Entrevista central

Sindicato de la Guardia Republicana reclama relevo del comando después de dos suicidios: Hay “malas condiciones de trabajo”, déficit en asistencia de salud mental y “abuso de funciones”, dice Carlos Piedra, presidente del gremio

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Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS

En los últimos años la Guardia Republicana viene adquiriendo un perfil alto en el combate al delito.

Este cuerpo es desplegado en operaciones especiales. Por ejemplo, sus efectivos están presente hace meses en Villa Española, un barrio azotado por conflictos entre bandas de narcotraficantes. También es común verlos en espectáculos deportivos de alto riesgo de incidentes, como los clásicos entre Peñarol y Nacional.

Los policías que integran este cuerpo pasan por entrenamientos mucho más exigentes que los efectivos regulares, para prepararlos para situaciones de altísima tensión.

Pero esta semana, este cuerpo de élite fue noticia por el suicidio de dos de sus agentes con pocas horas de diferencia. Ayer el sindicato salió a reclamar el relevo de todo el comando de esa fuerza porque, sostuvo, no ha estado “a la altura” de “una dirección nacional tan prestigiosa e importante para servir a la sociedad”.

En un comunicado el gremio recordó sus denuncias sobre carencias en las condiciones de trabajo, vehículos en mal estado, hacinamiento y hostigamiento de parte de las autoridades, e insistió en su demanda de mayo asistencia psiquiátrica para los efectivos.

Profundizamos en esta situación En Perspectiva con Carlos Piedra, presidente de la Unión de Policías de la Guardia Republicana.

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