Foto: Intendencia de Maldonado
Con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou, el 21 de febrero comenzó el realojo de las familias del barrio Kennedy, el asentamiento más antiguo de Maldonado.
Tres semanas después, ese proceso se trancó y atrasó, y paralelamente se instaló en el Kennedy una situación de miedo y violencia.
Este martes, un hombre de 34 años fue asesinado en el barrio. En el callejón donde murió, el día antes otra persona había salido herida de un enfrentamiento a balazos.
En la noche del lunes, además, varias viviendas fueron incendiadas –se sospecha– a través de bombas molotov. El viernes había ocurrido lo mismo.
Según la Policía, los hechos responden a un enfrentamiento entre bandas por el control de la venta de drogas. Mientras se va realizando el traslado, "se va achicando el barrio y se agranda el problema", dijo Erode Ruiz, jefe de Policía del departamento.
La explicación oficial de la Intendencia fernandina de por qué se demoró el realojo, que abarca a unas 500 personas, es que en el barrio nuevo estaban pendientes algunos trabajos de infraestructura eléctrica (en particular la conexión de generadores a la red de media tensión).
Mientras tanto, entre los vecinos hay miedo.
Cuando comenzó el proceso de realojo entrevistamos aquí En Perspectiva a Alejandro Lussich, director general de Vivienda, Desarrollo Barrial y Salud de la Intendencia de Maldonado.
Hoy conversamos En Perspectiva con una de las vecinas de la zona: María José Correa.