Editorial

Organizaciones y tecnologías disruptivas

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Por Ricardo Pascale ///

Las tecnologías económicamente disruptivas, como el chip, Internet o la energía a vapor en la Revolución Industrial, cambian la forma en que vivimos y trabajamos, permiten nuevos modelos de negocios y brindan más oportunidades a los ciudadanos. Los empresarios y los formuladores de políticas deben identificar tecnologías potencialmente disruptivas y considerarlas cuidadosamente en su potencial, antes de que estas tecnologías comiencen a ejercer sus poderes disruptivos en la economía y la sociedad.

En cualquier caso, estas tecnologías tendrán un impacto grande y disruptivo. Más importante aún, los estudios muestran que, los empresarios y los responsables políticos, y la sociedad en general, enfrentarán el cambio en muchos frentes: en la forma en que las empresas se organizan, cómo se definen los trabajos, cómo usamos la tecnología para interactuar con el mundo, y, en el caso de la genómica de la próxima generación, cómo entendemos y manipulamos los seres vivos.

Habrá necesidad de cambios en las normas establecidas, y amplios desafíos sociales. Sin embargo, vemos una razón considerable para el optimismo. Muchas tecnologías en el horizonte ofrecen oportunidades si se aprovechan adecuadamente y los ciudadanos comienzan a prepararse ahora. El rol de las políticas públicas aquí es clave.

En las implicaciones que las tecnologías disruptivas tienen para las empresas y otras organizaciones están: crear nuevos productos y servicios, cambios del excedente entre productores o industrias. Cambios en el excedente de productores a consumidores y cambios de las estructuras organizativas.

Muchas de estas tecnologías podrían cambiar cómo y qué consumidores compran o alteran el consumo general de ciertos recursos como la energía y materiales.

La IA, internet de las cosas, big data, entre otras podrían cambiar el papel para las empresas, creando nuevos productos y servicios, así como cambiando de valor entre productores o de productores a consumidores.

En el siglo XXI, los empresarios deben comprender la tecnología. Más que nunca deben tomar decisiones bien informados: por ejemplo, cómo la computación en la nube podría ayudar a sus empresas.

Un cliente adolescente en el mundo de hoy puede ofrecer una mejor perspectiva tecnológica que un panel de expertos en una sala de conferencias.

El tiempo es el enemigo: el mundo está cambiando a alta velocidad. Las estrategias pueden retrasarse rápidamente, si no se actúa. Las compañías exitosas se reinventan repetidamente para mantenerse al día.
Los empresarios deberán determinar cuándo, cómo y si van a aprovechar las nuevas tecnologías.

Con tecnologías como la robótica avanzada y el trabajo de conocimiento automatizado, las tecnologías energéticas no convencionales, el almacenamiento de energía y la impresión 3D se podría fomentar una mayor productividad en la manufactura.

Muchas de estas tecnologías plantean nuevos desafíos regulatorios y legales. Los vehículos autónomos o la genómica de próxima generación y el Internet de las cosas necesitarán controles apropiados para ayudar a evitar accidentes o mal uso.

Estas herramientas podrían redefinir los trabajos a medida que las tareas son aumentadas o transferidas a nuevas tecnologías, lo que requiere nuevas habilidades para la fuerza laboral. Los trabajadores del conocimiento son la base del éxito futuro, en todos los sectores de la economía; algunos fabricantes podrían estar contratando más diseñadores y expertos en robótica que ensambladores.

La adopción de tecnologías disruptivas conlleva riesgos, y la gestión de estos riesgos será de importancia crítica. Internamente, la efectividad organizacional y la cohesión podrían verse afectadas a medida que la tecnología transforma o elimina algunos trabajos. Son casos en que, invirtiendo en el desarrollo de la fuerza laboral, las compañías pueden minimizar estos riesgos.

Los empresarios deben encontrar un equilibrio cuidadoso a medida que adoptan nuevas tecnologías; deben tener en cuenta el riesgo, y gestionarlos sin ahogar el potencial, aumentar su crecimiento pero también la equidad.

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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, lunes 9.12.2019

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