Editorial

Sendic: La autocrítica que no fue

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Por Emiliano Cotelo ///

Este lunes el vicepresidente de la República, Raúl Sendic, participó en el programa Asuntos Públicos del canal TCC. Debe haber sido la única entrevista larga que ofreció desde el mes de febrero, cuando estalló el escándalo por la licenciatura en Genética Humana que durante varios años dijo tener y que hoy sabemos que no tiene.

En el diálogo con los periodistas, que abarcó varios temas, el líder de la lista 711 contó que cuando salió a luz la noticia de su título falso, él estuvo dispuesto a abandonar el cargo. Pero, según dijo, se lo comentó al presidente Tabaré Vázquez y él rechazó esa posibilidad: lo abrazó fuerte y le pidió que ni se le pasara por la cabeza una idea como esa.

[Audio con la voz de Raúl Sendic]

"En ese momento yo le dije: si vos considerás que tengo que dar un paso al costado, yo lo doy. Yo no estoy aferrado a ese sillón del Senado de la República, ni al sillón de la vicepresidencia, porque yo no nací ahí".

[Fin audio]

En ese mismo reportaje, el ex presidente de Ancap ensayó una especie de autocrítica, bastante confusa.

[Audio con diálogo entre el periodista y Raúl Sendic]

"¿Tu hacés una autocrítica sobre cómo manejaste el tema del título?
No tenía ninguna importancia, usar o no usar esos estudios que yo había hecho. No me agregaba ni me sacaba nada para la actividad política que yo estaba desarrollando".

[Fin audio]

En el mejor de los casos, con esos dichos Sendic se arrepiente de haber puesto aquel título en su currículum y en varios documentos oficiales. Pero no dice: “no soy licenciado, me equivoqué y pido disculpas”. Y tampoco dice: “fue un desastre cómo respondí públicamente sobre este tema a lo largo de este año”.

IDAS Y VENIDAS

Me parece importante recordar, a grandes rasgos, qué pasó en estos meses.

El 24 de febrero se publicó la primera nota de una investigación de El Observador, incluyendo una llamada que le había hecho la periodista Patricia Madrid donde él dejaba entrever que no tenía el título sino que había realizado un curso rápido de "preparación para la docencia en genética".

Pocas horas después de aquel artículo, el mismo Sendic ofreció una conferencia de prensa en la que, ante la pregunta de otro periodista, se desdijo y sostuvo que sí era “licenciado”.

En el primer sábado de marzo Sendic se presentó ante el Plenario Nacional del Frente Amplio (FA), relató sus años de estudiante de Medicina en Universidad de La Habana y su contacto con la genética humana en un plan lanzado por Fidel Castro e informó que estaba intentando reconstruir su historia académica y gestionando en Cuba la documentación correspondiente. Luego de escucharlo, el plenario emitió una declaración en la que aceptó sus explicaciones y no se quedó allí: además, acusó a la oposición y a medios de comunicación de organizar "una campaña" para "debilitar la institucionalidad democrática del país".

Pero el lunes siguiente, durante un Consejo de Ministros en el departamento de Rivera, apenas 48 horas después de haber dejado abierta la expectativa sobre los trámites que iba a realizar, Sendic declaró, como si nada, que daba el tema por cerrado.

Y a continuación ingresó en un largo silencio hasta el 27 de setiembre. Ese día compareció como indagado ante la justicia penal, en un expediente iniciado por el doctor Gustavo Salle que lo acusó del delito de usurpación de título. A la salida del juzgado Sendic no habló con la prensa; argumentó que debía respetar la reserva del presumario. Sin embargo, en un comunicado sostuvo que había presentado documentación que respaldaba la participación en cursos de medicina y genética humana en La Habana, y aclaró que en Uruguay nunca había desarrollado “ninguna actividad referente a sus estudios realizados". Pero, en definitiva, no entregó diploma o certificado que acreditara la condición de licenciado con la cual se había presentado tantas veces.

¿Cómo compatibiliza Sendic toda esa serie de enredos con sus comentarios en la entrevista del lunes pasado?

ESTAFADOS

Por supuesto que hay una cantidad muy grande de uruguayos furiosos con el vicepresidente; sobre él se han amontonado todo tipo de calificativos, tomaduras de pelo y humoradas. Pero incluso quienes se plantaron frente al caso con cabeza fría y tolerancia, quienes dedicaron tiempo a escuchar y analizar con serenidad sus diversas explicaciones, hace ya tiempo que abandonaron el intento por entender ese relato y se sienten estafados. Eso es lo que me ocurre en particular a mí. Como recordarán, después de aquella famosa sesión del plenario del FA, escribí un editorial donde evitaba subirme al carro de los que le pegaban a Sendic y abría una carta de crédito a la espera de los papeles que él había dicho que buscaría en la isla. Esa carta de crédito ya caducó, obviamente.

LAS CONSECUENCIAS

Haberse atribuido un título que no le correspondía fue el error más pequeño de una larga serie de patinadas, zigzagueos, balbuceos y contradicciones. Pocas veces se ha visto una caso de tan mal manejo de la comunicación. Y por supuesto que eso tuvo consecuencias.

La primera, de tipo personal. Es clarísimo que el peso político de Sendic está a años luz del que tenía hasta fines del año pasado, cuando aparecía como una figura fuerte en el elenco destinado a renovar el liderazgo del partido de gobierno.

Por otra parte, empujó a sus compañeros más cercanos a ensayar defensas increíbles, los perjudicó en su futuro electoral e hizo caer en desgracia incluso al movimiento que él lidera, Compromiso Frenteamplista.

Con su conducta Sendic también hizo aflorar el costado más obtuso y necio de la estructura del FA, que no sólo cerró filas para protegerlo sino que arremetió de manera descontrolada contra la oposición y los medios. Y este episodio, a su vez, alimentó el malestar de los llamados “indignados” de la izquierda que ahora empiezan a organizarse y dicen que se van.

Pero además, al manejarse de la forma en que lo hizo Sendic también perforó la credibilidad de su investidura institucional. Y esto seguramente sea lo peor de todo. Cada vez que el vicepresidente participa como representante del gobierno nacional en algún acto protocolar o debe relevar a Tabaré Vázquez en la Presidencia de la República cuando este viaja al exterior queda de manifiesto que estamos ante un funcionario erosionado y frágil.

Por eso me pregunto: Si su diálogo con Vázquez ocurrió como Sendic describió este lunes, ¿hizo bien el presidente en disuadirlo cuando él estaba dispuesto a dimitir?

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Emitido en el espacio En Primera Persona de En Perspectiva, viernes 16.12.2016, hora 08.05

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