Foto: En Perspectiva
¿Se imaginan qué podrían hacer con un chip implantado en su cerebro?
La investigación con estos dispositivos viene creciendo, con el objetivo, por ejemplo, de tratar trastornos neurológicos. Pero también con fines que parecen de ciencia ficción, como que las personas puedan controlar dispositivos con el pensamiento.
El último anuncio en este campo lo hizo la empresa Neuralink, que pertenece al multimillonario Elon Musk. Hace una semanam, el lunes 29 de enero, la compañía informó que nueve meses después de obtener el permiso de las autoridades reguladoras, logró instalar un chip cerebral en su primer paciente humano con resultados iniciales “prometedores”.
Según Neuralink, el chip, denominado Telepathy, está pensado para “potenciar las capacidades humanas”, permitiendo en un futuro que una persona maneje una computadora con la mente. Y también promete restaurar funciones cerebrales dañadas por enfermedades como el Parkinson o mejorar la calidad de vida de quienes perdieron la movilidad de sus extremidades.
El chip, del tamaño de una moneda, se coloca en el cerebro mediante cirugía. Hasta ahora se había probado en monos, que aprendieron a jugar al videojuego Pong sin joystick ni teclado.
¿Qué implican estos avances para la medicina? ¿Qué dilemas éticos plantean?
El viernes pasado discutimos sobre el tema en La tertulia y los oyentes nos pasaron varios mensajes interesantes.
Conversamos En Perspectiva con Leonel Gómez, doctor en Ciencias Biológicas y profesor Agregado de la Facultad de Ciencias en el Laboratorio de Neurociencias.
