Foto: Anderson Coelho / AFP
El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, habló nuevamente ayer para pedirle a sus seguidores que desbloqueen las carreteras, pero aprobó que las protestas en otros lugares que se han multiplicado en el país contra el triunfo en las urnas del izquierdista Lula da Silva.
Camioneros y otros manifestantes protagonizaron desde el domingo centenares de bloqueos en todo el país, lo que causó problemas de desplazamientos y de transporte de mercancías.
"Quiero hacerles un llamamiento: desbloqueen las carreteras. Eso no me parece que forme parte de manifestaciones legítimas", dijo Bolsonaro en un video colgado en Twitter.
"Otras manifestaciones que se están realizando por todo Brasil, en plazas… son parte del juego democrático. Siéntanse a gusto", añadió.
"Protesten de otra forma, en otros locales, eso es muy bienvenido", agregó.
Miles de bolsonaristas se congregaron este miércoles frente a cuarteles de las principales ciudades de Brasil para pedir una intervención militar contra la derrota de su líder en el balotaje del domingo.
Al grito de "¡Intervención federal ya!", miles de brasileños pedían en Sao Paulo, Rio de Janeiro o Brasilia la actuación de las fuerzas armadas contra la derrota de su líder por 49,1% de los votos, frente a 50,9% de Lula.
En la capital, Brasilia, también se congregaron miles de personas frente al cuartel general. "¡Resistencia civil!", gritaban los bolsonaristas.
Una marea verde y amarilla desafió la lluvia en Rio de Janeiro, donde cantaban: "Lula, ladrón, tu lugar es la prisión".
"Haremos vigilia hasta que los generales tomen medidas. El pueblo ya está haciendo lo que puede", dijo a la AFP Sebastiao Ramalho, un militar de la reserva de 70 años.
Durante dos días tras perder el balotaje, Bolsonaro mantuvo al país en vilo al guardar silencio, una actitud que según sus críticos alimentó la proliferación de protestas.
En su primer discurso el martes prometió "cumplir la Constitución". Y si bien pidió que las manifestaciones fueran "pacíficas", sin perjudicar "el derecho de ir y venir", las justificó al atribuirlas a un sentimiento de "injusticia" por el proceso electoral.
Eso fue interpretado por grupos bolsonaristas en las redes como un impulso a mantener las movilizaciones.
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, compartió imágenes de la protesta en Rio este miércoles, citando el discurso de su padre.
Desde el gobierno, sin embargo, las protestas no habían tenido ningún apoyo hasta el pronunciamiento de Bolsonaro.
El vicepresidente saliente, Hamilton Mourao, dijo más temprano en una entrevista al diario O Globo que el bolsonarismo "perdió el juego" y que "de nada sirve llorar".
Bolsonaro, un excapitán del ejército de 67 años, ha intentado durante su administración convertir a las fuerzas armadas en un soporte político. Sin embargo, expertos han descartado toda maniobra antidemocrática proveniente de los cuarteles.
La policía federal de carreteras (PRF) reportó poco más de 100 cortes totales o parciales que afectaban a 12 estados de Brasil, en un balance publicado el miércoles por la noche. Hasta ahora fueron dispersadas 776 manifestaciones, según esa fuerza.
El número fue disminuyendo gradualmente desde que la policía empezó a usar la fuerza con el aval del Supremo Tribunal Federal, que ordenó el uso de "todas las medidas necesarias" para desbloquear caminos.
La Confederación Nacional de la Industria advirtió el martes de un "inminente riesgo de desabastecimiento y falta de combustibles", en caso de que las carreteras no fueran rápidamente desbloqueadas.
Vamos a actualizar la situación en Brasil con nuestro corresponsal, Marcelo Silva de Sousa.