Foto: CARL DE SOUZA / AFP
En Brasil, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se impuso ayer en la segunda vuelta de las elecciones nacionales mientras que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, no se pronunció después de la oficialización del resultado.
Lula ganó con 50,9% de los votos frente a 49,1% de Bolsonaro, el margen más estrecho para un resultado electoral en Brasil desde el regreso a la democracia; la distancia fue de menos de dos millones de votos.
Poco después de que el Supremo Tribunal Electoral confirmara su triunfo, por 50,9% de los votos frente a 49,1% de Jair Bolsonaro, una diferencia de dos millones de sufragios, el presidente electo ofreció su primer discurso desde un hotel en la ciudad de San Pablo donde había instalado su comando.
En el mensaje, escrito previamente, Lula dio un mensaje de unidad y reconstrucción, pero también consideró su triunfo como una victoria de la democracia.
«Llegamos al final de una de las elecciones más importantes de nuestra historia. Una elección que puso frente a frente a dos proyectos opuestos de país, pero hubo un solo ganador: el pueblo brasileño. Esta no es una victoria mía ni del PT, ni de los partidos que me apoyaron en la campaña. Es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó por encima de los partidos políticos, dejando de lado intereses político y personales para que la democracia saliera vencedora.
En este 30 de octubre histórica, la mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños. En suma: donde haya más y no menos libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país”.
Lula se convirtió así en el único presidente brasileño electo tres veces.
En su campaña destacó sus logros socioeconómicos, como la salida de la pobreza de más de 30 millones de brasileños gracias a iniciativas sociales financiadas con el ‘boom’ de las materias primas.
Anoche, en su primera alocución tras el balotaje, Lula declaró que el combate al hambre será “el compromiso número uno” de su gobierno.
También incluyó señales hacia la comunidad internacional (y en particular aseguró que combatirá la deforestación porque el planeta necesita una «Amazonia viva»).
Hoy nosotros estamos diciendo al mundo que Brasil está de vuelta. Que Brasil es demasiado grande para ser relegado a este triste papel de paria del mundo.
Vamos a reconquistar la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores -nacionales y extranjeros- retomen la confianza en Brasil. Para que dejen de ver a nuestro país como fuente de lucro inmediato y depredador, y pasen a ser nuestros socios en la retomada del crecimiento económico con inclusión social y sostenibilidad ambiental.
Por su lado, el presidente Bolsonaro optó por no pronunciarse, con lo cual alentó especulaciones sobre si reconocería o no su derrota. Fuentes de la presidencia informaron que se encontraba en el palacio presidencial de la Alvorada en Brasilia. Periodistas de la AFP constataron que las luces del recinto fueron apagadas.
Vamos ahora a un análisis de estos resultados y qué se puede esperar para este tercer gobierno de Lula da Silva, que ya no contará con la bonanza económica internacional de su primer período en el poder, y que además tendrá un Congreso con mayoría opositora.
Conversamos En Perspectiva con Hugo Borsani, politólogo uruguayo radicado en Brasil.
Destaques de la entrevista:
- "Fue la elección más reñida en la historia de Brasil, se aguardaba un resultado estrecho pero no tanto".
- La capacidad de Bolsonaro de captar votos en la segunda vuelta "fue muy alta y es sorprendente en base a unos problemas que tuvo la campaña las últimas semanas, que uno llamaría de errores de la campaña de Bolsonaro. Nada de eso fue fundamental, obviamente pudo haber tenido algún impacto porque terminó en segundo lugar. Pero Bolsonaro estuvo mucho más al frente de lo que se esperaba en función del resultado de las encuestas".
- "Durante la campaña, más que propuestas concretas hubo destaques para exacerbar el lado negativo del adversario. Eso fue muy marcado. El rechazo muy alto a los candidatos, un poco más alto a Bolsonaro; cerca del 50% de la población dijo que no votaría nunca a Bolsonaro, un poco menos pero no lejos de eso, que no votaría nunca a Lula. Eso se mantuvo en la campaña impidiendo el surgimiento de unas terceras o cuartas candidaturas".
- "Lula ganó, tendrá condiciones de gobernar pero le va a ser mucho más difícil, va a tener que exigirse al máximo. Será mucho más difícil de lo que fueron sus anteriores gobiernos".
- "El gobierno de Lula va a ir más hacia el centro de lo que es el PT", según las alianzas que hizo para llegar a la presidencia.
- "Llama la atención (que Lula haya leído su discurso previamente escrito) porque es un buen orador, tiene capacidad de oratoria muy fácil y en general no usa discursos. Pero eso sí indica preocupación por lo que estaba diciendo. Destaco: Primero los agradecimientos, la primera persona que nombra es a Simone Tebet, lo cual da a entender el papel importante que ella tendrá en su gobierno, se da por descontado que tendrá un cargo muy importante en algún ministerio que destaque".
- "Mayoritariamente el sector más carente y necesitado votó a Lula y él se comprometió a atender prioritariamente a estos sectores".
- "Es desconcertante que Bolsonaro no haga ningún tipo de pronunciamiento tras la derrota. Según los trascendidos el presidente está profundamente irritado, disconforme con el resultado. Aparentemente se le dijo de hacer un pronunciamiento, él se negó y se aisló de sus más estrechos colaboradores".
- "La transición no va a ser fácil, no va a haber una disposición a ayudar. Se prevé que dará alguna dificultad".