Jair Bolsonaro estuvo al borde, ayer, de destituir a su ministro de Salud.
La presión del ala militar del gobierno y del jefe del Senado llevó al presidente a mantener al doctor Luiz Henrique Mandetta en su cargo.
Si se hubiera confirmado el cese, habría marcado un nuevo hito negativo en la batalla de Brasil contra el coronavirus, que se ha caracterizado por un gran número de casos, la mayor cantidad de Latinoamérica con más de 12.000 contagios. En San Pablo, por ejemplo, ayer se proyectó que se pueden alcanzar los 100.000 muertos en seis meses.
Sin embargo, la actitud del presidente Bolsonaro ha sido casi displicente, lo que lo llevó a distanciarse de buena parte de sus antiguos aliados.
Para profundizar en cómo está lidiando el país norteño con esta emergencia sanitaria, conversamos esta mañana con Marcelo Silva de Sousa, nuestro corresponsal en Brasil.
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Foto: Jair Bolsonaro, presidente de Brasil. Crédito: Sergio LIMA / AFP
