En un nuevo paso en las sanciones económicas contra Moscú, en represalia por la invasión de Ucrania, EEUU anunció ayer que prohibirá la importación desde Rusia de petróleo y gas.
Horas más tarde se sumó el Reino Unido, aunque en este caso la prohibición recién se completará a fines de este año y abarca al petróleo y sus derivados pero deja afuera al gas de origen ruso.
Mientras tanto, los países de la Unión Europea, que reciben de Rusia aproximadamente el 40% de sus importaciones de gas y una cuarta parte de las de petróleo, fueron por un camino más suave: fijaron el objetivo de reducir en dos tercios este año sus importaciones de gas ruso. El programa se debatirá en una cumbre en París a finales de esta semana.
En respuesta, Moscú advirtió que podría, como contrapartida, cortar el suministro de gas natural a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1.
Como consecuencia de estas sanciones, el precio del petróleo, que ya venía en ascenso, continuó su suba. El precio del barril de Brent cerró el martes con un incremento diario de 3,87%, ubicado en 127,98 dólares.
¿Qué puede ocurrir con el mercado del petróleo con estos sacudones?
Conversamos con un experto en la industria petrolera, el ingeniero Andrés Tierno Abreu, ex presidente de Ancap e integrante del consejo honorario del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Católica.