Por Rosario Castellanos ///
Las veredas de Montevideo siguen siendo un problema. De su mal estado nos hemos ocupado en En Perspectiva en varias oportunidades. Cada vez que la intendencia emplaza a los vecinos de determinada calle a reparar sus veredas, yo recorro el tramo y les cuento la situación que allí voy encontrando.
En todas las oportunidades he aclarado que la reparación de veredas es responsabilidad de los propietarios de los predios que las enfrentan. El digesto departamental señala esa responsabilidad y la correspondiente obligación bajo apercibimiento y multa en caso de que el propietario no cumpla con la normativa.
Muchos vecinos responden sobre los incumplimientos de la propia Intendencia, tales como la falta de solución para las raíces de los árboles del ornato público que levantan baldosas, el mal estado de las veredas que son directa responsabilidad suya y la falta de control sobre obras de reparación de conexiones que implican levantar veredas, realizadas por diferentes entes públicos, sin coordinación alguna. Pero aún hay otro problema por solucionar y es el estacionamiento para el que no hay lugar disponible en ciertas calles de distintos barrios de la capital.
La fórmula que algunos vecinos adoptan es estacionar su vehículo sobre la vereda. Pongo como ejemplos lo que sucede en la Avenida Ponce y en la calle Leyenda Patria frente al parque de Villa Biarritz. Esta es una práctica especialmente prohibida en el Digesto, al extremo que ni siquiera está permitido el estacionamiento sobre la vereda a las puertas de su garaje salvo por el tiempo que toma abrir el portón del mismo. En esas condiciones, no hay pavimento de vereda que soporte el peso y tránsito de vehículos, y los peatones ven invadido el espacio que les corresponde para caminar y además se pone en riesgo su seguridad.
En particular, este es un tema que tiene solución y ejemplo de ello es la fórmula que se ha aplicado al frente de un complejo habitacional que se encuentra sobre la Avenida Dámaso Antonio Larrañaga. Se trata de una calle muy transitada y está prohibido el estacionamiento junto al cordón. La vereda es ancha y ello ha permitido tomar una parte de la misma para conformar un anden para estacionamiento de vehículos en sentido perpendicular al cordón que no interfiere con el tránsito vehicular ni con el de peatones en su espacio de vereda, y tiene además la ventaja de tener un pavimento acorde con el uso al que se destina.
Esta podría ser hasta una iniciativa de los propietarios o usuarios con inconvenientes para estacionar, que de hacerse cargo de la obra y con el correspondiente permiso de la Intendencia podrían luego destinar el espacio a estacionamiento reservado para los vehículos de su propiedad.
Tiene la palabra
Martes 25.8.2015
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