Uruguay-Perú
Por Homero Fernández
Jueves 04.09.2025
Cuando en la Copa América de 2007 Perú goleó a Uruguay 3 a 0 sonaron las alarmas en la selección uruguaya y el entrenador tuvo que salvar su primera crisis en el segundo ciclo.
El Maestro Óscar Washington Tabárez dirigió su último partido con Uruguay en la altura de La Paz, el 16 de noviembre de 2021. El marcador fue contundente. 3 a 0 a favor de Bolivia.
Esa derrota y la seguidilla negativa anterior, con Colombia, Argentina y Brasil, habían puesto, oootra vez, a Uruguay al borde de la eliminación.
Muchas voces reclamaban el final del ciclo de Tabárez apostando a que los últimos cuatro partidos había que enfrentarlos con otra mentalidad y para eso era necesario su salida, aunque el veterano entrenador seguía confiando en su equipo y en que los puntos que quedaban por disputar le darían la razón para sostener el timón.
Como suele ocurrir, aún con las figuras respetadas como Tabárez, el hilo se cortó y el entrenador se tuvo que ir a casa marcando el fin de un proceso de 15 años donde había profesionalizado a la selección y la había acercado a la gente.
Esa larga etapa, sin embargo, había comenzado con momentos de zozobra que presagiaban una larga tormenta. Y el primer trueno lo había producido la selección de Perú en la Copa América de 2007.
Tabárez llegó al torneo de Venezuela con más de una decena de partidos de fogueo que incluyeron el debut ante Irlanda del Norte en Nueva Jersey, el 21 de mayo, con una victoria 1 a 0 con gol de Fabián Estoyanoff.
Lo cierto es que cuando la Celeste saltó a la cancha calurosa del estadio Metropolitano de Mérida aquél 26 de junio del 2007, en su debut, lo hacía como claro favorito ante la escuadra peruana que era dirigida por el exjugador Juan Carlos Oblitas.
Pero lo que se vio sorprendió hasta a los propios peruanos.
A los 27 minutos, Miguel Villalta anotó el primer gol. Y Perú comenzó a desplegar un gran juego. Juan Carlos Mariño puso el segundo y Paolo Guerrero cerró la cuenta casi al final del partido. Perú había goleado a Uruguay por 3 a 0.
En ese contexto de turbulencias el entonces presidente de la AUF José Luis Corbo le pidió una reunión a Tabárez.
“Como presidente de la AUF, hablé con el técnico para ver qué explicaciones que me daba por los resultados y por el rendimiento, y las medidas que podría tomar para tratar de mejorar esos resultados. Me parecía que era un deber”, aclaró Corbo a la prensa que, desde distintos medios, había criticado el desempeño de la Celeste en el torneo de Venezuela.
“Recuerdo que hice mucha fuerza para que empataran Perú y Bolivia en la última fecha del grupo para que Uruguay pudiera clasificar como mejor tercero, y así fue. Empataron 2-2 y clasificamos”, agregó el dirigente para describir el nivel de fragilidad del conjunto uruguayo.
Esa fue la primera vez que Tabárez, en su segundo ciclo, estuvo a punto de ser cesado.
Para colmo, culminada la Copa América surgieron problemas de logística para el regreso de la selección a Uruguay. Fue cuando un grupo de jugadores tomó la iniciativa de contratar un vuelo particular y adelantar su vuelta.
La decisión generó polémica y colocó a Tabárez , de nuevo, en un lugar incómodo.
Álvaro Recoba fue uno de los que lideró la iniciativa y a él se sumó una docena de futbolistas, entre ellos Darío Rodríguez, Carlos Diogo, Fabián Estoyanoff y Fabián Canobbio quienes, tras ese episodio, junto con Recoba, no fueron nunca más convocados. ¿Casualidad o castigo?
Una vez en Montevideo, el neutral de la AUF Eduardo Ache se refirió a la polémica sobre la permanencia del entrenador. “Tengo claro que la discusión está en el técnico sí o el técnico no. Cuando uno mira para atrás ve que esto ya se repitió y no sé si esto es lo ideal”.
Tabárez ya había dejado claro lo que pensaba acerca de esas situaciones desestabilizadoras.
“Yo siempre aspiré a que se crea en los procesos. Si no, nos quedamos en lo puntual, siempre igual. Se puede crear una cultura de trabajar, tener organización y luego analizar la actuación de los equipos”.
Y aunque Perú puso la primera piedra, el tiempo le dio la razón a Tabárez.
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