Editorial

El Mercosur, la tasa consular y el Cinco de Oro

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Por Mauricio Rabuffetti ///
@maurirabuffetti

No es novedad que el recurso preferido del actual Gobierno uruguayo a la hora de llenar los agujeros fiscales es el incremento de la recaudación por la vía de impuestos. Desde 2015 a esta parte, nos ha quedado claro a los uruguayos que no hay otra idea para tratar de abatir el déficit fiscal que el ajuste, que recae sobre empleados, empresarios y pasivos. El concepto de recorte es secundario, y muchos sectores de nuestra sociedad apoyan este proceder en el entendido, erróneo, de que solo afecta a aquellos sectores más pudientes de la población.

Además de impuestos sobre los juegos de azar en un país en el que la ludopatía es alimentada desde el Estado, que a diferencia de las firmas que producen cigarrillos sí puede hacerle publicidad a la quiniela, la tómbola, el Cinco de Oro y otros muchos pasatiempos “sacaplata” que alimentan sus arcas, al Gobierno se le ocurrió que aumentar la ahora famosa “tasa consular” sería una buena idea para obtener más recursos.

Cobrar impuestos a los juegos de azar probablemente sea más justificable –como ocurrió con el tabaco-, que la decisión de aumentar los impuestos a las importaciones en un país que pretende, en el discurso oficial, abrirse al mundo.

La discusión se abrió en los últimos días con motivo del envío al Parlamento del proyecto de Rendición de Cuentas. El Ministerio de Economía, fiel a su cultura de aumentar impuestos, incorporó la idea de aumentar lo que se cobra a algunos productos que llegan a Uruguay. A 5 % llegará el impuesto, aunque en el caso de los países del Mercosur, nuestros socios en esa patriada comercial que lleva más de 25 años de indefinición y de sobresaltos ideológicos, la tasa quedará en 3 %, desde el 2 % actual.

Y claro, vale hacerse preguntas. ¿Por qué un país que pretende negociar un acuerdo de libre comercio con China o con la Unión Europea, adopta medidas claramente proteccionistas? ¿Es sensato enviar en este momento una señal de este tipo a nuestros vecinos y socios comerciales?

Es verdad lo que señala el presidente Vázquez cuando dice que Argentina y Brasil no le ponen las cosas fáciles a Uruguay en el Mercosur. Es claro el daño que los dos países han hecho al sector de montaje de autos y producción de autopartes como señaló el mandatario. Lo que Vázquez omite mencionar es que el incremento de un impuesto a la importación se transfiere a los compradores, es decir a los uruguayos que consumen esos productos importados que se verán afectados. Son, esos uruguayos, personas que pagan cada día más impuestos y a los que, en busca de captar dos vintenes más, también se los castigará por la vía de impuestos a la importación.

La tesitura del Gobierno en este punto no cambiará, porque como hemos visto no hay otra idea que la de recaudar vía impuestos. Considerando esta realidad, sería deseable que el Gobierno, como insinuó Vázquez, utilice esta idea de la tasa consular para negociar mejoras al comercio en sectores como los mencionados, el automotor y el autopartista, que se ven perjudicados por Argentina y Brasil, países que sin lugar a dudas pueden catalogarse de proteccionistas en el sentido más amplio del término.

Sería importante que Vázquez insistiera en la cumbre del Mercosur que se desarrollará la semana que viene en Argentina, en su idea de “flexibilizar” este bloque oxidado, siempre dependiente de los gobernantes de turno más que de proyectos comunes.

Los presidentes del Mercosur van a reunirse por primera vez desde que Venezuela se convirtió en un fierro caliente con el que el grupo de cuatro socios primero no supo qué hacer, y sobre el cual finalmente terminó decidiendo por sacarse el problema de encima y suspenderlo como miembro pleno.

Si el brasileño Temer llega a la cumbre como presidente, entonces podrán dialogar los cuatro sobre temas importantes y no sobre desvaríos revolucionarios. Entre esos temas, debería estar el inicio de un proceso de refundación del Mercosur al cual podría ayudar la definición conjunta de negociar con Europa, nada menos.

Uruguay, entretanto, tendrá que tratar de que la mala idea del Gobierno de subir otro impuesto sirva de moneda de cambio y juegue a su favor. Así al menos podríamos sacar algo en limpio de tanto aumento impositivo. No es lo mismo que “sacar” el Cinco de Oro, pero es lo que hay…

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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, miércoles 12.07.2017

Sobre el autor
Mauricio Rabuffetti (1975) es periodista y columnista político. Es autor del libro José Mujica. La revolución tranquila, un ensayo publicado en 20 países. Es corresponsal de Agence France-Presse en Uruguay. Las opiniones vertidas en este espacio son personales y no expresan la posición de los medios con los cuales colabora.

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