Foto: NELSON ALMEIDA / AFP
En Brasil tuvo lugar ayer el primer debate entre el actual presidente, Jair Bolsonaro, y el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en la campaña rumbo al balotaje del 30 de octubre.
La polémica entre el actual mandatario y el ex presidente, que empezó a las 8 de la noche y duró dos horas, estuvo marcada por los ecos de la pandemia y acusaciones cruzadas de incurrir en corrupción y en fake news,
En el encuentro, desarrollado en el canal de televisión Bandeirantes, en San Pablo, los dos candidatos se acusaron mutuamente de mentir y se lanzaron términos como "pequeño dictador" y "vergüenza nacional" aunque lo hicieron en un clima respetuoso.
Llamó la atención, además, el formato que se siguió, en el que, en ciertos momentos Bolsonaro y Lula se movían por el escenario, a veces mirando directamente a cámara, otras polemizando frente a frente a pocos centímetros de distancia.
Lula aprovechó el primer cruce directo entre ambos para castigar a Bolsonaro por la gestión de la pandemia, al asegurar que la “negligencia” de su gobierno condujo a las más de 600 mil muertes por covid-19.
El actual presidente se defendió argumentando que “Brasil fue uno de los países que más vacunó en el mundo y de forma rápida”, pero Lula lo rebatió.
"No hay nadie en la historia de ningún gobierno en el mundo que haya jugado con la pandemia y la muerte como usted. Sólo hay que verlo en la televisión, no diga que son noticias falsas. Se convirtió en un vendedor de una medicina que no servía para nada".
Por su parte, Bolsonaro hizo especial hincapié en los escándalos de corrupción en que estuvo envuelto el Partido de los Trabajadores (PT) que lidera Lula. El exjuez Sergio Moro, quien condenó a Lula a prisión en 2018, y que luego fue ministro de Seguridad de Bolsonaro, estaba presente como parte del equipo del mandatario.
Lula también debió defenderse de acusaciones de proximidad con organizaciones criminales, por un acto electoral realizado en una favela sin contar con personal de seguridad. Según Bolsonaro, eso mostraba que el expresidente tiene “amistad con el bandido”.
El ex sindicalista contestó:
¿Sabe de qué tengo orgullo? Soy el único candidato a presidente de la República que tiene el coraje para entrar en una favela sin seguridad. Y no es de ahora; ya cuando yo era presidente, entraba. En Río de Janeiro, la gente decía: "Ve con cuidado porque Bolsonaro es amigo de la milicia".
Además, Bolsonaro asoció al exmandatario con líderes izquierdistas de la región para criticarlo. “Lula está enamorado de Fidel Castro, Maduro, entre otros dictadores”, dijo.
"¿Qué hay de común entre Lula, Ortega, Chávez, Maduro, Evo Morales, Fernández de Argentina, Petro de Colombia? Son del foro de San Pablo, son todos amigos. Miren para dónde están yendo esos países".
La mayor denuncia contra Bolsonaro no surgió durante el debate sino antes: al llegar al estudio de televisión, el presidente dijo que sus últimas 24 horas fueron "las más terribles" de su vida, luego de que el entorno de Lula lo acusara de "pedofilia", tras la viralización de declaraciones suyas sobre menores.
El PT había difundido esas imágenes en sus redes este domingo. Pero el Tribunal Superior Electoral, tras un pedido de los abogados de Bolsonaro, mandó retirar el video de múltiples plataformas, por considerarlo una "propaganda electoral negativa". En la noche, durante el intercambio en televisión, Lula lució en la solapa un broche con el símbolo de una campaña contra el abuso y explotación sexual de menores.
Sobre el final hubo tiempo para chicanas. “Cumplo años el 27 de octubre. Y el 30 [de octubre] el pueblo me va a dar de regalo tu vuelta para casa”, dijo Lula. Pero el petista calculó mal el uso del tiempo que tenía disponible y le dejó una extensa última intervención a Bolsonaro, que cerró así:
"Quédese en casa, disfrutando de la vida y no quiera volver a la escena del crimen. Usted es una vergüenza nacional".
Repasamos En Perspectiva más de lo que ocurrió en este debate. Estamos en línea con nuestro corresponsal en Brasil, Marcelo Silva de Sousa.