Editorial

Negocio financiero: cambios y perspectivas para 2016

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Por Leonardo Costa ///

En este año 2015 se han producido grandes cambios en el negocio financiero a nivel mundial, generados por las crecientes exigencias en cuanto a la eliminación del secreto bancario; en las obligaciones que los países han asumido en cuanto al intercambio de información tributaria; y, en algunos casos judiciales –caso Petrobras y el caso de corrupción a nivel de la FIFA– que harán que el ambiente de negocios bancarios y financieros no sea más de la forma como lo conocimos hasta el presente. Asimismo, de manera definitiva el negocio financiero off shore, basado en la planificación empresarial originada en la evasión impositiva, irá desapareciendo en los próximos tiempos.

Como es sabido, las regulaciones bancarias en materia de prevención del lavado de dinero, vinculadas al conocimiento de los clientes, al origen del dinero y al propósito de la relación comercial, son más exigentes en los últimos años, y son analizadas de forma pormenorizada por los supervisores bancarios. Por su parte, las demandas de los organismos financieros mundiales para que los países incorporen el delito tributario como conducta pasible de ser considerada lavado de activo, han producido sus resultados. Por último, las exigencias de intercambio de información a efectos tributarios impuestas por la comunidad internacional en general, y en particular por la OCDE, hacen que la forma de hacer el negocio financiero sea en el futuro muy próximo, diferente a como lo conocimos.

A todos estos cambios legales y regulatorios que describimos en forma telegráfica en esta columna, se le suman las innovaciones tecnológicas que hacen que la información sobre los clientes del sistema financiero, sus patrones de conducta, la actividad a la que se dedican, sean totalmente pública y que cualquier hecho que afecte su reputación –aun cuando no sea ilegal la conducta- impacte inexorablemente en su calidad de cliente del sistema financiero.

A su vez, algunos bancos en algunas jurisdicciones ya expulsan a los clientes extranjeros que no pueden justificar que el dinero que tienen en dichas instituciones, ha tributado correctamente en los países en donde los clientes residen. Recientemente algunos bancos suizos han anunciado que le han dado plazo a aquéllos clientes que no puedan justificar –tributariamente– el origen legal del dinero, para que se vayan a otros bancos en otras jurisdicciones.

Por otra parte, los casos judiciales de lavado de dinero por corrupción en Brasil vinculados a Petrobras, y los consiguientes procesamientos a altos empresarios que otrora eran clientes apetecibles para el sistema financiero, han impactado fuertemente en la documentación que se exige a dichos clientes para justificar los dineros que mueven, las transacciones que realizan y a quien efectúan los pagos. Las investigaciones de Petrobras demostraron que además del origen del dinero, los agentes financieros deben investigar el propósito de las transferencias y transacciones que efectúan, a quienes pagan y los motivos por lo que hacen esos pagos.

Lo mismo ha sucedido con los casos de corrupción vinculados a la FIFA, en los que muchas empresas de primera línea mundial vinculadas a derechos de televisación, hoy están siendo indagadas por la justicia americana o uruguaya por lavado de dinero. Estos casos han generado a los bancos y demás operadores financieros, la necesidad de asegurarse que los pagos originados en negocios de riesgo, como es el caso del fútbol, se justifiquen en transacciones reales y no oculten propinas o dádivas indebidas para quienes toman las decisiones en el deporte.

Este año que termina ha generado cambios definitivos en el negocio financiero, en los reguladores y supervisores bancarios, y en los clientes. Ya no hay lugar a la intimidad que se oculta para las autoridades en el secreto bancario; al cliente hay que conocerlo debidamente y en forma documentada; y, los fugitivos tributarios en el sistema financiero mundial tienen los días contados.

En Uruguay el 2016 traerá grandes cambios de la mano de estas tendencias mundiales que describimos anteriormente. La Ley de Presupuesto recientemente aprobada le dará más poder de fiscalización a la Secretaria Antilavado de la Presidencia de la República, que se convertirá en el supervisor en la materia de los sectores no financieros, como escribanos, inmobiliarias, rematadores, prestadores de servicios fiduciarios, entre otros. Por su parte, este año asistiremos seguramente a la discusión de dos cambios trascendentales en la legislación nacional: por una parte, la eliminación final del secreto bancario que permitirá el intercambio automático de información fiscal entre Uruguay y otros Estados, así como para propósitos internos, y por otro, la incorporación del delito tributario como precedente del lavado de activos, que impondrá al sistema financiero y demás operadores no financieros, exigir a los clientes que demuestren que han cumplido razonablemente con sus obligaciones tributarias.

Como vemos, el mundo ha cambiado para el negocio financiero, y el Uruguay no será ajeno a dichos cambios.

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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, miércoles 30.12.2015, hora 08.05

Sobre el autor
Leonardo Costa es abogado, profesor de Fiscalidad Internacional y Derecho Financiero en la Universidad Católica, profesor de Análisis Económico del Derecho en la Universidad de Montevideo y socio de Brum Costa Abogados.

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