Editorial

La discusión es nuestra

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Por Alejandro Sciarra ///

Uruguay terminó el 2018 con unos 380 homicidios. Una tasa de 11,2 cada 100.000 habitantes. Preocupante. 10 homicidios por cada 100.000 habitantes llevó a la Organización Mundial de la Salud a decir que en América Latina había una “epidemia” de muertes violentas. Será sin duda uno de los temas claves de la campaña electoral y está muy bien que lo sea.

Uruguay registra una tasa de suicidios de 19,64 cada 100.000 habitantes. En 2017, se quitaron la vida 686 personas. Somos el tercer país de Sudamérica en cantidad de suicidios. Por delante nuestro están solamente Guyana y Surinam. Pero el tema está fuera de la campaña electoral. Nadie habla acerca de estrategias de encare de este terrible flagelo, de la aplicación del Plan de Acción sobre Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud, o de cómo nos afecta silenciosamente como sociedad.

1 homicidio por día. 1,8 suicidios por día. Pero si hay un homicida silencioso en Uruguay, son las enfermedades cardiovasculares. 26 uruguayos mueren cada día a causa de éstas. Y muchos nos enteramos de este prudente y discreto mercenario gracias a que el pasado lunes se celebró el Día de la Concientización de la Salud Cardiovascular de la Mujer. Tampoco hemos visto y creo que no veremos demasiados especialistas en salud cardiovascular debatiendo en torno a tácticas para prevenir o reducir esta calamidad.

Hasta ahora, la campaña nos trae de chatura. La hija de Andrade, la historia laboral de Lacalle Pou, los candidatos teniendo que decir que no dijeron lo que a alguien se le ocurre decir que dijeron, si le corresponde a un senador cargar con la culpa de un homicidio por proponer medidas para reducir el delito, la competencia de a ver quién es el que se preocupa más por los pobres, si se puede ser feminista y de derecha, y demás.

Mientras, una infinidad de temas en los que literalmente nos va la vida a los uruguayos, quedan tras bambalinas y vamos camino a elegir un gobierno sin siquiera interesarnos por lo que piensan hacer.

¿Será que a los uruguayos nos interesa más la contienda que el contenido? Pues somos nosotros, quienes en definitiva decidimos de qué debe hablarse en radio, televisión o redes sociales. Somos los electores quienes marcamos a los candidatos la postura que deben tener para llevarse nuestro voto.

La campaña viene tomando una forma no demasiado apetitosa para quien busca trascendencia. Y después de horas hablando y alimentando necedades, nos damos vuelta para reclamar al sistema político que salga del barro y nos dé un poco de consistencia.

Me pregunto qué ocurriría si asumiésemos la responsabilidad de condenar a quienes quieren llevarnos por el camino fácil de la confrontación personal, alejándonos del terreno de las ideas. Me pregunto qué ocurriría si saliésemos de los eslóganes y las consignas repetidas. Me pregunto qué ocurriría si le escapásemos al pensamiento en bloque. Es necesario huir del ruido electoralista, de ideas estandarizadas, que como dice el filósofo Miguel Pastorino, nos quita libertades que son fundamentales para la convivencia social.

Tenemos el derecho y la responsabilidad de redireccionar la campaña electoral y la discusión política hacia los temas que hacen realmente a nuestra convivencia social, a la salud de nuestra gente, a la libertad de movimiento y de pensamiento. Debemos hablar de salud mental, porque no puede sernos indiferente que nuestros compatriotas no encuentren un motivo para vivir. Tenemos que hablar de prevención de enfermedades cardiovasculares que en más del 80% son prevenibles. Tenemos que hablar de la naturalización de la violencia. De la gente en situación de calle que se ha vuelto parte del ornato público. De la medición de impacto de los planes sociales y de reeducación de la población carcelaria. De Derechos Humanos y de educación.

Al parecer, tenemos bastante de qué preocuparnos. Y todavía es temprano.

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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, viernes 13.03.2019

Sobre el autor
Alejandro Sciarra es abogado de formación, pero a los 30 años dio un giro hacia la psicología positiva aplicada al ámbito educativo y empresarial. Desde los 18 años participa en política, integró en más de una oportunidad La Tertulia de En Perspectiva, es colaborador del Semanario Voces y en Radio Oriental. Desde hace un año está radicado en Italia con su esposa, desde donde sigue de cerca la realidad política y social uruguaya y europea.

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