El lunes al finalizar el Consejo de Ministros, el secretario de Defensa, Jorge Mendéndez, sorprendió al anunciar que un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias y el Instituto Clemente Estable apostado en la Base Artigas de la Antártida, logró obtener, con bajo costo, una enzima más eficaz que la que actualmente se emplea para reparar el daño producido por los rayos ultravioletas del sol.
¿De qué se trata este avance científico?¿Qué aplicaciones puede tener? En la entrevista central de hoy, Juan José Marizcurrena, integrante del equipo de científicos que trabajó en esta investigación, contó el alcance de este paso.
A 3.000 kilómetros de Montevideo, en medio del clima hostil de la Antártida, un grupo de científicos uruguayos logró un desarrollo que puede tener aplicaciones comerciales a nivel cosmético y farmacéutico.
El lunes, al final del Consejo de Ministros, el secretario de Defensa, Jorge Mendéndez, hizo un anuncio que se salió de lo habitual. Un equipo de científicos del Instituto Clemente Estable y la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR), apostado en la Base Artigas de la Antártida, logró producir, a un costo bajo, una enzima más eficaz que la que actualmente se emplea para reparar el daño producido por la irradiación de rayos ultravioletas del sol.
Hoy viernes, el Ministerio de Defensa y la UdelaR firmaron un acuerdo para gestionar la propiedad intelectual del descubrimiento, que puede ser utilizado en la prevención del cáncer de piel o la fabricación de protectores solares más potentes que los que conocemos hasta ahora.
¿Cómo se llegó a este logro? Esta mañana lo conversamos con Juan José Marizcurrena, uno de los científicos que integra el grupo que está trabajando en la Antártida.