Por Ricardo Pascale ///
Hace algunas semanas en Madrid, tuve varias reuniones académicas. Una de ellas fue con uruguayos radicados allí 1. El tema se centró en los elementos a tener en cuenta para poner en marcha un emprendimiento (Startup 2), para un uruguayo que retornara al país. El tema no era nada menor puesto que de hecho toca el enfoque de país que uno vislumbre, y el rumbo de la economía mundial.
Los ejes de la discusión fueron que, en una economía componentizada como la que vivimos, todo Startup para prosperar, debe tener un fuerte contenido de innovación y en particular abierta, para impulsar su productividad y así su competitividad.
En los startups, el papel clave en los procesos de innovación. Introduciendo nuevas ideas en el mercado, transformándose económicamente sostenibles.
Dada su pequeñez, los startups sufren una falta estructural de recursos tangibles e intangibles, que compromete nuevos procesos de innovación.
Aparece clave la innovación, es decir, la explotación exitosa de nuevas ideas. Y ella muta. En un tiempo se desarrollaba dentro de las paredes de la empresa con la I+ D de las organizaciones, y cumplió un rol importante como activo estratégico y muy valorado. Fueron tiempos de innovación cerrada. Fue gracias a ese modelo, que se hicieron avances notables. Entre muchos, Tomas Edison desarrollo el fonógrafo y la lámpara de iluminación eléctrica. Estos tiempos han cambiado radicalmente. Ha tomado presencia decisiva la innovación abierta (IA).
“La innovación abierta es el uso intencionado de influjos y salidas de conocimiento para acelerar la innovación” 3. Las firmas buscan delegar más la innovación en redes de clientes, proveedores, inventores independientes o universidades y, allí se entra en la IA. HP y Apple se benefician de las innovaciones de los proveedores de componentes.
Los gigantes de la alta tecnología y los medios de comunicación buscan innovaciones desarrolladas por nuevas empresas y tratan de adquirir lo que parece prometedor.
Para acercarse a la IA, las empresas tienen, tres caminos. Uno, capturando valor a partir de productos o servicios que ellos mismos producen, caso de LEGO. Dos, proveyendo productos o servicios complementarios, tal el caso de Red Hat vendiendo tecnología de servicios de Linux. Y tres, beneficiarse indirectamente a partir de un fortalecimiento de marcas o posicionamiento de mercado.
El startup junto a la IA, para tener éxito deben tener presente la componentización como uno de los fenómenos más notables en la nueva economía. Y, puede dar lugar a que empresas pequeñas y medianas, tengan su espacio en un mundo globalizado.
Boeing diseña su aeronave, pero los proveedores fabrican (y son dueños de la propiedad intelectual de muchos de los componentes). O las computadoras de HP y el iPod de Apple, incluyen cientos de piezas inventadas y fabricadas por compañías en docenas de países. Eli Lilly licencia y vende productos que otras compañías desarrollan.
Los beneficios de la especialización y la colaboración parecen obvios en la actualidad.
Los startups, deben comprender el giro que hay en la economía actual, y tomar partido de la componentización que está estrechamente vinculadas con la IA. Es una necesidad para sus limitaciones de tamaño y de novedad.
Pero, la empresa prospera si existe un elemento; el nivel de eficiencia de una empresa o una nación está determinado por su productividad. Esta es, la eficiencia con que los factores de la producción dan lugar a los productos. En ella, la innovación es decisiva. Permite a la empresa y al país mantener salarios más altos y rendimientos atractivos al capital, y con ellos un mejor nivel de vida. Paul Krugman, Premio Nobel de Economía señaló: “la productividad no es todo, pero en el largo plazo es casi todo”.
Aquí toma significado la competitividad. Esta es un concepto que no se comprende bien, pese a la aceptación generalizada de su importancia. Ella es, la capacidad de crecer sostenidamente en base a un incremento de la productividad.
Quedó claro que: un Startup exitoso requiere de alta productividad, que lleva a más competitividad, operando en una economía componentizada e innovando, en particular IA.
Más complejo y riesgoso es, que una empresa pequeña o mediana subsista orientándose a un modelo fordista 4. Se empeñan -con magros resultados- voluntaristamente en lograr éxitos fabricando productos en masa, estandarizados, solo cantidades.
No importa que una empresa sea pequeña o mediana. Lo que importa es que subsista y crezca orientándose a un modelo de producción de bienes o servicios de un carácter y valor único. La realidad e investigaciones que realicé en el país, así lo comprueban.
Notas complementarias
1. Los datos informados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay. El Número aproximado de compatriotas residentes en el exterior: 526.401. Datos obtenidos de los registros de los consulados y/o de los censos locales. Estos números pueden no contemplar a nacionales uruguayos que poseen nacionalidad del país de residencia, así como los compatriotas en situación migratoria irregular que prefirieron no ser censados. Estos datos fueron recabados de los Consulados de la República y/o censos locales. Es de señalar que estas cifras pueden no contemplar a nacionales uruguayos que poseen la nacionalidad del país de residencia, así como a los compatriotas en situación migratoria irregular que prefirieron no ser censados.
2. El startup es una organización temporal diseñada para buscar un modelo de negocio repetible y escalable.
3. El profesor Henry Chesbrough de Berkeley, quien acuñó el término
4. Se señala como modelo fordista, las características de la Revolución Tecnológica que comienzan 1908 cuando Henry Ford desarrolla su modelo T de automóviles. Fue una revolución caracterizada por fabricar productos estandarizados o sea una economía de masas o sea una economía de cantidades.
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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, lunes 13.05.2019