaguer vale, incluso, para los medios de comunicación y el periodismo. ¿Cuántas veces hemos entrevistado en este programa a adolescentes o jóvenes? Este martes lo hicimos, con los liceales de Tala que se sentaron en esta mesa junto a sus sus profesores y asesores. El resultado fue reconfortante en todo sentido. Pero…¿por qué esta nota tuvo que ser una excepción aquí, En Perspectiva?

Estas cinco historias acumuladas en una semana también nos interpelan a mi equipo y a mí, que soy el director y conductor de este espacio.

Por eso, para empezar a reaccionar, hoy, en este editorial, eludí mi inclinación de siempre por los temas políticos, económicos o internacionales, y me obligué a mí mismo a destacar y analizar esas “otras” realidades.

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Emitido en el espacio En Primera Persona de En Perspectiva, viernes 28.04.2017, hora 08.05

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